Opinión

¿Ciudad o pueblo?

Se comenta, que somos la mejor frontera de México, población noble, franca y leal, ciudad multicultural y cosmopolita rebasando...

Víctor Guzmán
Académico

miércoles, 15 enero 2020 | 06:00

Se comenta, que somos la mejor frontera de México, población noble, franca y leal, ciudad multicultural y cosmopolita rebasando el millón y medio de habitantes, generadora de trabajo, hasta con déficit de empleados en la industria maquiladora, con una exportación de múltiples productos manufactureros. Economía pujante y octava zona metropolitana del país. Y muchos piropos más.

Cualquier persona que lea estos adjetivos, sin conocer la ciudad, pensaría en una obra de infraestructura majestuosa. Con calles lisas, puentes viales que no se inundan, bonitos parques verdes con alumbrado eficaz y sin problemas de basura, además con varios eventos de diversión familiar. Sin embargo, ¡sorpresa!

La realidad, dista mucho de lo que esta ciudad merece. Para verdaderamente aspirar a lo anterior, son necesarios múltiples aspectos que van de la mano y se conjugan entre sí. En primer lugar, la voluntad del Gobierno al mando para crear infraestructura de calidad y duradera y en segundo la inconformidad y manifestación del pueblo por falta de una infraestructura acorde a las necesidades, situación que ya se está dando.

El fastidio generalizado en este punto se ha magnificado en los diferentes medios de comunicación y no se diga en las redes sociales. Se ven publicaciones de siembra de árboles en los baches, llantas incrustadas como señalamientos, y calles cerradas por inundación. Obras construidas mal desde su inicio décadas atrás y dejadas en el olvido. Pareciera revancha política.

Camiones o tráilers con sobrepeso circulan libremente por la ciudad, hundiendo las arterias viales, alcantarillas sin tapadera o sumidas, calles que no se distinguen los carriles por falta de pintura que divida. Hay casos de avenidas que acabadas pavimentar son abiertas a la semana o al mes por composturas de agua o drenaje. ¿Se planeó así?

Puentes que llevan en su nombre la ineficacia de construcción, “arrugado”, Y sí, también tenemos un puente que se inunda. Calles que están “bacheadas” en toda su extensión, como si fueran bolas o topes para ir despacio, sin uniformidad, el “zangoloteo” es terrible.

Por ello el negocio perfecto en Ciudad Juárez está en los talleres que componen la suspensión de los autos y por supuesto las empresas llanteras. Vemos carros y hasta camiones descompuestos, con las llantas tronadas y desperfectos en las partes delanteras sobretodo. Llantas chicas incrustadas en profundos baches o mejor dicho agujeros. Se parchan las calles, llueve y el problema continúa o se agrava.

En este momento las personas que laboran y dan vida a la urbe, necesitan de una infraestructura vial que sea capaz de soportar el tráfico intenso a cualquier hora del día. No debe preocuparse en evitar calles llueva o no. Es urgente la movilidad vial de calidad, que no se batalle en transporte, una industria maquiladora que tenga los bulevares en condiciones acordes a sus necesidades.

La congestión vial, por la gran cantidad de autos es entendible, pero no las malas condiciones de las carreteras. Deben existir las garantías necesarias para que las constructoras se comprometan a un mantenimiento a determinados años.  

Se ha convertido en una exigencia. Los pobladores que tanto generan económicamente, pagando varios impuestos, y haciendo que la ciudad avance. Ya no pide, sino que exige vías que le den seguridad al transitar, esto va aunado, en parte a erradicar parte del estrés y a generar una mejor calidad de vida para los Juarenses.

Es sólo una partecita de lo que urge la ciudadanía, sin olvidar un buen alumbrado y seguridad en toda la extensión de la palabra. Pero eso ya es otra historia.

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