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Opinión

Las necesarias coincidencias por el bien de Chihuahua

Para el gobierno de la Cuarta Transformación, ha sido primordial enfrentar los problemas de fondo, es decir, atender las causas que por mucho tiempo fueron desatendidas

Juan Carlos Loera de la Rosa
Político

domingo, 26 septiembre 2021 | 06:00

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A casi la mitad del camino del gobierno encabezado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en franca coordinación con la instalación del  nuevo gobierno en el estado de Chihuahua y sus 67 municipios se abre una gran oportunidad para impulsar el desarrollo de nuestro estado. Sin lugar a dudas, coincidir en la identificación de los grandes problemas es un gran paso para aplicar con máxima eficacia las soluciones conjuntas a los mismos.

No obstante que existen fronteras muy bien definidas en cuanto a facultades y responsabilidades de los diferentes órdenes de gobierno, así como en lo que se refiere a la aplicación de los recursos, compartimos un objetivo en común: lograr un estado con bienestar y armonía para todos, sin dejar a nadie fuera y sin dejar a nadie atrás. En áreas fundamentales como la salud, educación y seguridad, es necesario trabajar en coordinación porque estos son asuntos en los que intervienen tanto el Gobierno federal, como el Gobierno estatal, ya que para lograr óptimos resultados, lo mejor es jalar la cuerda para el mismo lado, hablando coloquialmente.

Para el gobierno de la Cuarta Transformación, ha sido primordial enfrentar los problemas de fondo, es decir, atender las causas que por mucho tiempo fueron desatendidas y que gracias a ello se propiciaron condiciones de enorme desigualdad en nuestro país.  

Desde luego que las grandes desigualdades y la pobreza son los principales factores que han acarreado un cúmulo de adversidades en nuestra sociedad; es ahí donde deben enfocarse las principales acciones para tratar de zanjar este ancestral problema.

Desde el inicio del Gobierno federal actual, se emprendió una política salarial sin precedentes para elevar el nivel de ingresos de los trabajadores, ya que durante más de 35 años los salarios de la clase trabajadora fueron en franco declive, hasta llegar a una pauperización inaudita que trajo una reducción del poder adquisitivo en términos reales de casi el 80 por ciento. Desde principios de 2019 a la fecha se han elevado a más del doble los salarios en la frontera y aumentos considerables para el resto del país, incluso se ha legislado al respecto y ahora la ley estipula que cada año el aumento esté por encima de la inflación y de esta forma resarcir gradualmente el daño a la economía familiar causado por la dictadura neoliberal.

Al mismo tiempo se inició una política de Bienestar que asegure ingresos para aquellos sectores poblacionales que por razones obvias les resulta materialmente imposible incorporarse al mercado laboral, los adultos mayores y las personas con discapacidad, son un ejemplo de ello; pero también para aquéllos que por motivos principalmente de discriminación habían estado ancestralmente marginados, me refiero a los pobladores de las etnias originarias, que por cierto en nuestro estado son quienes le dan luz y vida a nuestro espíritu chihuahuense; para ellos se han creado 20 mil empleos dentro del territorio más profundo y agreste de la Sierra Tarahumara. En materia de educación superior, se han creado dos universidades completamente gratuitas en la Sierra Tarahumara, además se proporcionan becas a todos los estudiantes.

La política de becas tiene su programa estelar en el apoyo universal para estudiantes de preparatoria, los cuales alcanzan una cifra alrededor de 120 mil jóvenes en el estado, esta beca ha mostrado su éxito al evitar la deserción escolar y mantener a los jóvenes con un objetivo claro para su proyecto de vida, continuando así sus estudios con una ruta clara que los lleve a alcanzar una carrera profesional, lo cual indudablemente propiciará un espectro más amplio de oferta en el mercado laboral de nuestro estado en los próximos años, ya que habrá una amplia población joven con los rudimentos necesarios para que la subasta de mano de obra barata sea parte del pasado;  por cierto, hay que reconocer que durante los últimos años con el concurso de la iniciativa privada, principalmente en la industria maquiladora se ha venido especializando el nivel de los procesos de manufactura con la consecuente mejora salarial para los trabajadores.

También ha estado funcionando de manera permanente el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, el cual ha dado oportunidades de empleo y capacitación a miles de jóvenes que no habían encontrado alguna oportunidad dentro del mercado laboral, ahora mismo, ellos reciben un salario mínimo, al mismo tiempo que obtienen conocimientos y se especializan en algún oficio; luego, posteriormente podrán incorporarse a las actividades productivas que ofrece la iniciativa privada.

Todo esto tiene como objetivo atender las principales causas de la violencia con un enfoque muy distinto al estrictamente reactivo o de contención policiaca. Por otra parte, este problema se tratará también mediante un enfoque distinto, pero sin faltar estrategia, táctica e inteligencia en materia de seguridad.

El Gobierno federal ha tenido grandes avances, principalmente con la presencia de los elementos de la Guardia Nacional, así como en la edificación de cuarteles en lugares estratégicos que presentan un mayor índice de violencia y criminalidad; particularmente, en este asunto hay que subrayar la gran disposición del Gobierno estatal entrante de Chihuahua para enlazar todos los esfuerzos, cito por ejemplo, las mesas coordinadoras para la construcción de la paz. Desde las primeras semanas del inicio de su gestión este gobierno ha cumplido su responsabilidad dentro de la estrategia nacional de seguridad.

Sin embargo, reiterando el tema de la atención referente a las causas que propician la violencia, aquí en Ciudad Juárez es urgente sumar todos los esfuerzos para prevenir y atender el grave problema de las adicciones; según datos de la Fiscalía General del Estado, el 80 por ciento de los homicidios dolosos están relacionados con la disputa criminal por el mercado de las drogas a nivel local. Es ahí donde deberán enfocarse de forma prioritaria los esfuerzos del gobierno; las inversiones y esfuerzos en equipamiento, capacitación, tecnología, etc., para los cuerpos de seguridad quedarán desafortunadamente cortos si no atendemos de raíz el problema de las adicciones. Desde mediados de 2020 se ha implementado en nuestra ciudad un modelo de tres ejes para atender el problema:

En primer término, figura la prevención, la cual  ha estado dedicada prioritariamente a reincorporar a la escuela a jóvenes desertores de secundaria, quienes constituyen el grupo  que presenta mayor vulnerabilidad de caer en las adicciones; el segundo eje, lo es la atención dirigida a aquellas personas que ya están inmersas en este problema de salud; el tercero, es el de la justicia terapéutica y que tiene por objeto principalmente no criminalizar las adicciones, sino por el contrario, darle un enfoque humanitario que brinde la oportunidad de recuperación a los jóvenes adictos. Paralelamente, habrá que desahogar y depurar carpetas de investigación innecesarias y enfocar los esfuerzos de las fiscalías para desmantelar a las bandas e ir por los envenenadores y no por los envenenados. En este asunto he fijado en la mesa de seguridad, mi postura como delegado de los programas para el desarrollo, proponiendo el necesario concurso y coordinación de los diferentes órdenes de gobierno y de esta forma se reconozca este asunto como el principal problema en materia de seguridad.  

A casi un año y medio de pandemia, y luego de recorrer todo el estado en varias ocasiones, he percibido la enorme necesidad y demanda urgente del regreso a clases, tanto de niños y jóvenes, como de los padres de familia.

En realidad, independientemente de la semaforización que decreten las autoridades de salud, el inicio de clases de manera presencial es ya una prioridad, ya que la gran mayoría de niñas, niños y adolescentes durante este tiempo de no asistir a la escuela los chicos han convivido en la calle, mientras sus padres trabajan, porque el confinamiento dentro de sus casas -por cierto casi todas muy reducidas-, es ya casi imposible y sumamente tedioso. Es decir, mantener a los estudiantes fuera de las escuelas poco tiene que ver con el cumplimiento estricto de la sana distancia. Sin lugar a dudas, estamos ante un grave riesgo de descomposición social si las y los estudiantes no regresan a una vida comunitaria y de convivencia social, pero sobre todo me refiero al imperativo regreso a clases en forma presencial para continuar con su educación. Si se argumenta que el sistema educativo no está preparado para afrontar el regreso a clases, me atrevo a afirmar que mucho menos estaremos como sociedad en su conjunto preparados para contener las graves consecuencias sociales y comunitarias, así como las deficiencias en su desarrollo humano y los conflictos familiares subsecuentes ocasionadas por no reincorporar nuevamente a la escuela a nuestros niños, niñas y adolescentes.

La permanencia en las calles de nuestros niños y el convivir la mayor parte de su tiempo en las calles donde se pueden presentar no solamente problemas que los conduzcan a las adicciones y conductas delictivas, sino también la posibilidad de sufrir graves accidentes, además de ser sujetos de posibles secuestros o violaciones; este escenario parece espeluznante, pero no está lejos de la realidad.

Los tan anhelados resultados para Chihuahua se darán necesariamente en conjunto, pero sobre todo con el conocimiento de fondo respecto del origen y aceptación de nuestros problemas.

Entonces habremos dado un paso hacia un mejor porvenir para nuestra niñez y nuestros jóvenes que serán los arquitectos de un México más libre de adicciones y de conductas delictivas.

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