El gobernador visto sin maquillaje; el 30 su lugar

• El gobernador visto sin maquillaje; el 30 su lugar

• ‘Al jefe lo que le interesa es el dinero del huachicol...’

• CNDH perfila a Corral rumbo al Senado...

• Médico pediatra, la tercera vía en Morena

Contra la dramática realidad no ha podido el régimen de Javier Corral Jurado que administra el gobierno de Chihuahua desde octubre del 2016. Ha utilizado muchos kilos de maquillaje para presentar el fracaso como éxito pero la verdad sigue saliendo a flote permanentemente.

Ahora es la encuesta Mitofsky de octubre la que está ratificando la mala calificación obtenida por Corral entre los 32 gobernadores de las entidades federativas. Su lugar es el 23 con un 23.9 por ciento de aprobación general.

En la evaluación sobre la materia de seguridad pública en particular, sin embargo, Corral Jurado tienen colocado a Chihuahua en el sitio número 29 de los 32 estados de la República. Un 57.7 por ciento de la población chihuahuense percibe que la seguridad es cada vez peor y sólo un 11.4 considera que es mejor. 

El gobernador ha sostenido el discurso sobre un mejoramiento de su administración; habla y habla sobre nuevos proyectos tanto para atacar la violencia como para incrementar las inversiones en obra pública pero los hechos en las calles y en la vida cotidiana de los chihuahuenses es opuesta a  esa retórica.

Ha pagado algún par de encuestas para subir entre dos y tres puntos su calificación promedio (maquillaje a granel, diría Chema Napoleón), pero este sondeo de Mitofsky coincide con los resultados de la mayoría de las empresas reputadas como serias, Arias Consultores, por ejemplo.

Corral y sus voceros en materia económica han publicitado con extraordinario entusiasmo el supuesto desarrollo de la entidad en ese rubro, pero la encuesta de Mitofsky dice que entre los peores calificados de los 32 más abajo que Chihuahua sólo está Zacatecas. Nuestra entidad está en el lugar 31. 

¿Cuál ha sido la realidad ahí?, que un funcionario que se presume en las áreas de innovación y economía como de “ideas brillantes” se ha gastado más de un millón de pesos en viáticos (la suma de todos debe ser cinco o seis veces mayor) sin resultados importantes. Ahí está la calificación.

Y en lo que la encuestadora coloca como calificación general personal a los gobernadores, Corral también quedó colocado en el lugar 30, sólo por encima de Guanajuato y Aguascalientes. Es rechazado casi por el 57 por ciento de los chihuahuenses.

Su consuelo podría ser el número ocho en nivel de corrupción pero relativo: el 32 por ciento de los consultados dice que la corrupción permanece igual en la entidad y el 47.4 dice que es peor; sólo el 19.5 por ciento considera que es menor.

Volvemos a lo mismo: presume la administración honestidad pero desde el inicio del régimen saltaron escándalos de corrupción en las áreas de salud, seguridad, educación y comunicación social. En tres años no hubo obra pública, así que se escapó.

Ésa es la verdad de la película corralista a punto de llegar a su fin, en un año y 10 meses.

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Conocido más por sus ausencias que por resultados, el director de la Agencia Estatal de Investigación de la Fiscalía General, Hugo Mendoza Castellanos, enfrenta una revuelta interna que no tarda en explotar.

Los agentes investigadores y comandantes de varios grupos del estado lo acusan de algo más que pasividad en su oficina. 

La manga ancha que ha dado a ciertos comandantes allegados es lo que consideran factor clave para ataques orquestados por grupos criminales. 

El comisario jefe Mendoza Castellanos le permite a algunos de sus mandos intervenir en zonas “calientes” sin órdenes de aprehensión ni de cateo. 

Deja a sus elementos de confianza hacer chilar y huerto en sectores y comunidades de la ciudad o de zonas rurales. La víbora chillando le queda a los agentes destacamentados de planta, que luego son acosados o atacados por los grupos delincuenciales.

Ataques a los ministeriales, agentes involucrados con criminales que jamás son investigados, la “venta” de datos reservados de comandantes que llevan casos delicados, la confrontación interna y más son los casi siempre fatales resultados, las consecuencias mortales que pagan mandos medios y la tropa.

La pasividad aparente tiene más explicaciones que la mera ineficiencia. Ésa es la especie que corre entre los mandos no alineados con el director, al que acusan de ser la cabeza uno de los principales problemas de la AEI: la infiltración que lleva a traiciones entre sus propios compañeros.

“Al jefe lo que le interesa es el dinero del huachicol, nada más”, es la invariable respuesta dentro de la FGE cuando se cuestionan las motivaciones del comisario. 

Se repite por todo el estado, en las zonas Norte, Centro, Sur, Occidente. El huachicol y sus negras ganancias, coincidentemente, es también lo que hay detrás de muchos crímenes de todo tipo, incluidos los asesinatos de policías estatales preventivos y de investigación –éstos últimos a cargo del funcionario– que no están dispuestos a seguir siendo pura carne de cañón.

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La novedad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos es una reconvención al ómbudsman estatal, Néstor Manuel Armendáriz, para que revoque el acuerdo de no responsabilidad que dictó a favor del gobernador Javier Corral y en contra de la queja que presentó el exgobernador César Duarte.

El expresidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, mandó el oficio en el que recomienda al titular de la CEDH que agote la investigación desechada en septiembre de 2018.

Básicamente se trata de una queja de Duarte presentada ante la CEDH por lo que considera ataques de Corral al llamarlo prófugo y colocar espectaculares por toda la entidad presumiendo procesos penales en su contra.

Además se queja de acciones de la Fiscalía del Estado como cateos a sus propiedades, sin cumplir con la normatividad penal en la materia. Eso fue lo que desechó la comisión estatal que ahora la CNDH pide reabrir.

Hay algo más interesante de fondo, más que la pugna Corral-Duarte. La resolución nacional es la tercera al hilo, en este mes, que lleva dedicatoria para Corral Jurado. Antes habían sido una recomendación por no atender el desplazamiento forzado de decenas de personas del sur del estado y otra por minimizar el reclamo de salud de pobladores de una zona contaminada de la capital.

Si las recomendaciones previas no son aceptadas por la administración del nuevo amanecer, la CNDH tiene más dientes que la autoridad local, como forzar una comparecencia de Corral ante el Senado de la República. Hacia allá pareció dirigirlo González Pérez, aunque ahora desconocemos si el tema sea del interés de su sucesora, Rosario Piedra Ibarra, quien por ahora está más concentrada en librar la polémica tremenda generada por su elección en el Senado de la República.

Pudo haber facilitado las cosas para ir contra Corral su operador en el Senado, Gustavo “El Batito” Madero, a cuyo cargo corrió el escándalo que pretendía impedir nada menos que la toma de protesta de doña Rosario.

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Literalmente como la tercera vía en Morena por la gubernatura puede presentarse ante los chihuahuenses el pediatra juarense y empresario Alejandro Díaz.

Desde hace semanas el médico se ha desplazado por distintas ciudades del estado con el visto bueno de varios personajes nacionales más que cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador. 

Tuvo reuniones en la ciudad de Chihuahua con lo más selecto de los empresarios locales y también con grupos importantes de activistas de la región serrana.

Ha caído de sorpresa su incursión hacia el 2021, ya sea directamente como posible nominado desde el interior de las filas de Morena o por candidatura externa. Pueden ser varias las opciones.

Hay que estar pendientes de la ferocidad lagartona tanto adentro del partido de AMLO, Juan Carlos Loera y Cruz Pérez Cuéllar, como al exterior: Armando Cabada, Maru Campos y tantos etcéteras.