Las reveladoras fotos de una segunda limpia

Entre las imágenes captadas por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) al momento de tomar el martes el control del Cereso estatal 3 aparecen varias que llaman fuertemente la atención por el simbolismo que representan.

En una de las fotos aparecen decenas de PPLs (personas privadas de la libertad) sentados, en filas de al menos unos 15, de espaldas; abiertos las piernas, prácticamente todos rapados, cabezas agachadas, uniformes de tipo deportivo grises. Son vigilados por algunos policías con vestimenta táctica oscura completa, incluidos lentes y cascos.

La escena evidentemente es bajo un domo que protege de los elementos naturales a la famosa cancha de fut patrocinada al 100 por ciento por el fallecido líder Mexicle, Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, “El Neto”.

Desde luego no hay sobre esa obra licitaciones gubernamentales ni facturas que lo comprueben, ni investigación en curso de los órganos de control interno, menos de las solemnes Auditoría Superior del Estado o de la Secretaría de la Función Pública. Fue algo “filantrópico” nacido del también futbolero corazón de “El Neto”.

Es visible la portería con un cielo azul pintado de fondo en la barda, nubes, quizá un balón, y un par de cohetes dirigiéndose al espacio exterior. Es algo de arte primerizo.

Pero el dato más importante aparece al frente de los reos y no tiene que ver con el paisajista de los dibujos. En la foto se observa un preso sentado en una silla, que luego supimos se trata de una silla de ruedas, y después nos enteramos que es una silla de ruedas eléctrica.

Esa persona privada de la libertad aparece al frente de su ejército. No se sabe de quién fue la idea o cómo fue colocado en esa posición, pero es “El Tower”, Edgar G.C. sucesor de “El Neto” en la prisión. Dicen que reúne sus mismas características de inteligencia, capacidad operativa, liderazgo y violencia.

El apodo de “El Tower” apareció durante los últimos días en varias mantas de contenido amenazante contra varios mandos policíacos, contra varias corporaciones policíacas, contra las máximas autoridades del estado y contra grupos delictivos contrarios a Mexicles, u “Organización Criminal Independiente Mexicle”.

Los analistas de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública consideraron de inmediato que el uso del apodo de Edgar fue una táctica de distracción sí dentro del propio grupo delictivo, pero no del jefe encarcelado, sino de quienes permanecen o permanecían prófugos hasta antes de la colocación de tales amenazas.

Evidentemente, “El Tower” heredó el poder completo de Mexicles en el interior del Cereso. No tiene competencia porque fue mano derecha de Piñón junto con César Vega Muñoz, alias “El Chilín”, operador financiero del grupo, asesinado por los propios sicarios de “El Neto”, o por este mismo, al momento de la fuga del primero de enero.

“El Chilín” arrastró desconfianzas durante meses con su líder por su parentesco “político” con familia de otro grupo delictivo, “La Empresa”. Ambas organizaciones tuvieron la misma cuna, “Los Aztecas”, cuyo tatuaje común lo portó “El Neto” hasta su fin.

Las diferencias explotaron en fatalidad cuando “El Chilín” sostuvo su opinión primero de no concretar la fuga y después de no asesinar a los 10 celadores. Fue acribillado junto a varios presos más luego de probar su lealtad entregando varios millones de pesos a Piñón que tenía bajo su resguardo, según información revelada en las audiencias judiciales.

“El Tower” tuvo oportunidad de ser incluido en la fuga, pero al menos ahí se impuso la razón de su condición física. Padece secuelas de la guerra callejera que lo mantienen por temporadas en silla de ruedas. Rebasa por poco los 30 años de edad.

Distintas fotos tomadas por los nuevos manejadores del Cereso Estatal 3, demuestran no solo el power de “El Tower” al frente de su equipo, sino que la “limpia” aquella llevada a cabo por corporaciones de seguridad con el uso de varios camiones de volteo casi de inmediato fue superada por los líderes delictivos no solo de Mexicles, sino de los otros grupos que operan en el penal con fuerza considerablemente menor pero importante.

Son cuatro mil personas las internadas de ahí; no es exagerado aseverar que de ellos el 70 por ciento son Mexicles.

Muy acertada la decisión del Gobierno estatal en la ejecución de esa segunda limpieza al momento de pasar los penales de la Fiscalía a la Secretaría de Seguridad Pública. Juego nuevo con manejadores nuevos.

Otra de las fotos muy reveladoras de que las condiciones en el Cereso cambiaron poco tras la fuga, es un “tendido” sobre una mesa con cientos de cajetillas de cigarros marca Séneca, pero a un lado de las cajetillas decenas de jeringas nuevas que sin duda formaban parte del negocio interno de las drogas. Estaban más abastecidos que las farmacias del Seguro Social.

Otra foto corresponde a una pantalla grande de televisión instalada en una de las celdas, donde también hay varios ventiladores pequeños y un pequeño altar a la Santa Muerte con al menos una veladora encendida. Fueron varias las pantallas requisadas en otros sectores del penal.

En esa misma celda aparece una cocina bien equipada con plancha de gas, sartenería y múltiples accesorios para los alimentos. Los platos y los sartenes se ven de buena calidad. Tiempo es el que sobra ahí para cocinar y se nota que les gusta cocinar bien aunque también se trate de platos o platillos “clandestinos”.

Algún especialista en “marcas originales” asegura que unos tenis Armani vistos en otra imagen son piratas, pero otro analista manifestó dudas, en particular por las grandes cantidades de dinero que estaban manejando los líderes Mexicles y sus gastos enormes en vehículos blindados para sus operadores afuera del penal, residencias, etc. ¿Para qué comprar copias si pueden comprar originales y hasta de alta gama?

Este nuevo aseguramiento apenas un mes después de la fuga y de una primera limpia que incluyó el traslado de 191 reos a penales federales de máxima seguridad, agregó también decenas de armas hechizas, bocinas, una gran cantidad de figuras de la Santa Muerte y otra gran cantidad de artículos diversos. Las fotos hablan por sí mismas.

Igual que en el primer operativo, todo fue retirado ahora por personal de la Secretaría de Seguridad Pública que tomó el control del Cereso 3 y de los restantes 10 penales del estado.

Estos nuevos descubrimientos por parte de las autoridades hablan del reto que significa la gobernabilidad de ese Cereso estatal 3 y también del Cereso 1, o de Aquiles Serdán, pegado a la ciudad de Chihuahua.

Allá se repiten como en fotografía los mismos patrones conductuales de los “privados de la libertad” tanto en su desenvolvimiento al interior de la cárcel como al exterior. Es conocido que algunos de los identificados por las corporaciones policíacas como principales “generadores de violencia” en la capital del estado dirigen sus actividades desde el interior del Cereso.

Desde ambos penales han sido trasladados reos a cárceles federales, pero son apenas paliativos para el problema existente. Se llevan a 100 o 200 y se quedan cinco mil o seis mil, más del 90 por ciento conectados entre ellos a través de los principales grupos delictivos y pandillas que operan en Juárez, en Chihuahua y en el resto del estado.

Es tan familiar el conocimiento que tienen de las cárceles, de los directivos carcelarios, de policías, de jueces, de abogados, que no pasó siquiera un mes de una primera “limpia” para cuando volvieron a equiparse con lo “básico”, como armas y drogas.

El duelo de vencidas entre esos PPLs y las autoridades es tan permanente como terca debe ser la decisión de mantener la gobernabilidad en el estado, y dentro del estado, en el interior de los penales. Un día de cesión es un día de debilidad.