Opinión

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El oficio que desnuda males en hospital infantil

Los jefes prefieren responder a gritos que es mentira todo ello a remediar la situación

LA COLUMNA
de El Diario

lunes, 14 octubre 2019 | 06:00

• El oficio que desnuda males en hospital infantil

• Qué pena, Corral medido igual que Del Mazo

• Deja gobernador ‘huérfanos’ a niños de Hermosillo

• La 4T impone un nuevo orden en Morena

El punzocat es un invento de la medicina mexicana mejor conocido como catéter, creación de un médico morelense, Fernando Vizcarra, de los años 50. Diseñado para causar menos molestias en el suministro de medicamentos y la extracción de sangre en pacientes, ahora hay de los más variados, de mayor y menor calidad.

Los que se usan en Juárez son de los más baratos, que no sirven en realidad, no cumplen su cometido y terminan por desecharse.

Han decidido por compras de materiales de mala calidad el secretario de Salud Jesús Enrique Grajeda y su nueva y flamante administradora, Susana Chávez Salazar, lo que sólo ha agravado la crisis de la dependencia, ampliamente conocida.

De la falta de medicinas e insumos deja constancia un oficio enviado el dos de octubre al doctor José Benito Guerreo Sainz, secretario general del Sindicato de Salud en la Subsección 1 correspondiente a esta frontera. Detalla parte del problema en el Hospital Infantil de Juárez. Presentamos copia en la versión digital de La Columna.

Se enlistan casi 40 medicamentos y materiales básicos en cualquier hospital y centro de salud, además de faltantes de médicos, enfermeras y personal de trabajo social.

Pero sobresalen pequeños detalles como los catéteres de mala calidad que se compran para desperdiciarse en vez de ser utilizados, dado que el personal médico opta por no usarlos debido a que generan más problemas de los que solucionan.

Por cosas como éstas es que hay un fuerte olor a negocios turbios detrás de la quiebra del sector. La situación se vuelve cada día más preocupante.

No es sólo el canibalismo albiazul lo que tiene así a la dependencia, también es el descarado afán de seguir haciendo transas con la salud.

Los jefes prefieren responder a gritos que es mentira todo ello a remediar la situación.

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En Palacio de Gobierno resultó chocante la encuesta de Consulta Mitosfky que colocó a Javier Corral entre los peores siete gobernadores de México.

La caída en su aprobación de de 23.2 a 22.2 por ciento de un mes a otro no sorprendió. No sólo Mitofsky lo había dicho, también Arias Consultores y hasta la “patito” Massive Caller lo había hecho, aunque ya contratada por la misma administración corralista.

Pero ni siquiera el que sólo dos de cada 10 chihuahuenses aprueben la gestión fue lo más preocupante para el mandatario y sus operadores.

Lo más chocante fue el virtual empate con el gobernador del Estado de México, el peñanietista Alfredo del Mazo, quien saca un pelito más que el de Chihuahua en aprobación general.

El paralelismo Corral-Del Mazo es trágico para el viejo nuevo amanecer. El de Chihuahua se presentó ante el mundo como la antítesis del peñanietismo, del duartismo, de la corrupción que caracterizaba a ese régimen que alguna vez se llamó “del nuevo PRI”, para desgracia del mismo PRI.

El tricolor surgido del Edomex, su grupo Atlacomulco, el de casas blancas y la corrupción descarada, el tricolor encarnado en Alfredo del Mazo, resultó empatado con el ineficiente y también corrupto corralismo. Tal es la percepción reflejada por Mitofsky.

Pero en seguridad el priista está mejor evaluado... y eso que en Ecatepec tiene a su Ciudad Juárez multiplicada por 10 en cuanto a problemática.

En economía también aparece mejor el Edomex por dos puntitos, aunque lo salva un sexenio de preferencias presupuestales otorgadas por uno de los antecesores de Del Mazo.

Sólo en la percepción de corrupción resulta, por ahora, mejor el de Chihuahua. Separados por 9 puntos, la encuesta muestra la pesada losa que carga Del Mazo con las siglas de su partido.

También muestra la efímera efectividad de los golpes de pecho y los discursos moralistas de Corral, sin asidero en la realidad y con muestras cada vez más claras no sólo de ineficiencia, sino de descarado desvío de recursos públicos.

Cuestión de tiempo para que este empate con un peñanietista se torne en contra del gobernador Corral en todos los órdenes.

El azotón es proverbial; ahora se entiende por qué anda su padrino Pancho Barrio negociando con Maru Campos mejor relación con el ahijado.

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Cuatro menores de edad pagan presumibles excesos de sus padres y los de una administración que en sus ansias de gloria política puso en marcha un aparato de justicia que resultó selectivo y bastante parcial.

Los menores se han quedado huérfanos de padre y su madre ha sido recluida en la prisión de Aquiles Serdán en la capital del estado. Ellos fueron encargados a familiares maternos, algunos dicen que dispersos entre Parral y Durango.

Son los hijos de Carlos Hermosillo Arteaga, fallecido diputado federal del PRI y alto funcionario estatal en el sexenio pasado por la gracia del prófugo César Duarte; y Mayra Julieta Urbina, exfuncionaria del DIF recién detenida, acusada de enriquecimiento ilícito. Fue vinculada a proceso el pasado viernes en la capital, con una pesada carga de evidencia por los bienes que tiene a su nombre y la documentada ruta del dinero con el que su marido hizo algunas adquisiciones.

Del caso los abogados que combaten la llamada “Operación Justicia” del corralismo destacan dos puntos torales.

El primero tiene que ver con los hijos menores de edad, víctimas de las circunstancias, de supuestos actos indebidos de su padre principalmente. La viuda de Hermosillo pudo ser llevada a una negociación forzada –ya asegurados bienes producto de ilícitos atribuidos al matrimonio– antes de ingresarla a un penal y separarla de ellos.

Se podrá decir que Mayra Julieta enfrenta las consecuencias de sus actos, pero nadie pensó en la afectación a menores que ni vela tenían en el entierro y que tras la bonanza del duartismo sólo han enfrentado la fatalidad y la tragedia.

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Una lectura de la elección de consejeros de Morena del pasado sábado es que desde la Ciudad de México le fue cedido mayor control al superdelegado federal Juan Carlos Loera. La otra es que ahora sí va el partido por la búsqueda de los necesarios equilibrios.  

Aunque discutible cualquier visión triunfalista, la realidad es que la 4T impuso un nuevo orden. El hasta el viernes pasado dirigente Martín Chaparro se fue con la finta de que podría renunciar al cargo, ser consejero y luego postularse a presidente del Consejo Estatal, pero se quedó a un pelo de ganar la consejería y con eso perdió cualquier posibilidad de mantener las riendas.

A Chaparro lo descartaron en el distrito 3 de Juárez. Algunos a su nombre alegaron traiciones. No fueron tales, fue un tablazo bien dado desde el centro. Aunque eso no significa que ya dejó de ser útil a la causa.

A nivel nacional también hubo tablazos a los desatados grupos de Yeidckol Polevnsky y la chihuahuense Bertha Luján. La sacudida les alcanzó a todos los distritos que ellas juraban tener controlados, lo que se sumó a la polémica decisión judicial que prácticamente las echó de la contienda por la dirigencia.

Otros afectados fueron quienes se vendieron como los más posibles dirigentes a nivel local: Ernesto Visconti, Fernando Tiscareño, Fernando Meléndez... Los tres fueron aquietados de la misma forma. Les ganaron jovencitos que los rebasaron por la izquierda hace mucho.

Ahora bien, en menor o mayor medida entre los 90 consejeros quedaron de casi todos los grupos. Se colaron algunos de Chaparro, bastantes de Loera, de los diputados locales, de los morenos juarenses y de la ciudad de Chihuahua, de los viejos y nuevo morenistas...

Entre las representaciones grupales más importantes, 50 posiciones se adjudicó específicamente Loera y más de 30 Pérez Cuéllar, repartidita la otra diferencia de los 90. Esto significa que el superdelegado trabajó bastante bien el territorio y que Pérez Cuéllar tiene un avance extraordinario para ser muy nuevo en Morena.

En el partido de AMLO han dicho que los consejeros tienen el deber de conducir a Morena a la meta del cambio verdadero que vendió como promesa de campaña su máximo líder. Acabar con la simulación del padrón, causa de los dolores de cabeza del proceso interno, es tarea indispensable para avanzar en ese sentido.

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Hoy presenta su informe la dipupluri panista, Marisela Terrazas, lejos de la sociedad y fuera de su distríto (el 5). Eligió el escenario cómodo del Technology Hub.

Marisela se ha destacado este primer año por ser la única posición del PAN fronterizo en el Congreso pero lo ha hecho sin resaltar, salvo aquella vez que nombró a los panistas flojos, abusivos e ineptos.

Veremos si aún encima de eso consigue el apoyo de los azules para irle a aplaudir su falta de actividad político partidista, incluida la derrota de Rubén Trejo por la dirigencia municipal del PAN.

Dicen que vendrá la plana mayor del panismo estatal a su informe,  incluido el gobernador Javier Corral, Leticia Corral y Ramón Galindo, además de sus compañeros diputados.

Como diría el gobernador hace algunos ayeres, a su diputada debería reclamarle en lugar de aplaudirle.

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