Opinión

Crónica del consumismo anunciado

Se ve, se siente, el Buen Fin está presente

Carlos Irigoyen/
Analista

viernes, 15 noviembre 2019 | 06:00

Se ve, se siente, el Buen Fin está presente.

Demos paso al fervor del consumismo con la aparición de los dos fines de semana más intensos, al menos comercialmente hablando: Buen Fin y Black Friday.

Descuentos, cupones, muestras, precios recortados, disponibilidad de productos, horarios extendidos, plazos en tarjetas, precios no vistos si se paga en efectivo; el cliente a merced de todas las herramientas de las que disponen los aparatos comerciales, algunas cadenas de supermercados que no están afiliadas a las grandes asociaciones nacionales de comercio de departamentales incluso ya lanzaron su Buen Fin llamándole de forma distinta pero con la encomienda de adelantarse en la promoción y poder tener una mayor penetración con los clientes. Los cuatro días más fuertes de ofertas para el consumidor final, preparase a ver peleas, caza ofertas, Profeco que no tendrá la facilidad de atender rápidamente la llamada de consumidores que protestan por falta de respetar precios o promociones fraudulentas; sin duda, el éxito que representa el posicionamiento se verá reflejado en las filas para pagar, la asistencia de los clientes que desde temprano harán fila para buscar los mejores productos, un exceso que puede repercutir a la larga en la economía familiar, sobre todo si se usan las tarjetas de crédito como si fuera una fuente de efectivo.

La promoción es más sensible si se toma en cuenta que viene un fin de semana de esos llamados “largos”, el lunes para millones de mexicanos que trabajan será inhábil y se extenderá todo el andamiaje promocional hasta ese lunes 18 donde lo que se trata de fomentar es el desarrollo de las compras digitales.

La emoción del consumismo en su máxima expresión, y después de los días de las ofertas, ¿qué sigue? Entraremos al mes de diciembre y con el vendrá una oleada de buenos sentimientos, quizá hasta de saldar las deudas morales por andar comprando cosas que no eran tan necesarias al final de cuentas; daremos paso al mes donde se trata de tocar el corazón con la mayor cantidad de argumentos, las causas filantrópicas.

Se hacen invitaciones para donar alimentos, dar despensa, colaborar con medicinas y por supuesto; nunca debemos de olvidar algo tradicional y distintivo de nuestra ciudad como lo es “Santa Bombero”, décadas de recolección de juguetes para generar sonrisas entre la niñez mexicana.

Y dentro de todo esto habrá que recordar a sinfín de asociaciones sin fines de lucro que buscan por medio de una causa generar una mejor calidad de vida para los habitantes de nuestra ciudad.

Un caso concreto, las Agrupaciones Musicales Comunitarias, institución que por medio de la música tiene la convicción de transformar la vida de miles de niños, ante un mundo violento, un entorno turbio y una sociedad marcada por el consumismo, deslavada de valores; la solución se concentra en dar “el do de pecho”. Tener a la mano los instrumentos necesarios, contar con la complicidad de los maestros y formar equipo con los padres de familia para que el muchacho haga de las notas musicales la expresión genuina del desarrollo personal que exige mejores condiciones de vida, es una forma de hablar fuerte, como una protesta ante la vulnerabilidad que desde hace ya 25 años acompaña a la sociedad juarense.

La referencia navideña obligada son el Heroico Cuerpo de Bomberos, uno de los grandes orgullos que tenemos en el plano social de nuestra ciudad. En diciembre se acentúa aun más su peculiar forma de dar esperanza a muchos niños a los que las condiciones económicas les roban las posibilidades de tener un “juguetote” en Navidad; la ilusión regresa cortesía de nuestros bomberos que en conjunto con la sociedad juarense, prodiga en las donaciones hacen posible los rostros iluminados que se ven en la entrega de juguetes, solo quienes hemos presenciado el titánico esfuerzo de nuestros bomberos sabemos que la satisfacción de la sonrisa de un niño es el motor potente para seguir luchando por mejorar nuestra ciudad. Una reflexión para que la próxima vez que usted extienda su mano a la ayuda, hágalo con la conciencia de que para usted quizá son centavos, pero es una inversión de impacto en la recuperación de la calidad del lugar al que pertenecemos. ésa es nuestra responsabilidad social, después de la tormenta del consumismo, vendrá la calma para ser solidarios con nuestra sociedad, y eso no debería ser de temporada, valdría el esfuerzo ver que debemos hacer para que esa fuerza de compartir el esfuerzo por ayudar a varias causas sea permanente.

Notas de Interés

Te puede interesar

close
search