PUBLICIDAD
Opinión
viernes, 17 marzo 2023 | 06:00
PUBLICIDAD
Manejar en estado de ebriedad tiene graves consecuencias tanto para el conductor como para los demás guiadores y transeúntes y, además, es una de las principales causas de accidentes de tráfico y muertes en todo el mundo
Edith S.X. era una adolescente de 17 años, estudiante de preparatoria, murió atropellada el 20 de febrero de este año por un joven de apenas 18 que conducía ebrio y hacía “ceritos”; se había tomado cuatro cervezas.
PUBLICIDAD
Edwin Jesús, de 11 años, jugaba con un grupo de amigos en la colonia Anapra cuando Luis Fernando, otro conductor ebrio, le arrebató la vida el pasado 5 de marzo.
En palabras de su madre, Edwin “era un niño muy bonito, era un niño ejemplar que toda la gente lo quería… mi hijo tenía mucho miedo a morirse, era muy miedoso a todo”.
En noviembre del 2022, los hermanos David y Manuel, murieron prensados por un guiador alcoholizado que se quedó dormido al volante, mientras empujaban el vehículo descompuesto de su amigo en la calle Rafael Pérez Serna y Costa Rica.
La madrugada del sábado 2 de abril del 2022, Ricardo, de 19 años de edad, manejaba a exceso de velocidad, en sentido contrario y en estado de ebriedad; se impactó contra un cordón del camellón, posteriormente contra otro cordón de banqueta y finalmente contra el pilar de un puente; sus tres acompañantes perdieron la vida en el lugar, y a pesar de que el auto quedó destrozado, él sobrevivió.
Una niña de 7 años murió el 2 de marzo del 2020 al ser atropellada por un conductor que se encontraba en estado de ebriedad, en la colonia Obrera.
El 28 de febrero del mismo año, Blanca Nayeli de 34 años, y su hija Abril de 10, murieron luego de ser arrolladas por Roberto, quien conducía ebrio una camioneta Villager gris.
En agosto del 2017, María y su esposo José viajaban en una motocicleta por el bulevar Manuel Talamás Camandari cuando fueron embestidos por un guiador alcoholizado; María murió en el lugar de los hechos y José en el hospital.
Así como esos hay muchos casos más; adultos y menores que han perdido la vida “gracias” a la imprudencia de personas que sin pensar en las consecuencias se atreven a conducir después de haber consumido bebidas alcohólicas.
¿Qué se puede hacer para disminuir estas fatalidades? ¿Cómo visibilizar a la sociedad la gravedad del asunto?
Considero que es necesario que se implementen de manera permanente más campañas de concientización, ya que es importante que todos conozcamos los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol; organizar campañas de sensibilización en escuelas, universidades, empresas, etc., y difundirlas a través de los medios de comunicación y redes sociales.
También es importante realizar campañas de control de alcoholemia, lo que se conoce como retenes antiebrios, de manera aleatoria y en lugares estratégicos para detectar a quienes conducen bajo los efectos del alcohol.
Urge la implementación de sanciones más severas, como por ejemplo multas más altas, la suspensión definitiva de la licencia de conducir, y aumentar el tiempo en la cárcel y el servicio social.
Conducir bajo los efectos del alcohol es un delito, y es importante tomar medidas para evitar conducir después de beber, así como buscar alternativas seguras de transporte en su lugar.
Evitar tragedias y muertes de inocentes está en nuestras manos.
PUBLICIDAD
ENLACES PATROCINADOS
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD