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Opinión

Beneficios de la Ley Seca

Ante la pandemia, los gobiernos federal y estatal han dado bastonazos de débiles visuales

Rafael Soto Baylón
Analista

miércoles, 28 octubre 2020 | 06:00

Ante la pandemia, los gobiernos federal y estatal han dado bastonazos de débiles visuales. Empezando con que el presidente “era moralmente inmune” hasta los “municipios de la esperanza” los responsables de la salud pública en México han buscado desesperadamente a quién o a quiénes culpar de la propagación del terrible virus. Ya acusaron a los refrescos azucarados, a las papitas, a los gansitos, a las tortillas de maíz y por supuesto no podían dejar de señalar a las bebidas alcohólicas. ¿Porque el alcohol transmite, conserva, “aviva” el coronavirus? No, porque provoca que las personas se reúnan a disfrutar de ese importante lubricante social y ahí se contagien. Solución: restringir los horarios de venta.

Esto de la famosa Ley Seca tiene su historia. Porque antes los expendios estaban abiertos las 24 horas del día. Solo se limitaban cuando había elecciones y a veces durante la celebración del desfile de las fiestas patrias. En Chihuahua, la primera ley para controlar la venta de bebidas alcohólicas fue emitida durante la administración estatal de Fernando Baeza. En la Ley Estatal de Salud, en 1987, se establecen horarios de apertura y cierre de bares, cantinas, centros nocturnos y en establecimientos que comerciaran con estos productos en embace cerrado. Esto fue con el pretexto de cuidar a la población de las consecuencias del tabaquismo y alcoholismo. ¿A quién perjudicó esta disposición? De la clase media alta para arriba en lo más mínimo porque en sus cavas tenían suficiente Don Perignon, Moet & Chandon, Viuda de Clicquot, Chateau Lafite y Louis Roederer para mencionar los más populares. Pero en su bar también reposaban coñac, tequilas, brandis, whiskies, rones, etc,. y por supuesto refrigeradores repletos de cervezas de todas marcas, sabores y nacionalidades.

De los clasemedieros para abajo a sufrir. Pero si compraba una caguama pensaba “¿y si se me antoja otra? bueno, entonces deme otras dos”. “¿Y si llegan amigos o el compadre? agregue tres más”. En los días anteriores a la Ley Seca los expendios hacían ventas que seguramente no tenían con los extendidos horarios de antes. Comentaba un amigo “ahora que dejan de vender cerveza a las seis de la tarde, me compro mis birrias, ahí las tengo, me tomo una y luego la otra. Para las nueve de la noche ya se acabaron. Por eso ahora completo mi veinticuatro”.

Pero volvamos al punto inicial ¿hay quien se beneficie de la ley seca total o parcial? Por supuesto que sí. A la par de las restricciones de horario surgieron comercios clandestinos. Solo que el precio –dependiendo de la demanda- se incrementaba al doble o al triple del costo original. Ahora, con las redes sociales es fácil encontrar quien te surta de todo tipo de bebidas y a la puerta de tu domicilio. También los taxistas y los vehículos de transporte con conductor (VTC) te pueden indicar dónde se venden estos productos. Pero podrán inferir que solo estos comerciantes irregulares obtienen ganancias. Pues no, porque también reciben una compensación los policías municipales, los estatales, los de vialidad (¿?), de la Guardia Nacional, los inspectores de Gobernación, los conductores de los coches de alquiler. Si el infractor no coopera pues lo multan y le incautan el producto.

¿Sirve la ley seca parcial? No. Simplemente estimula más compra de alcoholes porque como ya no van a vender jueves, viernes, sábado y domingo entonces deberán surtirse para soportar el desabasto y no tener que adquirirlos en la ilegalidad. Y los miércoles por la tarde veremos las tiendas de conveniencia, los centros comerciales y los expendios con largas filas y claro, sin guardar la sana distancia. En fin, estas medidas causan lo que precisamente desea evitarse.

Mi álter ego propone: Tomémosle la palabra al presidente y vamos a una consulta popular para que decidamos si permanecemos o no en el Pacto Federal. Si lo abandonamos los destinos de centavos de los chihuahuenses los decidirán los chihuahuenses y el agua de Chihuahua la administrarán los chihuahuenses. Y vayamos más lejos; ya no más Guardia Nacional, ni delegados, ni Ejército, ni Marina… por eso mi voto anticipado es NO. Y es un NO al centralismo asfixiante y autoritario; prepotente y arbitrario, insolente e injusto. No es porque sea separatista.

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