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Opinión

AMLO, gran estadista

El 8 de julio pasado significará una fecha memorable para el mandato del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador

Juan Carlos Loera de la Rosa
Empresario

domingo, 12 julio 2020 | 06:00

El 8 de julio pasado significará una fecha memorable para el mandato del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no solamente por ser su primer viaje al extranjero como presidente y al mismo tiempo su primer encuentro con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump; sino por el alto contenido diplomático del encuentro, el cual estaba enmarcado por el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, ya que sin lugar a dudas vino a establecer una nueva sana relación entre los dos países. 

La puesta en marcha del T-MEC hace apenas unos días, luego de un proceso de negociación y aprobación en los respectivos congresos de los países firmantes fue el motivo principal de la visita de nuestro presidente; recordemos que desde los primeros momentos luego del triunfo histórico del 1 de julio de 2018, AMLO designó a Jesús Seade como el negociador de dicho Tratado aún con Enrique Peña Nieto en el poder, afortunadamente hubo buen entendimiento en este tópico desde el inicio de la transición y el gobierno saliente accedió a que el gobierno electo tomara las riendas de la negociación.

El ahora subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, desempeñó un gran papel, siempre visionario, trabajó fuertemente para que México asegurara condiciones que produzcan integración entre la productividad, generación de empleos, atracción de inversiones y mejores condiciones salariales sobre todo para la clase trabajadora y profesionista, ya que ahora en estos tiempos de crisis económica mundial se eleva la importancia de una alianza comercial que en esta nueva era adquiere un carácter que trasciende el mero hecho comercial entre las tres naciones ya que proyecta un cariz entrañablemente humano al unirse tres países con el único fin de apoyarse para lograr un desarrollo solidario que indudablemente redundará en un gran beneficio laboral y económico para Estados Unidos, México y Canadá.

En el mensaje de cada uno de los mandatarios a diferencia del pasado cuando se hablaba meramente de bienes y de mercancías, ahora se pusieron en el centro del acuerdo las condiciones laborales y salariales de quienes aportan el principal valor: los trabajadores, pero también se subrayó la importancia del contenido regional en los componentes de los bienes comerciables tangibles, es decir, que los productos hechos en los tres países no sean consecuencia del traslado de operaciones de fábricas de otros países con todo y sus materias primas, sino que las materias primas en su mayoría también sean productos manufacturados en la región de América del Norte, esto es un hecho trascendental ya que le dará un gran impulso a la proveeduría local. 

En lo que tiene que ver con las condiciones laborales, México previamente había dado ya los primeros pasos, la reforma laboral que incluye la democracia sindical es muestra de ello, pero también la gran política salarial del gobierno de la Cuarta Transformación que entró en vigor en los primeros momentos del 2019 con incrementos salariales sin precedentes, ya que se elevaron al 40 por ciento fuera de la franja fronteriza y más del 100 por ciento en la frontera. Esta política salarial ha dado evidencias de que sí es posible elevar el nivel de ingresos de los trabajadores sin poner en riesgo la estabilidad inflacionaria ni la fuga de empresas extranjeras a otras partes del mundo, puesto que a partir del establecimiento del programa de zona libre en la frontera, se redujo a la mitad el impuesto al valor agregado, la gran mayoría de los proveedores de la industria maquiladora trasladan ya el ocho por ciento de impuestos, lo cual ha hecho mucho más competitiva a la región.  

Pero también, de manera tangencial la gran política de becas abona para que haya más y mejor fuerza laboral, la cual tiende cada vez más a profesionalizarse, las becas Benito Juárez para todos los estudiantes de preparatoria, sin duda permiten mucho mejores condiciones ya que los estudiantes podrán contar con las condiciones mínimas para tener acceso a estudios universitarios, o bien, si lo que se desea es una carrera más corta podrán elegir la obtención de conocimientos a nivel técnico, lo cual aunado a la política económica actual y desde luego en función del acuerdo comercial entre los tres países, se avizora un replanteamiento del mercado laboral mucho más favorable, con industrias y comercios de mayor valor y calidad, lo que sin duda logrará que se tenga acceso a mejores niveles de vida en nuestro país, pero particularmente en la frontera cuya vocación industrial y exportadora y sede de grandes empresas, preparada además con un importante capital humano que va desde los obreros que poseen una capacitación de alto nivel, a administradores, ingenieros, proveedores y demás organismos privados como INDEX que han coadyuvado generando confianza en el gobierno actual, como lo muestra la reciente y plausible decisión de la empresa canadiense BRP al ampliar sus operaciones en Ciudad Juárez con una planta armadora de vehículos, al mismo tiempo, la entrada en vigor del T-MEC. BRP marca la pauta y el prototipo de una industria generadora de mejores empleos.  

Pero la visita del presidente de México reivindicó además el otrora papel protagónico en materia de política internacional de nuestro país que fue perdiéndose y desprestigiándose a partir de la política neoliberal y entreguista instaurada en 1982; con la altura de un gran estadista, AMLO respondió a aquellas voces que deseaban el fracaso de la visita, ya que con gran altura de miras nuestro presidente reconoció la colaboración del vecino del norte en temas como el Covid y el petróleo, destacando además el enorme papel de las personas migrantes mexicanas en la economía de ambos países a lo largo de la historia, así como la coincidencia de relaciones fraternales entre presidentes anteriores en momentos coyunturales como lo fue Lincoln-Juárez y Cárdenas-Roosvelt,  también reconoció que ha habido agravios, pero siendo fiel a su concepto de lo que debe ser la política, la cual a decir de AMLO, fue inventada para evitar las guerras; en esta tónica su discurso fue congruente y profundamente conciliador. 

Pero no solamente AMLO estuvo a la altura de las circunstancias, el presidente Donald Trump elevó su estatura política, sobre todo en relación a nuestro país, los desplantes que le caracterizaron anteriormente, ahora quedaron atrás en esta reunión, y es que México se ha caracterizado por sus esfuerzos conjuntos al lado de otras naciones colaborando amplia y decididamente en ciertas contingencias como por ejemplo, la migratoria; en esta ocasión se  mantuvo un diálogo mucho más allá de lo que dictan las reglas de la diplomacia, fue respetuoso y amable; el esgrima gentil de nuestro presidente así como su decoro, desarmó diplomáticamente cualquier posibilidad de disenso, a pesar de que temas coyunturales quedaron pendientes para otros momentos, como el tráfico de armas, drogas y desde luego la agenda migrante que no podemos soslayar.  

La estatura moral de nuestro presidente dio al traste a las corrientes políticas mezquinas que en medio de la pandemia han hecho gala de un infame oportunismo político reclamando privilegios perdidos, pero también ha recibido un respaldo del Consejo Coordinador Empresarial que cierra filas, al menos en lo que se refiere al tratado comercial.  

Con circunstancias de salud sumamente adversas que han provocado el cierre de fronteras al tráfico doméstico y turístico hemos resistido ante esta crisis, la luz se asoma al final del túnel, el bloque comercial de América del Norte complementará la política económica y de bienestar del Gobierno de México, las cuales han puesto en marcha proyectos y programas en todo el territorio nacional para generar empleos y evitar la migración por motivos económicos.  

 

Llamado a la justicia

Sin ser parte de la agenda bilateral, la demanda de hacer justicia ante el quebranto financiero, el latrocinio y pillaje del que fue víctima el estado de Chihuahua ha dado un vuelco trascendental, el presunto culpable César Duarte fue detenido el mismo día de la visita y ha iniciado el trámite de su repatriación a México para ser juzgado por sus hechos al igual que sus cómplices, algunos de ellos que aún ostentan cargos públicos; esto es una clara evidencia de la eficacia del gobierno encabezado por AMLO, quien destrabó la denuncia que fue congelada por el gobierno de Peña Nieto, también es evidente que oscuros acuerdos le permitieron al exgobernador pasearse libremente durante varios años, siendo un prófugo de la justicia. La actitud mesurada, pero firme del gobierno dan resultados que ninguna otra administración gubernamental hubiera alcanzado; la colaboración entre la fiscalía del estado de Chihuahua y la General de la República con una acertada intervención de la Secretaría de Relaciones Exteriores atienden la demanda de millones de chihuahuenses para que se devuelva lo saqueado y se haga justicia. Debe reconocerse al activista Jaime García Chávez porque valientemente y durante el mandato del exgobernador le puso el cascabel al gato.

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