PUBLICIDAD

Opinión

Arrancaron

Hace una semana dio inicio formal la disputa por los cargos públicos en nuestro Estado

César Jáuregui Robles
Abogado

lunes, 12 abril 2021 | 06:00

PUBLICIDAD

Hace una semana dio inicio formal la disputa por los cargos públicos en nuestro Estado. De una manera por demás entusiasta se han exhibido los candidatos de todos los partidos políticos, pero a fuerza de ser objetivo habría que destacar dos o tres posturas que plenamente se diferencian.

Del lado de Morena, el diputado Juan Carlos Loera, quien antes fungió como superdelegado y mostró, lo que yo considero, un interés legítimo por favorecer a las clases desprotegidas y quien además, por ser abanderado directo del presidente de la República, ha mostrado un apego y lealtad ciega a las políticas públicas que desde el pódium mañanero se dictan, ha buscado continuar con su discurso asistencialista, pretendiendo mostrar becas, apoyos y programas sociales de todo tipo. Su lenguaje, de favorecimiento a los jóvenes, adultos mayores, mujeres embarazadas y demás entregas a la población es el mismo con que se ostentaba en anterior responsabilidad.

Por otro lado, la candidata Maru Campos, habiendo logrado con su estilo personal un reconocimiento de extraños y propios por su conducción municipal, ha mostrado que la atención a asuntos prioritarios como el agua, la inseguridad, la salud, la pobreza alimentaria, etcétera, serán atendidos pensando en un futuro mejor, según reza su eslogan de campaña.

Esto muestra dos proyectos antagónicos, pues no es lo mismo sumarse a una ola de simpatías, de que goza aún con mucha aceptación López Obrador,  y que apuesta por seguir con la distribución intensa de apoyos de todo tipo, buscando un espejo de votos el próximo 6 de junio, dejando de lado propuesta alguna que trate de resolver los grandísimos problemas que como el narcotráfico, el desempleo, cierre de negocios por la pandemia, la migración y los asentamientos que produce en la entidad, el recorte presupuestal que agrava las finanzas públicas, y desde luego la raquítica inversión federal en infraestructura, deberían ser materia de atención urgente hoy en día.

Esta postura reconoce, que los afectos de quien gobierna en Palacio, están en el sur y sus proyectos mayúsculos no dejan recursos ni interés en el Estado grande, por grandes que sean sus problemas.

En la imposibilidad de competir, con quien se presenta desde hace tres años con un morral de dádivas y prebendas, disfrazadas de apoyos sociales, Maru ha presentado una agenda que, en la suma de voluntades (provenientes incluso de sectores y partidos ajenos a la Coalición) pueda propiciar una fortaleza, que haga sentido el contraste que es gobernar con desarrollo, con empleo, atendiendo la pandemia, las guarderías, mejorando caminos, remozando escuelas, centros sanitarios, propiciando la inversión, vigorizando y respetando a los otros poderes y no solo al Ejército mil usos que hoy ha pertrechado el presidente.  Con esto se estará demostrando que, un México distinto es posible, al menos en Chihuahua.

PUBLICIDAD

Notas de Interés

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

Te puede interesar

close
search