Carencias del sistema público para tratar la salud mental

Después de la pandemia y de las medidas de control derivadas de la misma, se agravaron ciertos síntomas de ansiedad y depresión, esto también debido a las medidas de distanciamiento social, las dificultades económicas, así como la inflación y el retomar la vida después de lo acontecido. Ante todo lo anterior, también se debe tomar en consideración que en nuestra ciudad los niveles de tráfico se han agravado debido a las condiciones estructurales de las calles. Todo esto afecta a la salud mental y agrava los niveles de estrés de los y las habitantes de esta ciudad, en la que es un hecho que se tienen graves carencias en el sistema público de salud para atender con rápidez las dolencias psíquicas relacionadas con ansiedad y depresión. Además, existe una falla notable tanto en la capacidad de respuesta como en el seguimiento oportuno de los casos. 

La sociedad, los medios de comunicación, las asociaciones civiles y los actores gubernamentales deben estar atendiendo y abordando más las causas del creciente malestar psicológico de las personas de manera responsable. Evidentemente, el aumento de los trastornos mentales tiene relación directa con la incertidumbre de la vida y el futuro, así como con la presión, la competitividad y con las expectativas y los resultados esperados. La depresión y la ansiedad que se llega a sentir derivado de todo lo anterior pueden llegar a ser incluso incapacitantes para el rendimiento de la vida. 

Ante otras enfermedades que matan menos, ya que ha habido una mejora en los tratamientos de prevención, temas como la ansiedad y la depresión han incrementado el riesgo suicida principalmente en ciudades como la nuestra, donde el crecimiento de los malestares relacionados con la salud mental ha sido paulatino y no se ha sabido detener, todo esto debido a que es posible que las cifras oficiales no estén reflejando por completo el problema debido al silencio y el estigma que se guarda alrededor del tema.

Tanto el riesgo de muerte por suicidio como la ansiedad y la depresión se pueden atender y reducir con la cooperación conjunta y comprometida de todos los agentes sociales. Lamentablemente, el compromiso no ha sido asumido de la mejor manera desde las instancias gubernamentales, que carecen de recursos y capacidad para dar el abasto suficiente y digno que requiere la salud mental en esta localidad. 

Algo bueno es que existen organizaciones como Fondo Unido Chihuahua y el Centro Familiar para la Integración y Crecimiento A.C., que se unen para atender este asunto y hacen labores estratosféricas en relación con la salud mental. Sin embargo, siempre será necesaria más ayuda, más cooperación y más compromiso que fortalezca el servicio y apoyo en la prevención y detección de riesgo, y en la construcción de una cultura colectiva de apoyo a la salud mental de los y las juarenses. 

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Cultura por la Paz es un proyecto de El Diario de Juárez en alianza con el Tecnológico Nacional de México, campus Juárez;  el Comité de Pacificación  y Bienestar Social (Copabis), y el Centro Familiar para  la Integración y Crecimiento A. C. (CFIC).