En el microfonazo estuvo el karma

-En el microfonazo estuvo el karma

-Eunice, Miriam y ‘El Puma’, no el alcalde

-Ahora los médicos preparan caravana

-Brincan ediles por crimen ecológico

Vaya susto el que sufrió ayer el capitán de guarros, Manuel Escamilla, cuando a su objeto de protección le cayó encima un enorme micrófono, afelpado pero directo y a la cabeza. Dirían los narradores policiacos, en hechos ocurridos en avenidas Francisco Villarreal y Teófilo Borunda. Antes que el sol apretara a los 38 grados.

Por fortuna, la víctima del “golpe”, el gobernador Javier Corral, portaba casco de obrero y la anécdota pasó inmediatamente del infarto a lo chusco… y de ahí a la risa, a los chistes y hasta a los memes; “¡tómala, por wuevón!”, el que fue convertido en viral.

No es broma. El gobernador contrató los servicios de una productora televisiva seleccionada por su vocero, Manuel “Igor” del Castillo, para elaborar spots en la construcción de varios puentes que acumularon hasta seis meses de retraso.

“Igor” dejó sus papel de comunicador y de jefe para dirigir personalmente “la producción”. Ahí se observa en el video su papel. Quiso “acomodar a modo” a su patrón para las cámaras. Dócil, el jefe mayor se dejó conducir como actor en set de Televisa. Su especialidad.

Se armó el amontonadero de gente, impidieron el trabajo libre de los técnicos hasta que uno de ellos por poco y va de bruces con el micrófono por delante hacia la humanidad del actor estelar, Javier Corral. La intención seria fue convertida en momento incómodo, cómico.

Nada que pudiera hacer el jefe de escoltas, Escamilla, más preocupado ya porque termine el quinquenio y tomar su jubilación. En sus manos por poco muere un gobernador y al otro casi lo descalabran.

Sería el karma. Antes del recorrido, otro que se apartó de su función como secretario particular del gobernador, fue Francisco “Pancho” Muñoz, a quien de repente le dio por empezar a tomar fotos a los fotógrafos de los medios informativos locales.

Buscó intimidar. Los periodistas se invitaron solos al recorrido y eso le molestó en particular a la “vocera” local, Evangelina Mercado.

Muñoz es de los clásicos llamados chihuahuitas que denominan juaritos a los juarenses y se siente más gobernador que el gobernador. Oficioso únicamente; es el que dicta a los cocineros en Palacio si el café del patrón lleva una o dos cucharadas de azúcar. Se turna para el efecto con el jefe de fotógrafos, “Pancho” Alanís.

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Hay otros datos también interesantes en ese recorrido, y no precisamente los que hablan de un aplazado festejo por su cumpleaños que con toda la mano es preparado para Corral este fin de semana en una residencia de las más fifís de Campos Elíseos.

A su estilo emocional de sube y baja, el gobernador no se hizo acompañar esta vez del alcalde, Armando Cabada, aunque entre las obras visitadas hay varias en las que el municipio apoquinó más de 50 millones de pesos.

Estuvo el presidente municipal atendiendo asuntos en la alcaldía mientras el gobernador armaba sus spots televisivos inclusive acompañado de un “contra” a la alcaldía, José Luis “El Puma” Rodríguez. ¿Relevará a Gustavo Elizondo por tanto retraso en las obras? Sepa Dios pero ahí andaba en lugar del alcalde.

Otro dato es la numerosa comitiva acompañante del gobernador, incluida la nueva adquisición de “Igor”, la jefa de edecanes, Miriam Saldívar, que llegó solo para las selfies con “Pancho” Muñoz; el coordinador de gabinete, Jesús Mesta, etc. Debe el gasto haber rebasado el millón de pesos entre traslados, hoteles, alimentos y arrendamiento de cámaras “extras” para los videos.

Una invitada especial del gobernador ha llamado la atención. Le dicen “la fantasma” de Palacio de Gobierno y nos aseguran que no viajó por carretera de Chihuahua a Juárez sino en el jet CJ3 que usa ahora el gobernador.

Se trata de Eunice Rendón, quien aspiró a comisionada del Instituto Nacional Electoral (INE) pero fue derribada por la controversia y la polémica. Fue impulsada por Corral.

¿La veremos al rato de funcionaria en Chihuahua? ¿Asesora? Algo habrá para ella, o hay en Palacio. Con dinero que no es propio, y además público, alcanza para cualquier despilfarro.

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Las firmas de otros dos mil 500 médicos de todo el estado se han sumado a los más de 500 que signaron el desplegado publicado hace unos días contra la designación de Eduardo Fernández Herrera como secretario de Salud.

En números gruesos, pues, son casi cinco mil profesionales de la salud los que han manifestado su molestia por esa decisión de Javier Corral, con la que contravino su promesa de campaña. Unos con firma otros sin ella.

Colegiados en las asociaciones de medicina general y de especialidades, los médicos han ido de decepción en decepción. Tras el nombramiento y la protesta pública no hubo acercamiento siquiera del Palacio de Gobierno. Fueron ignorados olímpicamente.

Apenas el martes pasado los mandó buscar Fernández Herrera a través de un médico de la Secretaría de Salud para agendar un encuentro. Ni la urgencia del tema ni el encontrarse en media pandemia hicieron que el nuevo secretario pactara una reunión de inmediato. Los mandó citar para la otra semana, pero hasta el día y la hora quedaron por definir todavía.

Por eso no será sorpresa si el movimiento médico escala a niveles más altos. Es la lógica de las protestas sociales: entre menos atención se les presta más crecen. Es así aunque el Estado crea que ignorándolos desaparecen los problemas, sobre todo los generados por la misma autoridad.

En la capital del estado, Juárez, Delicias y Parral, por lo menos, hay intentos de organizar una manifestación a gran escala. Las caravanas vehiculares son lo de hoy, así que esa sería la alternativa.

La protesta de los médicos buscaría que Corral respete el acuerdo que hizo con ellos en el año 2016. Ahí está firmado por el gobernador, entonces candidato, el compromiso de designar a un profesional de la medicina, de preferencia con especialidad, al frente de la dependencia en la que en medio de la crisis sanitaria instaló a un economista que se presume como excelente administrador.

Difícil que logren hacer entrar en razón a un mandatario que no se distingue por reconocer sus errores sino por culpar de todo a otros, así sea él mismo el que con su cerrazón genere conflictos y perjudique a los más de tres millones y medio de habitantes chihuahuenses.

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Al fin los ediles van a brincar por su ciudad, al menos con un pronunciamiento en contra del desastre ocasionado por las constructoras contratadas por el Gobierno del Estado y el Fideicomiso de Puentes Fronterizos.

Los independientes José Ubaldo Solís y Perla Bustamante Corona impulsan un acuerdo para pedirle a la autoridad estatal que frene la devastación de la flora que ocasionan algunas obras en la frontera.

Llevan los regidores, en concreto, el caso de lo ocurrido en el Juan Pablo II y avenida De las Torres, donde los trabajos que se realizan dañaron de forma exagerada la vegetación de prácticamente todo el parque lineal Cuatro Siglos.

Ese crimen ecológico no es el único, se ha repetido en todas partes. Las obras muestran un descuido y un desprecio monumental por el mobiliario urbano, eso sin contar que resultan impopulares y presentan todo tipo de fallas.

Los ediles no han atendido otros reclamos por esas y otras sospechosas obras estatales, cuya inversión parece dirigida a favorecer intereses grupales desde las licitaciones; pero algo es algo, que al menos protesten, reclamen y cuiden la ecología de la frontera es un avance.

El acuerdo de Solís y Bustamante será puesto a consideración del resto de los regidores en la sesión de cabildo que se realizará este día. Una vez votado en positivo -es lo que se espera- se enviará de inmediato al Fideicomiso con oficina en Juárez y a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas.