La tentación de los gobernantes autoritarios

Si algo ha caracterizado al actual proceso electoral que se desarrolla en muchas partes del país, ha sido la actitud autoritaria y despótica en las que han incurrido gobernantes y funcionarios de los tres niveles de gobierno.  Autoridades federales y estatales no han evitado caer en la tentación de influir y tratar de manipular estas elecciones. Su actitud de deja mucho que desear y provoca reiteradas llamadas de atención por parte de autoridades electorales. De cualquier modo y a toda costa tanto el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, como el gobernador del Estado de Chihuahua Javier Corral Jurado, intentan influir en este proceso electoral.

Al interior de Morena se perciben actitudes autoritarias y dictatoriales. 

La manera en que se designó a Juan Carlos Loera de la Rosa, sigue despertando demasiadas inconformidades y creando tormentosas rebeliones al interior del partido, tal parece que desde el centro del país existe toda la intensión de sostener esa candidatura, a pesar de que no existen bases para afirmar que puede ganar las elecciones donde se disputa el Gobierno del Estado de Chihuahua. La figura del exdelegado del Gobierno federal se encuentra sumamente desgastada y no goza de simpatías ni suficientes seguidores al interior de Morena y mucho menos al exterior.

Tener cercanía y ser incondicional del primer mandatario de la nación no le servirá de mucho para hacer campaña en algunas regiones del estado. De hecho algunos sectores del centro y sur de la entidad ya anticiparon que Loera de la Rosa no será bien recibido cuando acuda a solicitar el voto. El pésimo manejo de la crisis del agua que se suscitó en presas del estado, donde fue atacada de muerte una mujer y resultó gravemente herido su pareja, dejó mucho resentimiento e indignación entre agricultores y ganaderos del estado. Con ese grave antecedente, su designación pareciera una provocación desde la capital del país.

Pero también el gobernador de Chihuahua sigue dando evidentes muestras de autoritarismo al querer imponer a toda costa a su candidato, el senador con licencia Gustavo Madero. En los días pasados han arreciado los ataques desde el Gobierno del Estado en contra de Maru Campos y también aumenta la presión a militantes panistas y empleados estatales para que se inclinen por Madero en la selección interna. En estos momentos todo el aparato del estado se encuentra abocado a lograr imponer a Madero a pesar de que no se ubica como favorito en sondeos y encuestas. Pero todo indica que los militantes del panismo no aceptarán una elección de estado.

El gobernador del estado intenta ganar en el escenario judicial y tumbar la candidatura a la aspirante más fuerte, Maru Campos y el tiempo lo tiene encima. Corral sabe que si los panistas deciden el próximo domingo de manera libre y sin presiones, Maru Campos será la próxima abanderada a la gubernatura del estado por el PAN. La desesperación ha sido tan evidente y la muestra de que el gobernador del estado tiene metidas las manos en este proceso interno, es que el propio consejero jurídico del Estado, Jorge Espinoza opera las instrucciones de su jefe para tirar esta candidatura de Maru Campos y dejar el camino libre a su favorito, Gustavo Madero.

Este fin de semana, se vivió un episodio más de desesperación cuando trascendió que el Consejero jurídico del Estado, Jorge Espinoza al parecer amenazó con meter a la cárcel al juez Cuarto de Distrito, Gabriel Pacheco Reveles y al secretario en funciones, Víctor Ávalos. Ellos han sostenido que se mantendrá vigente el amparo promovido por la alcaldesa de Chihuahua con licencia en su derecho constitucional de conocer los “supuestos” expedientes en su contra fabricados por la Fiscalía General del Estado. Después horas de alegatos, el juez federal decidió mantener vigente este recurso legal, lo que provocó que Espinoza enfureciera porque no se quiso cumplir con la orden de su jefe de tirar a Maru Campos. El juez federal, dio parte al Ministerio Público quién acudió a la audiencia a levantar evidencia de hechos y se espera que en las próximas horas presente una denuncia penal contra Espinoza por amenazas.

Este tipo de actitudes antidemocráticas afectan mucho el desarrollo de este proceso electoral. Se ha batallado e invertido tiempo, dinero y esfuerzos a lo largo de los años para alcanzar procesos electorales democráticos, como para que ahora sean las propias autoridades federales y estatales quienes pongan en riesgo estas elecciones tan importantes. Se ha avanzado mucho y la sociedad no puede permitir un retroceso tan rápido y menos en tiempos tan difíciles. Ante la delicada crisis sanitaria y económica que se padece en estos momentos, no se debe dar cabida a la tentación de gobernantes de caer en el autoritarismo.