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Opinión

De política y cosas peores | México necesita empleos

Ningún bienestar podrá conseguirse si no es a través del trabajo

Armando Fuentes Aguirre
Escritor

viernes, 03 febrero 2023 | 06:00

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Ciudad de México.- Empédocles Etílez llegó a su casa cayéndose de borracho. No atinaba a meter la llave en la cerradura de la puerta. Se acercó el guardia de la colonia y le dijo: "Lo que usted tiene en la mano, don Empédocles, no es la llave de su casa: es un supositorio'". "¡Uta! -se asustó el temulento-. ¿Entonces dónde chingaos puse la llave?"... Llegó un médico amigo de Babalucas a verlo en su casa, pues había recibido un mensaje de él en el cual le decía que se sentía mal. Le preguntó: "¿Cómo te encuentras, Baba?". Respondió el tonto roque con voz débil: "Levanto las sábanas y ahí estoy'"... Una jirafa entró en un bar. Se encaminó a la barra y tomó asiento en uno de los bancos. Luego paseó la vista a su alrededor, y en seguida le dijo muy molesta al barman: "¿Por qué todos se me quedan viendo? ¡Ya soy mayor de edad!"... Concentrados como estamos en politiquerías; sometidos a la cotidiana, incesante propaganda mañanera, y observando cómo las corcholatas presidenciales descuidan sus labores por su afán de ponerse adelante en la carrera presidencial, olvidamos que hoy por hoy uno de los mayores problemas que afronta México es el desempleo. Si no se toman medidas para atemperar siquiera sea en corta medida los efectos de ese grave mal se estarán creando condiciones para que tarde o temprano se produzcan conflictos sociales de gravedad. De hecho debería asombrarnos que no se hayan registrado ya problemas como los que han acabado con la estabilidad de otras naciones de América Latina. A toda la corte celestial deberíamos agradecer ese milagro, o al estoicismo que, se dice, posee el pueblo mexicano. El actual régimen, en nombre de un rancio nacionalismo y de una supuesta soberanía, se opone a la inversión extranjera; la considera peligrosa y atentatoria contra el bien de la nación, y pretende revivir los viejos tiempos del estatismo económico que tantos y tan graves daños hizo al país. En la presente situación de México, agobiado por los muchos males que derivan de la falta de fuentes de trabajo, debe propiciarse todo aquello que redunde en la creación de empleos y en el mejor y más racional aprovechamiento de nuestros recursos. Ningún bienestar podrá conseguirse si no es a través del trabajo. Las dádivas en dinero alivian momentáneamente la situación de algunos hogares, pero esa ayuda tiene un claro trasfondo político -el mismo presidente López lo ha reconocido así-, y llega siempre el momento en que se agotan los recursos necesarios para entregar esas pensiones, becas, ayudas o subsidios. Empleos es lo que más necesita ahora México, y no dogmas ya obsoletos o prácticas políticas demagógicas y paternalistas...Cierta pintora contrató  a un gallardo joven para que le sirviera de modelo en un desnudo que debía pintar. Apenas el adonis se colocó en pose, la artista fue hacia él y lo hizo objeto de toda suerte de tocamientos. "Perdona, guapo -le dijo luego de terminar su proceder-. Algunos pintores pintan lo que sienten. A mí me gusta sentir lo que pinto'"... Aquel manicomio era de paga. Un letrero decía: "Los clientes siempre tienen la razón'"... Solicia vivía sola, sin más compañía que la de un gato llamado Morrongo. Una noche la solitaria mujer  llamó angustiada a la policía. "Manden una patrulla! ¡Un ladrón saltó la tapia de mi casa!'". Le pidió el oficial de guardia: "¿Puede darnos la descripción del hombre?". "Sí -respondió Solicia-. Es joven; alto, fornido; tiene cabello ensortijado; es moreno de ojos verdes, usa bigotito". "Lo conocemos -le informó el oficial-. Es Eroticio Pitorraudo. Pero no es ratero: es un seductor de mujeres". "Ah, vaya -se tranquilizó Solicia-. Entonces no se molesten en venir"... FIN.

MIRADOR.

             Por Armando FUENTES AGUIRRE.

       San Virila salió de su convento. Iba a la aldea a pedir el pan del pobre. En el camino halló a unas muchachas que le rogaron que hiciera un milagro para ellas. 

A San Virila le sucedía lo mismo que les pasa a todos los que pueden hacer milagros: no le gustaba hacerlos. Pero ¿quién se resiste a la petición de unas muchachas? Tomó entonces una flor roja, pequeñita, y soplando sobre ella hizo que se volviera azul; luego amarilla; en seguida color de rosa; y finalmente que se pintara con todos los colores que tiene el arco iris. Las muchachas, divertidas, aplaudieron, y le dijeron con gozo a San Virila:

-¡Qué lindo milagro!

Les dijo él:

-La flor es el milagro. Y ese milagro, que es el de la vida, lo hizo Dios. Todo lo que hacemos los hombres son sólo variaciones de ese maravilloso tema.

¡Hasta mañana!...

MANGANITAS.

Por AFA.

"... Seguirá el control de precios...".

        Tal cosa, hasta donde entiendo

       esos argumentos necios,

       significa que los precios

       van a continuar subiendo.

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