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Opinión

Juárez, tierra de oportunidades

¿Qué hay de Ciudad Juárez? ¿Qué podemos decir de nuestra frontera, que nos llene de orgullo al hablar de ella? Estoy segura que con un poco de objetividad y otro poco de gratitud, hay mucho que presumir de la tierra que hoy nos cobija

Zuri Medina
Analista

viernes, 19 agosto 2022 | 06:00

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Cuando llegué a Juárez, hace veinte años, la ciudad no me pareció bonita, imagínese ¡venía de Cancún! y es obvio decir qué ciudad ganaba esa competencia. Mi padre hasta hoy, bromea diciendo que “era muy listilla por querer regresar a vivir a Cancún”.

Y luego, nací en Jalisco, un estado con extraordinarios sitios turísticos para visitar, una gastronomía exquisita, con el folclor rebosando en cada esquina, bailes, tequila, dulces típicos, fachadas pintorescas, calles adoquinadas, sombreadas por sus árboles. Es fácil hablar bien de un sitio tan encantador.

Pero… ¿qué hay de Ciudad Juárez? ¿Qué podemos decir de nuestra frontera, que nos llene de orgullo al hablar de ella? Estoy segura que con un poco de objetividad y otro poco de gratitud, hay mucho que presumir de la tierra que hoy nos cobija.

Empecemos por nuestro nombre actual “Heroica Ciudad Juárez”, nombre aprobado por el Congreso del Estado de Chihuahua en el año 2011, justo en el cumplimiento del Centenario de la Toma de Ciudad Juárez, y para hacer patente la importancia que tuvo nuestra ciudad durante la Revolución Mexicana. Lo anterior, sin dejar de lado que, en el norte del país, es una de las ciudades con mayor relevancia histórica, al ser en varias ocasiones, capital provisional de la República.

Este protagonismo en la historia nacional nos permite tener sitios que podemos y debemos mostrar a quienes nos visitan o a quienes dicen “en Juárez no hay nada”, y entonces para callar bocas, llevarlos a conocer la Casa de Adobe, réplica de la casa en que Madero se refugió durante la Revolución. Luego, llevarlos al edificio de la Antigua Presidencia Municipal, darles tiempo vasto para leer la historia de nuestra ciudad, plasmada en los muros de tan hermoso recinto, y ya que andamos en esa zona, llevarlos a conocer el Muref, otro sitio que alberga buena parte de nuestra historia.

Para quienes buscan otro tipo de atractivos, están las zonas naturales de nuestra región, me refiero a los Médanos de Samalayuca, que se ubican en el desierto más extenso de América del Norte, unos kilómetros hacia el sur de nuestra ciudad y ofrecen la posibilidad de practicar deportes extremos, paseos en vehículos todo terreno y otras actividades poco comunes.

Muy cerca de las dunas, encontraremos los Petrograbados. Según el programa Destinos México, hay veintiún sitios de arte rupestre identificados en el área y se calcula que hay al menos tres mil petrograbados, con una antigüedad estimada en aproximadamente dos mil años.

Por cierto, médanos como los que hay en nuestro desierto, no abundan en cualquier parte del mundo.

Vista desde otros enfoques, de acuerdo al Censo 2020 del Inegi, Ciudad Juárez y El Paso, forman la segunda zona metropolitana transnacional más grande de México y los EU (la primera la integran Tijuana-San Diego). Ya en el interior del país, según los criterios establecidos entre Conapo e Inegi, existen 77 zonas metropolitanas y Ciudad Juárez ocupa la ¡posición número nueve, además de ser la sexta ciudad más poblada del país!

¿Qué tiene de relevante esto? “Cada lugar tiene lo suyo” dice mi madre y comprobado está. Ciudad Juárez es una tierra que nos ha albergado a todos, de cualquier sitio de origen que hemos venido; nos ha abierto sus puertas; nos ha brindado oportunidades de educación, de trabajo, de emprendimiento, de desarrollo personal y familiar. Aquí hemos comprado nuestro primer carro, hemos formado nuestro patrimonio y es tan generosa, que a pesar de la explotación que hacemos de sus desérticos recursos, continúa siendo la tierra de oportunidades para más de un millón y medio de personas habitamos esta frontera.

En tres mil caracteres no puede decirse lo que Juárez tiene para el mundo, pero yo le invito querido lector, juarense de nacimiento o por adopción, a que seamos más introspectivos, que conozcamos más nuestra ciudad, escudriñemos en sus calles y rincones, y decirle al mundo todo lo que Juárez nos ha dado a nosotros y todo lo que ellos pueden conocer en esta bendita tierra.

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