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Opinión

Entre humanistas te veas

De acuerdo con el filósofo alemán Gustav Radbruch el concepto de humanidad tiene una larga y hermosa historia

René Javier Soto López
Académico

martes, 29 noviembre 2022 | 06:00

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De acuerdo con el filósofo alemán Gustav Radbruch el concepto de humanidad tiene una larga y hermosa historia.

La palabra “humanitas” fue creada al fusionarse la cultura romana con la griega, y era uno de los vocablos predilectos de Cicerón, quien la definía como la formación humana y espiritual de hombre. Por su parte, el abogado y escritor romano Aulo Gelio hacía alusión que, en su época, el concepto humanitas se trasformó en el sentido de lo que los griegos llamaban philanthropia, es decir, amor a lo humano, amor al hombre.

El pasado domingo 27 de noviembre, se llevó a cabo por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, una marcha como parte de su cuarto informe de actividades, a la cual se sumaron personalidades de la vida política de Ciudad Juárez, como el alcalde Cruz Pérez Cuéllar, en una clara señal de apoyo de su gobierno y sus intereses. 

Dejando de lado la politiquería relacionada a las marchas, mi interés se centra la aquella denominación con la cual nuestro presidente etiquetó a su política, “Humanismo mexicano” que en sus palabras busca darle un distintivo para la definición de su modelo de gobierno.  

Considerando lo anterior, el estudio y análisis del humanismo surgió a mediados del siglo XV dentro de las escuelas italianas de la época, en las cuales se hacía mención al “humanistae” (humanista) aquellas personas que su actividad se desarrollaba en comprender y entender el valor del ser humano. 

Asignarle un valor el ser humano, es un tema que ha generado debates políticos y filosóficos de gran envergadura, dirigir y orientar el discurso hacia un modelo de pensamiento es una situación que no se debe tomar a la ligera. Muchas han sido las posturas de políticos y dirigentes que han querido abrir ese debate, asignando valores y “esencia” a una visión social que no muchas veces queda claro los pilares ideológicos que la sostienen. 

Hablar de un humanismo mexicano para el discurso, es un concepto potente, claro, porque enciende el sentido de pertenencia y busca vincularse con aquellos ideales presentes en el contexto global actual, pero cuidado, pues el mismo presenta una tremenda opacidad y una connotación propia de aquel territorialismo existente y restrictivo a inicios de la revolución mexicana, que no veía más allá de sus límites e impide la consolidación de un concepto global y verdaderamente humano al establecer sus fronteras en un criterio nacionalista muy necesario en aquella época, pero carente de fuerza en la actualidad.  

El humanismo es un concepto sin fronteras, ni banderas, que pertenece a todas y todos haciendo a un lado la política y estableciendo un modelo de paz e igualdad para cada ser humano en el planeta. Dejemos de asignarles sufijos o elementos adicionales el humanismo es uno solo, no caigamos en el absurdo de apropiarnos o tropicalizar innecesariamente aquello que ya tiene un criterio general y neutro para la sociedad, o ¿es qué acaso además del populismo existirá también el populismo mexicano? 

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