En unas horas cinco mil firmas vs troncal

• En unas horas cinco mil firmas vs troncal

• Ofenden la memoria del ministerial caído

• Juárez Iluminado deja regalo a municipios

• Otra vez puede estallar la crisis del agua

Debería llamar la atención de la autoridad estatal el hecho de que, en unas cuantas horas, en la plataforma Change.org el rechazo a otra troncal sobre la avenida Manuel Gómez Morín haya juntado alrededor de cinco mil firmas.

Si ya no importa el contundente rechazo general, debe Gobierno del Estado reparar en la creciente percepción de que los frentes de obra, sin planeación y a capricho que se construyen aquí, no son otra cosa que una robadera de dinero sólo explicable para un ‘año de Hidalgo’.

En la versión digital de La Columna está la muestra de la petición avalada por los juarenses para impedir la destrucción de la avenida y algunos de los miles de comentarios que coinciden en lo que motiva la obra pública.

El argumento de la petición es muy claro. Va en contra de quien en campaña, Javier Corral, dijo que el “ViveBús” a nadie sirve, pero a todos les cuesta. Calificó la primera troncal duartista, exactamente igual a las que se realizan ahora bajo su mando, como un monumento a la corrupción y a la ineptitud.

“Esto no ha bastado para que el Gobierno del Estado de Chihuahua se dé cuenta que esta no es la solución al problema de transporte público y ahora irá por la destrucción de una de las principales avenidas comerciales de la ciudad”, dice la petición.

“Demostremos que las decisiones no las toma una sola persona. Basta de que sigan haciendo lo que quieran con la ciudad, gastando el presupuesto que nos corresponde en obras poco adecuadas, mal hechas y corruptas”.

“Es un mal proyecto que sólo perjudica y es para robar dinero”, dice Armando Longoria. “Sólo gastando el dinero que no es suyo y que los contribuyentes tenemos que seguir pagando año con año, y no se hacen responsables de nada (...) Pura malversación de fondos. Rateros”, apunta Karla Galaviz.

Imposible plasmar todas las reacciones escritas en la plataforma cibernética, pero las coincidencias en lo que perciben los juarenses son notables.

Acusan todos de un momento inoportuno para las obras, mala planeación, inversión innecesaria habiendo carencias más graves y deshonestidad en la ejecución para enriquecer a unos cuantos, a costa del sufrimiento de una ciudad entera. Pero ni eso mueve a la reflexión a los burócratas que van de salida.

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Ahora preguntémonos: ¿existe realmente la demanda como para el éxito económico de las troncales en plena pandemia, o terminarán muchas de sus estaciones grafiteadas y en el abandono?. A Corral le importará un comino. Ya se va.

Actualmente la ciudad está inundada de camiones chatarra que contaminan y son muy molestos, pero está por verse si los concesionarios del transporte cumplen y realmente pueden alimentar las rutas sanamente como para que su inversión valga la pena, especialmente ahora que Uber y Didi son tan populares.  

Bien por la Presidencia municipal en exigir que antes de empezar en la Gómez Morín, se implemente una ruta alterna.

Lo mismo debería suceder en otros puntos de la ciudad. Actualmente muchas de las desviaciones no están bien señaladas; tienen mucho tiempo estorbando y los baches abundan.

Más que un elefante blanco, este proyecto pudiera terminar como un monumento estructural fantasmal para Juárez.

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Así ha sido la mayoría de las veces, pero no deja de ser llamativo por la indolencia extrema mostrada: el gobernador Javier Corral y sus fiscales prefirieron hacer alguna otra cosa de domingo, como jugar golf o tenis, en vez de acudir al funeral de Héctor Efrén Almarán Guerrero, el policía ministerial caído durante la semana en Ciudad Juárez.

Ni el fiscal general, César Augusto Peniche, ni el fiscal de la Zona Norte, Jorge Nava, fueron para cuando menos hacer presencia, dar sus condolencias y mostrar sus respetos a la familia del agente abatido. Menos iba hacerse presente Corral, desligado por completo de la realidad del estado.

También fue notoria la ausencia de autoridades estadounidenses, pese a que Almarán pereció en el operativo de captura de un fugitivo de Nuevo México, Mark James Esquibel, quien por cierto estaba acusado de haber dado muerte a otro policía en el país vecino.

Esas ausencias ofendieron la memoria del caído. Su deceso nunca lo podrá olvidar su familia, pero no es para motivar siquiera la presencia de las primeras autoridades en materia de seguridad, las que mantienen a la entidad y principalmente a la frontera bajo los dictados de la delincuencia.

No es sólo el protocolo al que faltan Corral, Nava y Peniche, es a una responsabilidad directamente ligada a la poca eficiencia que han mostrado. Y pensar que hace unas semanas los fiscales no dejaban pasar ni un sepelio ni un bautizo, cuando estaban interesados en una candidatura por el PAN, donde les cerraron las puertas.

Nadie más que Álvaro Serrano, director de la Agencia Estatal de Investigación, y el primer comandante en Juárez, Guillermo Arturo Zuany,  hicieron acto de presencia en la despedida de su compañero muerto. Nadie más que ellos, tampoco, se ha ocupado de los otros heridos.

Así ha sido en gran parte de los hechos de sangre que han marcado la administración que por fortuna está por terminar. No tenía por qué ser diferente ayer.

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En la última sesión de Cabildo que encabezó como alcalde, Armando Cabada sacó el acuerdo de donación de 15 mil lámparas de vapor de sodio y aditivo metálico, de las que se han ido sustituyendo como parte del proyecto Juárez Iluminado.

Esas luminarias están a partir de hoy a disposición de los ayuntamientos que soliciten algún lote, pues sobre todo en los municipios vecinos pequeños son de gran utilidad. Es el regalo que les deja el Juárez Iluminado que, aunque incompleto en comparación con el original, es de las obras que marcarán la administración independiente.

El donativo, sin embargo, no fue bien recibido por regidores opositores como Amparo Beltrán, Óscar Gallegos y Laura Rodríguez, quienes alegaron que deberían usarse en otras partes de la ciudad donde el programa de mejoramiento del alumbrado público no llegaría.

La oposición por el solo hecho de oponerse evidenció el desconocimiento de los ediles, pues sale más caro –se los podría explicar el director de Alumbrado Público, Ramón Guillermo Lara– quitar y poner lámparas viejas, que sólo suplirlas por las nuevas de LED y regalar las antiguas.

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En el Tribunal Superior de Justicia del Estado apenas tratan de arreglar una fuga cuando cae una nueva tormenta. Así ha sido desde la designación forzada de “Lucha” Castro en el Consejo de la Judicatura, lo que dejó a su paso rebabas que no se han podido limar ni con el paso del tiempo.

El nombramiento de Pablo Héctor González como magistrado presidente, en lugar de Julio Jiménez Castro, nunca fue del agrado de la barzonista, quien siempre le trató como a un igual, sin respeto a su investidura. Lo ve y lo vio siempre al mismo nivel, dado que igual que ella fue impuesto desde Palacio.

Transitaron sin problemas, por lo menos en lo público, hasta que, por cuestiones de salud, Castro renunció al cargo y ahora puede darse el lujo de insultar no sólo al Poder Judicial, orquestando una manifestación en el patio central, sino además de forma personal a su presidente González Villalobos.

Ante los insultos, del Tribunal Superior no salió más que una respuesta floja, tibia, de parte de su vocero Israel Hernández, impuesto por “Igor” del Castillo, quien con el poder que le da su padrino Corral ha metido en el área de Comunicación del Tribunal a por lo menos dos de sus amigos.

El pretexto de tan tibia respuesta por parte del exvendedor de revistas, que por cierto participó en las estrategias de comunicación en la campaña de Gustavo Madero, es que es por ajustes y mandato de la Dirección de Administración que se están realizando cambios y despidos dentro del Poder Judicial.

A ver si a Zulema Palma, la administradora del máximo tribunal estatal, le cae bien que le estén aventando la pelotita.

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Otra vez el agua podría derivar en una crisis política en la zona sur del estado, pues esta semana deberá abrirse La Boquilla para la entrega de agua concesionada para riego, pero los manifestantes que la mantienen tomada no han cedido a la petición de retirarse.

Hay una velada amenaza de la Comisión Nacional del Agua a nivel central, no reconocida públicamente pero sí latente: si no dejan la presa las compuertas van a permanecer cerradas.

Esta semana, por lo tanto, se pondrá a prueba la capacidad de la delegada federal en la entidad, Bertha Alcalde Luján, para conciliar en el conflicto. La tarea es muy compleja porque la Conagua hace lo que le da la gana desde el centro del país y poco le importan las consecuencias políticas.