Juntos por la seguridad de Chihuahua

Es un hecho que toda sociedad aspira a poder vivir, crecer y trabajar en paz, así como a generar contextos que hagan posible la realización de nuestros proyectos personales de vida. 

Garantizar la seguridad, la paz y tranquilidad para las familias es una de las más grandes tareas de todo Gobierno. En Chihuahua somos conscientes de que esa garantía sólo es posible a través de una estrategia integral que, en el caso de los diversos tipos de violencia, vaya más allá de la contención. Esto significa que debemos abordar el problema de raíz, emprendiendo acciones de seguridad, pero también de prevención y de una diligente construcción de la paz social. 

Para una servidora esta tarea, más allá de un tema de estricta gobernabilidad, significa también una responsabilidad moral con todos los chihuahuenses, y estamos comprometidos con hacer valer el Estado de Derecho que tanto nos ha costado mantener.

Sin embargo, existen situaciones que nos demandan reforzar nuestra estrategia, y así alcanzar ese Chihuahua en donde todos anhelamos vivir tranquilamente.

Como sabemos, recientemente fue localizado en el Estado de Sinaloa el cuerpo de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, autor de diversos crímenes, entre ellos el atroz asesinato de dos integrantes de la comunidad jesuita en Cerocahui y de dos civiles en el municipio de Urique. Estos hechos tan lamentables hacen visible años y décadas de desatención a problemáticas que trascienden las fronteras locales, pero que al mismo tiempo nos exigen atenderlas inmediatamente.

Aquellos dolorosos acontecimientos que nos marcaron profundamente nos movilizaron para duplicar nuestros esfuerzos, con acciones contundentes. Por ejemplo, con el despliegue de mayor presencia policial, la vigilancia en áreas de alto riesgo y la formación de grupos de trabajo especializados en la lucha contra la delincuencia, siempre de la mano de los distintos niveles de gobierno. Todo esto, con miras a proteger la vida y la integridad de todas las personas que se han visto amenazados por los generadores de violencia.

Como resultado de estas acciones, logramos generar 34 detenciones en toda la zona afectada, así como también el resguardo de armas de alto calibre, vehículos ilegales, y la incautación de importantes cantidades de droga, y que impactaron de manera directa en la organización criminal de este personaje delictivo. 

Es muy importante señalar que los operativos de seguridad y las acciones por la paz no se detienen con la captura o el abatimiento de los generadores de violencia. El compromiso con las regiones que han sido tocadas por la violencia continúa, como bien lo dijimos en hace unos días en la instalación de la mesa de implementación de las medidas cautelares, emitida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Pero además, el trabajo por la seguridad y por la paz solo es y será posible desde una colaboración y trabajo de cercanía entre los tres niveles de Gobierno, así como también de la mano de los distintos sectores de la sociedad, que desde su trinchera contribuyen a la construcción de una cultura de paz.

Solo juntos, podemos atender desde su raíz el problema de la violencia, para que en un futuro las medidas de reacción se presenten como excepciones.

Solo juntos podemos atender la desigualdad, la falta de oportunidades laborales y educativas. Por eso, desde nuestro Gobierno y con una profunda visión de cercanía, trabajamos de la mano con la sociedad civil organizada, con el sector productivo, con los padres y madres de familia, y con todos los chihuahuenses de buena voluntad. Y aunque este trabajo no es fácil, tampoco es imposible. Soy una convencida de que en este Estado somos más las personas que buscamos la paz y la tranquilidad.

En Chihuahua, seguiremos trabajando arduamente por la seguridad de nuestras familias, tendiendo puentes de diálogo y colaborando en todo lo posible. Así lo hemos hecho hasta ahora, y así nos mantendremos.