Opinión

Ni Seguro ni Insabi

Una vez más el presidente López Obrador tomó una decisión por razones políticas sin preocuparse por las consecuencias

Sergio Sarmiento

viernes, 10 enero 2020 | 06:00

Ciudad de México.- Una vez más el presidente López Obrador tomó una decisión por razones políticas sin preocuparse por las consecuencias. Con el argumento de que el Seguro Popular no era ni seguro ni popular, se apresuró a reemplazarlo por un Instituto de Salud para el Bienestar, el Insabi, que entró en funciones el 1 de enero en medio de una enorme confusión sobre su financiamiento y reglas.  

El Seguro Popular, creado en 2003, no era perfecto, por supuesto. Operó siempre con recursos insuficientes. Sin embargo, fue uno de los programas sociales mejor evaluados y dio servicios de salud a más de 50 millones de mexicanos que no tenían otra opción. Julio Frenk, exsecretario de Salud y actual presidente de la Universidad de Miami, señaló en diciembre que “120 estudios sugieren que el Seguro Popular ha disminuido drásticamente el número de mexicanos que enfrentan gastos catastróficos y [reducido] la mortalidad infantil”.  

López Obrador, sin embargo, siempre ha despreciado las voces de los especialistas: “El llamado Seguro Popular -dijo también en diciembre- es evidente que no ha funcionado, que no es seguro ni es popular, y va a ser sustituido por un sistema de salud que garantice atención médica de calidad y medicamentos gratuitos, pero esta sustitución se va a ir dando poco a poco”. Meses antes había afirmado: “México va a tener un sistema de salud como el que tienen en Dinamarca y en Canadá”.  

Hoy ya no tenemos Seguro Popular, pero el Insabi está empezando a operar en medio de la incertidumbre. Los políticos aplaudidores no ven ningún problema. “La modalidad de desaparición del Seguro Popular es muy benéfico para la gente”, declaró ayer, con extraña sintaxis, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, “porque el recurso que antes estaba limitado para ciertas cosas ahora va a estar abierto para la contratación de médicos de mejor manera, para el abastecimiento de los medicamentos de mejor manera”. No todos los pacientes, sin embargo, están de acuerdo.  

El Insabi promete dar servicios médicos gratuitos a toda la población que simplemente se identifique como mexicana, sin cobrar los reducidos o nulos pagos de los asegurados del Seguro Popular. Todos los mexicanos podrán recibir tratamientos de primero y segundo nivel en los centros de salud en que operaba el Seguro Popular. El nuevo sistema, sin embargo, descarta cubrir los servicios de tercer nivel o alta especialidad. Por eso ha habido tantas quejas de padres de niños con cáncer y de pacientes con sida.  

El sistema de salud no está recibiendo más dinero por lo que los problemas del Seguro Popular, lejos de resolverse, seguirán empeorando con el Insabi. El dinero no lo es todo, pero se necesitan recursos para proporcionar servicios. México tiene un gasto público y privado en salud de 1,138 dólares anuales por persona, Canadá 4 mil 974 y Dinamarca 5 mil 299 (OCDE). En México, sin embargo, los recursos públicos no solo no están subiendo, sino que están bajando. El presupuesto de la Secretaría de Salud en 2019 fue de 128 mil 700 millones de pesos, pero en 2020 bajó a 128 mil 600 millones. En 2013 el gobierno dedicaba al sector salud 2.8 por ciento del PIB, pero en 2019 sólo 2.4 por ciento. No es esta la forma de construir un sistema de salud como el de Dinamarca o el de Canadá.  

 

Gertz y Nieto

El fiscal general Alejandro Gertz Manero se quejó de quienes revelan información de las investigaciones previas violando la presunción de inocencia. El presidente respondió ayer que se reunirá con el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera para discutir el tema, pero inquietantemente añadió: “Santiago [Nieto] no hace nada sin consultar al presidente”.  

Twitter: @SergioSarmiento

 

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