Confesión de déficit revela gusto por la pesca

• Confesión de déficit revela gusto por la pesca

• Las fotos son con equipo de ocho mil dólares

• Jueza juarense encabeza las quejas

• Cubetazo de agua fría a morenistas

No es broma de mal gusto ni comentario de esos a los que despectivamente les ha sido colgada la estridente definición: mala leche. Ahora el gobernador Javier Corral Jurado andaría tratando de alternar sus terapias entre el golf, el tenis, sus largos recorridos aéreos por todo el estado y parte del país... con la pesca.

Una fuente del Gobierno estatal familiarizada con las áreas financieras agregó ese datito de la pesca a La Columna cuando supo por boca del propio mandatario estatal que anoche mismo estaría en la Ciudad de México pidiendo una kórima de dos mil millones de pesos al Gobierno federal para oxigenar un déficit que cargan las finanzas estatales por el orden de los cinco mil millones.

Envolvió la justificada indignación a nuestra fiel fuente porque conoce de muy cerca el desastre financiero corralista y asegura que gran parte del mismo habría sido evitado o al menos aminorado considerablemente si Corral se hubiera ajustado adecuadamente el saco de gobernador desde el principio de su mandato.

“Si alguien conocía perfectamente la situación del estado era él, así que debió dedicarse en cuerpo y alma a trabajar cada día, de cada mes, de cada año en resolver especialmente esta problemática y no en andar jugando golf, tenis y ahora hasta con clases de pesca”, señala esa fuente casi fuera de sí.

Según ese mismo análisis, no ha sido cuidadoso el plan de austeridad que “ha terminado muy mal”; tampoco ha sido recuperado un solo peso “del dinero que se robaron en la administración de Duarte”; la reestructura de la deuda pública “ha hecho más ricos a los bancos y a los comisionistas amigos del gobernador”, y siempre que el “secretario de Hacienda (Arturo Fuentes Vélez) busca espacios para plantear con detenimiento los problemas al gobernador, casi nunca tiene tiempo ni de recibirlo”.

En conclusión, si Corral dedicara a su tarea de gobernar al menos el 100 por ciento de su horas y días laborales, no arrastraría el déficit de cinco mil millones de pesos que admitió ayer sufre el Estado, y menos tendría que andar pidiendo dinero extra al nuevo régimen de Andrés Manuel López Obrador.

***

Otros que saltaron indignados de sus asientos por razones muy similares a las anteriores fueron colegas periodistas que cubren la fuente de Gobierno del Estado en la ciudad de Chihuahua.

Observaron los compañeros que el jefe de fotógrafos del gobernador Corral, Alejandro “Alex” Alanís, traía colgados en el cuello algo así como ocho mil dólares en cámara y lentes.

Increíble pero así es. Ese equipo es usado exclusivamente para satisfacer el ego del gobernador y varios de sus narcisistas funcionarios, entre ellos el propio “monero” oficial, que subió una foto a su Face con el nombre de Rosel Rosel Axl. De ahí surgió la indignación. En versión digital la imagen.

Aparecen ahí Alex, o “Rosel”, atrasito el jefe de escoltas Escamilla, enseguida el “Jefe Arámbula”, escolta también con pistola fajada a la vista, el gobernador Corral y el jefe de las intrigas palaciegas, Francisco “Pakko” Lozano, al que ya no permiten venir a las giras en Juárez “por austeridad”.

Háganos el favor, estimado lector; aproximadamente 200 mil pesos a la vista en equipo fotográfico para las “estrellas” actorales del nuevo amanecer mientras los hospitales siguen sin medicamentos, los policías sin sus bonos, las escuelas sin profes... Y el gobernador pidiendo dos mil millones más para cerrar el año y no falte dinero para su aguinaldo ni de sus allegados.

***

En terrenos de la Ciudad Judicial de Juárez no se entiende por qué a unos se les carga la mano y a otros se les solapa todo tipo de arbitrariedades, independientemente del nivel jerárquico que puedan tener los funcionarios.

Botón de muestra es el caso de la jueza primera de lo familiar por audiencias, Carmen Domínguez, a quien su personal ya no aguanta por su característica forma grosera y prepotente de tratar a los empleados.

Es la campeona estatal en quejas al interior de los juzgados. No se cuestionan sus sentencias ni la forma en que atiende sus casos, por ahora, pero sí su labor interna como cabeza del juzgado primero.

Las quejas formales contra la jueza son más de una decena, pero curiosamente nada ha pasado, ni avanzan ni se corrige su actuación, sobre la que se supone el Consejo de la Judicatura del Estado debe llevar un registro y seguimiento puntual.

Desde secretarios, escribientes y demás personal son sometidos a la arrogancia de esta funcionaria, quien se dice protegida desde las alturas del Poder Judicial, el alto mando administrador de la justicia en esta frontera del que tantísimo hemos hablado y sigue sin mejorarse un milímetro.

Aunque sea reducido el grupo que protege a Domínguez, realmente tiene poder como para lograr que ni siquiera sea tocada con la apertura de una investigación.

***

El tan llevado y traído adendum a la convocatoria para elegir dirigentes en Morena, del que habló en días pasados la presidenta nacional, Yeidckol Polevnsvky, generó una revuelta interna, una más, a nivel local en el partido en el poder federal.

Desde Juárez los grupos que van por la dirigencia estatal que encabeza Martín Chaparro, bajo el mando del superdelegado Juan Carlos Loera, comenzaron a soltar ayer que así como la dirigencia nacional podría elegirse en consulta abierta o por encuesta, también lo sería en los estados.

Por ello comenzó una operación para bajar el mensaje de que no era necesario buscar candidatos a consejeros estatales de Morena ni registrarse para serlo, a contrapelo de la labor que los órganos internos del partido han realizado desde que se lanzó la convocatoria.

A nivel nacional cobró fuerza la idea del adéndum promovida por Polevnsky, el coordinador de los diputados federales Mario Delgado y otros liderazgos. Eso se replicó a nivel local, básicamente.

Pero nadie tomó en cuenta el largo y retorcido colmillo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde su anuncio de que renunciaría a Morena si el partido se corrompía, en realidad dictó la línea moral por donde deberá conducirse la elección.

Ése fue un primer cubetazo de agua fría a los morenos acelerados. El otro fue el silencio absoluto de la chihuahuense Bertha Luján Uranga, la candidata favorita a la dirigencia nacional.

Según los que entienden bien los procesos internos de Morena, nadie leyó políticamente el silencio de la también presidenta del Consejo Nacional.

Tampoco notaron que para agregar un adéndum como proponía Yeidckol, era necesario convocar a Asamblea Nacional, aprobar dicha propuesta, luego enviarla al INE, para después volver a la asamblea y de ahí emitir nueva convocatoria.

Alguien soltó el anzuelo y lo mordieron la dirigente nacional y liderazgos regionales que sueñan con el control del partido. Pero la convocatoria no se mueve ni un ápice, como no se ha movido la preferencia por la chihuahuense más cercana al presidente López Obrador.