PUBLICIDAD

Opinión

A ellas también les deben muchas explicaciones

Dentro de Palacio Nacional se desarrollaba, ahora sí, un honesto espectáculo. Eugenia León celebraba a las madres del país

Yuriria Sierra
Analista

martes, 11 mayo 2021 | 18:53

PUBLICIDAD

Ciudad de México.- Dentro de Palacio Nacional se desarrollaba, ahora sí, un honesto espectáculo. Eugenia León celebraba a las madres del país. Andrés Manuel López Obrador no respondió preguntas de reporteros ni informó sobre los precios de las gasolinas o el avance de los megaproyectos de infraestructura, como lo hace cada lunes. Se limitó a presentar a la multipremiada intérprete. Voz indiscutible, sin duda. La mañanera fue un festival para celebrar el Día de las Madres. Duró poco más de una hora entre la bienvenida, las mañanitas y las canciones. El único “pero” es que afuera del recinto la celebración contrastó con la protesta de las madres que desde hace muchos años se hacen presentes en el Zócalo y le recuerdan al gobierno en turno el doloroso pendiente que tiene con ellas.

Desde temprano, madres de personas desaparecidas, integrantes de varios colectivos (porque no es sólo uno, aquí no pueden acusar un reclamo de los conservadores) se presentaron con la idea de ser atendidas por el presidente. Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador no las atendió, en su lugar salió la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, y la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana. Otra vez, las madres que exigen saber el paradero de sus hijas e hijos tuvieron que conformarse con la entrega de documentos, esta vez para llamar al presidente a ejercer su derecho a veto a la reforma de la nueva Ley de la Fiscalía General de la República: “La ley aprobada (...) merma la responsabilidad de una de las instituciones del Estado: la Fiscalía General de la República, hacia las víctimas, la verdad y la justicia. Por lo que depositamos nuestra confianza en la integridad de su palabra. Desde el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México estamos dispuestas y dispuestos a agotar todos los recursos que nos garanticen el cumplimiento del deber de los funcionarios del Estado...”, indicaron en un comunicado que difundieron en redes sociales.

Por la tarde, el panorama no fue distinto, tras una marcha al mediodía, madres de desaparecidos colocaron en un muro frente a la Fiscalía General de la República los rostros y los nombres de sus hijos.

Ésta es la realidad de cientos, miles, de madres que pasan el 10 de mayo buscando a quienes tendrían que celebrarlas. Lo mismo en la ciudad como en localidades que parecen para las autoridades estar muy lejanas. Francisca y Esteban, esposos, habitantes de la comunidad San Isidro Yucumay, a seis horas de la capital de Oaxaca, no hablan español, tienen 56 y 59 años de edad, respectivamente, y sólo piden saber qué le sucedió a su hija. Viven en una casa de madera y tejas y desde 2015 esperan el regreso de su hija Yesenia. La última vez que la vieron fue en Tlaxiaco, en la región Mixteca. Hoy tendría 30 años. Ni las dificultades económicas ni la lejanía con ese Palacio Nacional, que el lunes tuvo fiesta, los doblega para cesar en la exigencia de saber qué le sucedió a Yesenia. Lo mismo ocurre con las madres que hace una semana amanecieron con la incertidumbre: sus hijas e hijos, sus esposos, víctimas del colapso en la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México. Y en el día en que tenían planeado un festejo o recibir un regalo, las circunstancias las obligaron a estar dentro de un hospital o en un panteón. Madres, como miles, millones, todas, que darían su vida por el bienestar de sus hijos. A ellas también les deben muchas explicaciones.

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search