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Opinión

La coordinación de los 3 niveles de gobierno desde la instancia y quehacer municipal

En algún estante o cajón de un servidor (a) público (a) del Gobierno del Estado debe existir un documento que describa y justifique lo que se está realizando

Martha Patricia Barraza De Anda
Académica

jueves, 15 abril 2021 | 06:00

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Agradezco a El Diario de Juárez la oportunidad de expresar mis ideas y compartir conocimientos y experiencias acumuladas a partir de esta fecha. Agradezco también anticipadamente a quienes lean estas líneas y realicen comentarios. Me gustaría iniciar con un tema que como habitante de Juárez nos impacienta en estos días, entre otros. Esto es lo relativo a las obras para la transformación del transporte público, ciclovías y jardineras en nuestra ciudad. En algún estante o cajón de un servidor (a) público (a) del Gobierno del Estado debe existir un documento que describa y justifique lo que se está realizando. Sin embargo, esa información y sobre todo una sensibilización que justifique los sin sabores, dudas de su viabilidad y la creencia que pueda ser una obra de “relumbrón” de fin de período gubernamental, no se ha dado. Por lo tanto solo podemos sentir y juzgar el lado negativo de lo que vemos. 

Esta experiencia la traslado a la reflexión de una impostergable necesidad de coordinación contundente y responsable de los tres niveles de gobierno, en donde el Ayuntamiento en todos sus componentes tome la responsabilidad de estar al tanto, preste seguimiento, evalúe y principalmente informe y participe a la ciudadanía que habita el municipio. En la modalidad de federalismo que hemos adoptado desde la Constitución de 1824 (y que persiste en la de 1917), las mayores competencias se formulan explícitamente para la Federación, y con ello, acorde a expertos del tema, las entidades federativas se gobiernan y relacionan a partir del principio de la competencia residual. El artículo 124 de la Carta Magna que todavía nos rige es fundamental en ese aspecto, distribuye las competencias de forma dual. Con la reforma al 115 constitucional en 1983 se le proporcionaron mayores facultades a los municipios que se complementan con las de 1999. Esta evolución es decisiva para el quehacer municipal, entre otras, porque aumentan sus competencias y le proporcionan una fuente de ingresos propios. No obstante, reformas van y reformas vienen y el asunto de la coordinación, para que los destinatarios conozcan y evalúen lo que en su demarcación geográfica se efectúa con los recursos públicos administrados por la instancia que los realiza, se omite. Esta NO coordinación o DEScoordinación abona copiosamente al tema de la ineficiencia e ineficacia del uso de los recursos y por ende de las obras o programas realizadas u operados. De ahí la necesidad de que se otorgue a la instancia municipal la facultad de incorporar a su quehacer la de conocer, vigilar, evaluar e informar, de manera conjunta con la instancia ejecutante, toda política pública traducida en programas, obras y demás que impacten la vida cotidiana de sus habitantes. Si partimos de que en todos sus niveles los presupuestos son reducidos, los comprime más el hecho del desconocimiento de las autoridades y funcionarios municipales que corresponda el asunto. Hasta ahora la coordinación, cooperación y colaboración es expresa en materia fiscal y de seguridad. En otros temas es acorde a la voluntad, interés, visión, etcétera de los actores o responsables involucrados. Existen una buena cantidad de comisiones mixtas en diferentes asuntos, donde la parte municipal asiste prácticamente como oyente. Sin duda hay algunas que han operado con éxito temporalmente, el tema de migración y género pueden ser un ejemplo plausible. En este tenor, eventualmente alguna colaboración de la instancia municipal se pueda apuntalar para su éxito, amén de que por lo menos se conozca más a fondo su posible beneficio. 

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