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Opinión

El lastre de ‘Alito’

El PRI en Chihuahua y en Juárez, necesita que su dirigente nacional le ayude a emerger

Zuri Medina
Analista

viernes, 30 septiembre 2022 | 06:00

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Muchas, muchísimas veces he escuchado decir en acaloradas conversaciones, que la política es una porquería; que no hay actividad más ruin y “por default” se etiqueta así a quien participa o está inmerso en la actividad política. Debo decir que difiero de estos planteamientos, porque la política es una ciencia y por sí sola no es ni corrupta, ni sucia, ni ruin. En dicha actividad no hay deshonra, más bien virtud, puesto que su ejercicio tiene como propósito el beneficio colectivo y la convivencia armónica de los miembros de una sociedad.

Pero no hay duda que estas expresiones denigrantes son motivadas por la actuación que observamos en muchos de los que ejercen la actividad política; encontramos personas (hombres y mujeres) cuya actuación está plagada de conductas nada honorables; pero esto ocurre en cualquier actividad humana, sea cual sea la profesión, oficio o quehacer, quien desvirtúa el ejercicio de una profesión es el ser humano. Es decir, no es exclusivo del ejercicio de la política.

Según la RAE, un estereotipo es la imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable; y desafortunadamente el estereotipo que se tiene de aquel que se dedica a la política es él una persona deshonesta, perezosa, tramposa, mentirosa, y todos los malos calificativos que usted quiera agregar. 

De unas semanas a la fecha, hemos tenido un vivo ejemplo, protagonista nacional, de este estereotipo, y me refiero al diputado Alejandro Moreno Cárdenas, quien hoy por hoy, encarna cada una de las características del desprestigiado político que no queremos ver ejerciendo: prepotente, alevoso, que miente, que no cumple su palabra, que pisotea; que no tiene respeto por la dignidad de los demás y que parece ser, hará lo que sea por no exponer su “pellejo” y no afrontar las consecuencias de posibles delitos cometidos en el pasado. Un gandalla en toda la extensión de la palabra.

Y es que tras la filtración de diversos audios en los que él mismo se pone en evidencia; la interposición de una denuncia del gobierno de Campeche, por enriquecimiento ilícito y la posibilidad de iniciar el procedimiento de su desafuero; sorpresiva fue la “casualidad” de que una diputada de la bancada que él coordina, haya presentado una iniciativa para prolongar la presencia del ejército en las calles, hasta el año 2028; iniciativa  que todos sabemos, salió del despacho del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

No tendría nada de raro, si no hubiera sido porque hasta antes de presentar dicha iniciativa, los diputados priistas se habían manifestado en contra de esta medida. Entonces ¿qué cambió? ¿Qué fue lo que pasó como para poner en riesgo la alianza establecida con los otros partidos de oposición? 

La iniciativa fue el cheque con el que Alejandro Moreno pagó su protección al presidente. 

Las decisiones tomadas por “Alito” Moreno tienen repercusiones en cada rincón del país, no solo por el alto riesgo de fragmentar la alianza opositora, sino además porque hunde cada vez más al PRI, de por sí debilitado.

El PRI en Chihuahua y en Juárez, necesita que su dirigente nacional le ayude a emerger; es dramático y triste decirlo pero, como en casi todo el país, el PRI necesita que “Alito” levante el prestigio del partido (cosa que no ocurrirá), no que con su actuación lo haga añicos. De por sí es un camino cuesta arriba, con alianza o sin ella, el que debe recorrerse para competir verdaderamente contra Morena en 2024, y las actuaciones del dirigente priista, solo significan paladas y paladas de tierra al hoyanco en que de por sí se encuentra el partido.

Hace apenas dos meses, quince ex gobernadores priistas, incluidos tres de Chihuahua, solicitaron la renovación de la dirigencia del partido, pero hasta ahora, “Alito” se ha impuesto y cada día que pasa, el perjuicio al priismo en cada rincón del país, incluido Juárez, solo se profundiza. 

Es evidente que si el priismo chihuahuense quiere resurgir, debe sacudirse el lastre de Alejandro Moreno. El dirigente nacional, que no líder, ya dio muestra rotunda de con quien está haciendo sus apuestas y no es con el PRI. 

De pasada, esta actuación de Alejandro Moreno, viene a evidenciar que el Presidente Andrés Manuel es otro político hipócrita, “cortado con la misma tijera” (como coloquialmente decimos); dispuesto a mentir, a engañar y brindar impunidad a quien sea, a cambio de ganar aliados, aunque éstos representen aquello que él tanto crítica y ha criticado desde que lo conocemos.

Lo malo es que ambos son actores que acaparan reflectores nacionales, y su comportamiento lo único que hace es refrendar el estereotipo del político al que no queremos, el que mancilla la política, el que sólo ve su beneficio sin importar absolutamente nada del interés colectivo. He aquí dos botoncitos de muestra.

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