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Opinión

Migrantes: tan lejos de EU y tan cerca de ser víctimas del crimen

Ciudad Juárez fue construida por migrantes; es una ciudad que mantiene abiertas las oportunidades para quien quiera venir a trabajar y probar suerte en el sueño de la industria maquiladora

Carlos Murillo
Abogado

domingo, 26 septiembre 2021 | 06:00

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Ciudad Juárez fue construida por migrantes; es una ciudad que mantiene abiertas las oportunidades para quien quiera venir a trabajar y probar suerte en el sueño de la industria maquiladora. El fenómeno migratorio, por tanto, es una señal de identidad fronteriza. Sin embargo, el desorden y el caos que provoca la ausencia del Estado no habían causado tantos estragos como ahora. 

Durante más de 70 años, los flujos migratorios eran muy similares, se trataba mayormente la movilidad interna; miles de familias han llegado -y siguen llegando- del interior del estado, por lo que aquí se han formado fuertes comunidades de Parral, Camargo, Cuauhtémoc o de cualquier otro rincón de nuestro estado. Así como, también, hay una migración constante de Veracruz, Coahuila, Durango y otros estados del sur. 

A esos flujos migratorios se han sumado los de extranjeros. Legalmente llegan miles de personas de todo el mundo, principalmente trabajadores de la industria maquiladora que vienen de Europa, Estados Unidos o Asia. 

Sin embargo, en octubre de 2019 se anunció la primera “Caravana Migrante” como un nuevo fenómeno de migración de gran escala. El plan fue partir de Honduras en un contingente y pasar por México hasta llegar a Estados Unidos para solicitar asilo por varios motivos, entre ellos, argumentando que en los países de origen había una situación de violencia que provocaba la expulsión de esas familias que habían sido víctimas.

La estrategia de esta caravana centroamericana fue una noticia a nivel internacional, sobre todo porque en Europa también comenzaba un debate polémico sobre los límites a la migración por motivos humanitarios; en el viejo continente, la migración humanitaria se presenta en países en conflicto bélico como en Medio Oriente o el norte de África. 

Este flujo migratorio del contingente hondureño fue documentados por medios de comunicación y por académicos por su singularidad; tras los primeros días en México, el grupo se separó para ir a distintas fronteras como Tijuana, Juárez y Matamoros, que son las tres ciudades más importantes e, irónicamente, también son las más violentas. El reto era llegar vivo, porque las bandas del crimen organizado están siempre al acecho. 

Esta es una de las decisiones más complejas para un migrante, elegir la ruta y la ciudad para alcanzar el sueño americano. En aquel momento, Donald Trump mantenía un discurso conservador antiinmigrante, hoy sabemos que era una estrategia electoral para fortalecer la base social que lo apoyaba, principalmente los grupos religiosos cristianos y de ultraderecha. AMLO usa la misma tónica, pero con el otro extremo, los grupos de una izquierda mexicana que entiende a la 4T como religión.

Parecía que la “caravana migrante” estaba orquestada desde Estados Unidos para sabotear a Donald Trump y potenciar los efectos de su discurso xenofóbico. Empero, nadie contaba en la ecuación con la pandemia por Covid-19 que provocó el cierre de las fronteras y la hiperlentitud en los trámites migratorios.

Por su parte, AMLO en México pasó del discurso de la solidaridad humanitaria con la “caravana migrante” a cuidar celosamente la línea fronteriza y repatriar por cientos para cumplir los caprichos de Estados Unidos. 

Los solicitantes de asilo se quedaron varados en la frontera del lado mexicano sin otra opción más que esperar a que la autoridad gringa les hable; así llegaron a las casas de migrantes o en hoteles, casas y departamentos en toda la ciudad para integrarse a la vida fronteriza mientras que les toca su turno. 

Entre los grupos de migrantes se hicieron grupos de WhatsApp donde compartían sus experiencias, en algún momento dijeron que en la frontera de Agua Prieta, Sonora, estaban atendiendo con mayor rapidez o que en Mexicali había jueces que aprobaban más casos de asilo.

Entre tanto, los migrantes de Cuba, Haití, República Dominicana, El Salvador, Venezuela, y de otras nacionalidades que pocas veces se habían nombrado por acá, comenzaron a hacer vida en las calles y en los negocios de Juárez. 

Estas ciudades fronterizas son un buen ejemplo de lo que llaman “tercer país seguro”, que se trata de un lugar de espera mientras un migrante intenta ir de su país de origen a otro país, sin embargo, no en todo México puede decirse que se aceptan estos flujos migratorios, como sí lo hace Juárez o las otras fronteras.

También, Juárez podría llamarse “ciudad santuario” para migrantes porque, a pesar de que la política migratoria de México busca repatriar a los migrantes para hacerle el trabajo pesado a Estados Unidos, es evidente que aquí se limita la cooperación entre las autoridades al mínimo, los migrantes pueden estar en cualquier espacio público sin ser perseguidos por las autoridades locales. 

En junio de este año, el fenómeno migratorio fue el detonante para que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estableciera por primera vez oficinas en Ciudad Juárez, con el fin de colaborar con las autoridades en la seguridad y la defensa de los derechos humanos de los grupos de migrantes.

Hace unos días, las alarmas se encendieron de nuevo, tras encontrar a 250 migrantes en una bodega de Chihuahua capital. El descubrimiento puso de nuevo en relieve el tema del tráfico de personas como actividad del crimen organizado. Estamos hablando de un negocio multimillonario invisible para las autoridades que casualmente no ven nada.

Mientras esto sucede, el viernes pasado, como si fuera una broma de mal gusto, siete soldados del Ejército Mexicano fueron detenidos por la policía migratoria fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), hay información de que uno de ellos estaba en posesión de mariguana. Es el colmo. La noticia ya le dio la vuelta al mundo y puso en evidencia la situación que vivimos en la frontera. 

Los migrantes están tan lejos de Estados Unidos y tan cerca de ser víctimas del crimen.

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