Opinión

La fuerza de los paisanos

El motor que mueve la economía en cientos o quizá miles de localidades en nuestro país...

Juan Carlos Loera De La Rosa
Político

domingo, 01 diciembre 2019 | 06:00

El motor que mueve la economía en cientos o quizá miles de localidades en nuestro país, es sin duda el arribo de paisanos en diferentes épocas del año, siendo la temporada navideña la que mayor impacto representa.

El amor al suelo patrio, la nostalgia de los sabores, olores y paisajes de nuestro país pero sobre todo el arraigo familiar que caracteriza a quienes se vieron obligados a migrar de sus tierras, son motivos suficientes para que millones de hogares se cubran de felicidad cuando las familias se reencuentran.

La historia de la humanidad está ligada a la migración constante desde los primeros seres que han habitado nuestro planeta. La civilización actual no se entendería sin los grandes flujos migratorios que han caracterizado el devenir de la raza humana. Este fenómeno que ha sido una constante se recrudece bajo ciertas circunstancias, principalmente las de índole económico, aunque recientemente la violencia y los desplazamientos forzados han sido otro de sus componentes. Para los más de 13 millones de mexicanos y mexicanas que viven en Estados Unidos, en su momento no tuvieron otra opción, cruzar la frontera se convirtió en la única alternativa para  tener mejores condiciones de vida, pero no solamente para ellos, sino para sus familiares que dejaron atrás y que muchos no vuelven a ver o tardan muchos años para reencontrarse; esto, debido a la falta de documentación migratoria que les permita transitar libremente entre ambos países.

El dinero que envían a sus familiares se ha convertido en la principal fuente de divisas en nuestro país, superando así a los ingresos petroleros. Nuestros hermanos migrantes a quienes el régimen neoliberal les obligó incluso a arriesgar hasta su propia vida, sufriendo vejaciones y segregación fuera de su patria, no obstante, a pesar de todas estas vicisitudes han sabido superar todo tipo de adversidades gracias a su nobleza y su gran capacidad para el trabajo; ellos no solamente son el sustento de sus familiares aquí en México, sino que se han convertido en uno de los principales  protagonistas económicos de nuestro país.

Se han alcanzado cifras récord en las remesas de dinero enviado por nuestros paisanos, se estima que para este año se alcancen los 35 mil millones de dólares, y que tan sólo por concepto del IVA generado, sea cercano a los dos mil millones de dólares el monto de lo recaudado, pero además, en muchos lugares este ingreso es el principal generador de economía. La importancia es tal, que el envío de dinero se ha convertido en el sustento para 1.8 millones de familias, asimismo es un factor de gran relevancia para la macroeconomía del país.

Nuestros paisanos –lo ha dicho el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador–, son verdaderos héroes, por eso es justo que no exista menoscabo ni regateo para atenderlos cuando vuelven a nuestro país, la mejor bienvenida es respetando cada uno de los derechos que por ser mexicanos les otorga nuestra Constitución.

El tema de la migración y el desplazamiento humano forzado han estado en el epicentro mundial en los últimos años con fenómenos históricos, como la crisis migratoria en el mediterráneo, las grandes caravanas migratorias de personas provenientes de Centroamérica y el Caribe que arribaron a nuestro país en busca de asilo humanitario o político en Estados Unidos, así como el mismo hecho de que diez por ciento de los nacidos en México hayan buscado mejor vida en el país del norte. Lo anterior obliga al Estado mexicano a definir la política migratoria como un asunto de alta prioridad; de hecho, en la relación con Estados Unidos en este primer año del gobierno de López Obrador, la agenda principal ha sido la migratoria que ha salido avante a pesar del sinnúmero de complejidades, estas se han sorteado siempre con un alto sentido humanitario bajo los principios de solidaridad y de ayuda y siempre privilegiando el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes. En esta agenda, Ciudad Juárez ha sido uno de los referentes principales y en ello se ha hecho patente el carácter hospitalario y de ayuda mutua de los juarenses. Tal pareciera que el sumo pontífice Francisco Primero se hubiera adelantado en el tiempo escogiendo a Ciudad Juárez en 2016 como un referente emblemático en su lucha en favor de los migrantes, ya que este fue  uno de los principales motivos durante su visita en ese año.

Con el fin de año se llega la temporada de los paisanos, se estima que desde incluso antes del inicio de la temporada decembrina sean más de tres millones de connacionales que estarán regresando a casa, démosle la bienvenida y el agradecimiento por su carácter indomable, de gran amor por su tierra y por su gente; como dijo Andrés Manuel, “hay que recibirlos con mucho afecto, con mucho cariño”, y yo agregaría, con sumo respeto y admiración.

Para lograr una agradable estancia de nuestros compatriotas el Estado Mexicano ha unido el esfuerzo de veintiún dependencias federales, gobiernos municipales y estatales, así como la sociedad civil para asegurar que el tránsito y la estadía de nuestros paisanos sea segura y sin dificultades. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Migración ha puesto a disposición desde el primero de noviembre diversos apoyos para orientar y brindar la información necesaria para reducir al mínimo las dificultades, también se han puesto en operación sitios de Internet e incluso aplicaciones móviles y cuentas de redes sociales.

Sin embargo, hay un gran pendiente, que se traduce en un gran conflicto en ocasiones; me explico: como es de entenderse; los paisanos que viajan a México son aquellos que han regularizado su situación migratoria en Estados Unidos y pueden volver hacia el norte sin problemas legales, muchos de ellos se han convertido en ciudadanos estadounidenses y tal como lo prevén nuestras leyes, ya que nunca dejan de ser mexicanos; sin embargo, legalmente al momento de identificarse con su pasaporte estadounidense, por ley son tratados como extranjeros y no como mexicanos lo cual al momento de realizar ciertos trámites como la internación de sus automotores o el simple ingreso por vía aérea o terrestre les requieren su permiso migratorio, esto es una severa omisión y falta de respeto a sus derechos como mexicanos; ante tal contradicción, durante el tiempo que tuve el honor de representar a los ciudadanos de la primera circunscripción como diputado federal presenté una iniciativa con carácter de decreto que adicionará un párrafo segundo al artículo tercero de la Ley de Nacionalidad, la cual permitirá que los mexicanos que hayan adquirido otra nacionalidad, se les debe  aceptar el pasaporte de ésta ultima como documento que pruebe e identifique su nacionalidad mexicana (los pasaportes de todos los países establecen por escrito el lugar de nacimiento del identificado). Dicha iniciativa ya fue dictaminada favorablemente por la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados y ahora se encuentra en el Senado en espera de ser aprobada, está en manos de los senadores enmendar tal error.

Mientras tanto, sean bienvenidos paisanos.

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