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Opinión

Obesidad en la infancia chihuahuense

El Congreso local debe pues apresurarse en presentar iniciativas de ley de este calado que logren trascender e impactar en la sociedad chihuahuense y especialmente en la infancia, pues de lo contrario los estaríamos condenando a ser adultos enfermos

Olivia Aguirre Bonilla
Académica

viernes, 07 agosto 2020 | 06:00

El pasado miércoles el Congreso local del estado de Oaxaca aprobó la prohibición de la venta de bebidas y alimentos chatarra a menores de edad, mediante la adición del artículo 20 Bis de la Ley de los Derechos de Niñas Niños y Adolescentes del Estado de Oaxaca, el cual establece la prohibición de vender, regalar, distribuir o promocionar productos no saludables a menores de edad, y que ante su incumplimiento establece sanciones que van desde multas, clausuras, y hasta prisión de quienes lo promuevan y comercialicen.

La incorporación de la prohibición tiene como finalidad disminuir el sobrepeso, la obesidad y la diabetes en la infancia como medida de prevención.  

Ahora bien, el estado de Chihuahua no está exento de esta problemática, pues según la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Enesanut), elaborada por la Secretaría de Salud, el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), señala que en Chihuahua el 28 por ciento de la población cuenta con sobrepeso y el 24 por ciento presenta obesidad. El sobrepeso y la obesidad en los infantes chihuahuenses en edad escolar alcanzaron 15 y 11.4 por ciento, respectivamente. Además, Chihuahua se encuentra en las entidades con porcentajes más altos de población de 20 y más años de edad con diagnóstico previo de hipertensión. 

Lo anterior, nos permite dilucidar el problema de salud que enfrentan los chihuahuenses, mismo que no ha sido atendido de forma efectiva, y en consecuencia se vulnera el derecho fundamental consagrado en nuestra Constitución en su artículo 4, a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. Derecho que además se establece en la Convención sobre los Derechos del Niño en su artículo 24 al precisar la obligación que tienen los Estados de adoptar medidas que aseguren el suministro de alimentos nutritivos adecuados para la niñez. Incluso la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Chihuahua, señala que se debe asegurar una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad que permita lograr su normal crecimiento y óptimo desarrollo físico y mental.

Oaxaca sin duda es parteaguas en adentrarse a la prohibición de las bebidas y alimentos chatarras, sin embargo, considero pertinente que se sigan sumando esfuerzos a través del Gobierno federal en la formulación y desarrollo de programas de nutrición que se encaminen a promover hábitos alimenticios adecuados, y exigir a los estados compromiso en la atención y el mejoramiento de la nutrición de la población. Un claro ejemplo del compromiso federal en este tema es la adopción de un nuevo etiquetado frontal de alimentos, que ofrecerá a los consumidores información sobre el exceso de nutrientes que contribuyen al sobrepeso y la obesidad.

Asimismo, como componente fundamental en la prevención del sobrepeso y de la obesidad se debe contemplar la actividad física, pues con ello se incentiva un estilo de vida saludable que incluya una alimentación correcta y la práctica habitual de actividad física.

El Congreso local debe pues apresurarse en presentar iniciativas de ley de este calado que logren trascender e impactar en la sociedad chihuahuense y especialmente en la infancia, pues de lo contrario los estaríamos condenando a ser adultos enfermos.

La pandemia del virus del Covid- 19, encontró a una sociedad chihuahuense con problemas de sobrepeso, obesidad, diabetes e hipertensión y un sistema de salud pública desmantelado por los gobiernos anteriores.

Por ello es necesario una mejor alimentación, menos productos procesados y más actividad física, creemos conciencia en la sociedad, especialmente en aquellas personas que tengan bajo su cuidado a un infante, pues también están obligadas a velar por el sano desarrollo físico y emocional de los menores, y en muchas ocasiones son los primeros en proporcionarles alimentos chatarras a sus propios hijos.

Nuestros niños y niñas no sólo se merecen una alimentación nutritiva y de calidad, sino que es su derecho.

Facebook: Dra. Olivia Aguirre Bonilla

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