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Opinión

A decir verdad | La confianza mexicana se erosionó con el populismo

No hay sector que no sufra los embates de la estatización creciente

Rubén Iñiguez
Periodista

sábado, 08 agosto 2020 | 06:00

Ciudad de México.- La confianza del consumidor mexicano, sus expectativas de este indicador de confianza en el gobierno populista actual, han disminuido de manera sensible, con lo que se contrae el gasto, los proyectos de adquisición de bienes duraderos, y finalmente se ha paralizado la economía.

Los frecuentes despidos de la burocracia nacional, ahora que se pretende dejar en la calle a otros 100 mil servidores públicos -no de la nación que seguirán activos hasta las elecciones próximas como un ejército electoral de AMLO- la falta de proyectos de inversión, la reducción de gasto oficial del gobierno, han creado un escaparate sombrío en que se suman la obligada prudencia del sector privado, que no considera viable su actuación, por los frecuentes movimientos que se realizan en favor de la inestabilidad productiva.

No hay sector que no sufra los embates de la estatización creciente. El choque con los inversionistas de generación de energía limpia, la negativa del aeropuerto de Texcoco, la cancelación de la cervecería Constellation Brands, la decisión de militarizar las aduanas, de modificar el régimen en la CDMX de propiedad urbana, propiciando un regreso a las llamadas “rentas congeladas” de los años 60, son causa de que la gente piense dos veces antes de emprender, o de adquirir bienes. Hay gente que retira dinero del banco para enterrarlo como en tiempos de la Revolución Mexicana, por pérdida de confianza.

El Inegi facilitó los datos sobre la confianza del consumidor. El indicador se conoce como ICC-ETCO y sale cada año en estas fechas. El indicador de confianza muestra que en 2019 el porcentaje era de 43.7 por ciento, números positivos a comparación de este año 2020, pues dicha cifra tuvo una reducción de 11.7 por ciento, llegando a un 32.0.

La situación de miembros del hogar en una familia, hace 12 meses arrojó lo siguiente: En 2019 era de 48.7 por ciento, pero en el 2020 se redujo a 35.4 por ciento, por lo que la disminución fue de -13.3 por ciento nuevamente en negativos.

Sobre la situación económica al día de hoy, en el hogar comparada con la de hace 12 meses: Nuevamente arroja un resultado negativo de -12.6 por ciento ya que en 2019 fue de 40.3 por ciento y en 2020, de 27.7 por ciento.

El siguiente tema del indicador es importante, posibilidad en el hogar de la compra de bienes duraderos: En 2019, era de 24.3 por ciento, mientras que en 2020 fue de 12.8 -aquí también hubo reducción- de un -11.5 por ciento.

Finalmente estas cifras señalan el último rubro, la percepción de la condición económica del país, dentro de 12 meses próximos:

En 2019, era de 49.44 por ciento, sin embargo, en 2020 descendió a 38.0 por ciento una reducción negativa de -11.4 por ciento de nueva cuenta. 

La confianza que el presidente López Obrador intenta transmitir es refractaria sobre todo en la clase media que no percibe mejorías en sus ingresos, ni tampoco las ayudas o aportaciones gubernamentales, ya que quedó excluida de los subsidios para los “pobres” exclusivamente.

La falta de apoyo a las pequeñas empresas, la falta de recursos para sostener la planta productiva nacional, ha quedado en manos de las propias empresas, que reducen jornadas, metas laborales, así como sueldos en la mayoría de los casos con el propósito de conservar la plantilla íntegra de sus trabajadores.

Las pérdidas en el sector de servicios, en el turismo, en hospedaje, en transporte, incluso en la de consumos recreativos derivados de las restricciones del Covid-19 en que se suspendieron fiestas, reuniones, festejos de bodas, graduaciones, e incluso las actividades funerarias se han limitado en tiempo de velación y asistencia restringida a los parientes directos, todo ello hace que se tenga desconfianza en el futuro, en realizar compromisos de próximos consumos.

Consideremos que el monto de deuda por uso de tarjetas de crédito se redujo en forma grave, un 11.4 por ciento menos, para una cifra de 435 millones de pesos. Esto ha sucedido a dos factores fundamentales, entre el encierro y el temor a la disminución de ingreso.

Los créditos de vivienda, así como adquisición de bienes duraderos muestran también un comportamiento negativo. El subgobernador de Banxico, Gerardo Esquivel, indicó que su disminución del Producto interno bruto (PIB), agravado por el Covid-19, espera que la recuperación sea factible pero hasta el año 2022.

La inflación se ha dejado sentir en el incremento de un siete por ciento en precios de bienes de consumo en el hogar, en el alto costo del combustible a 22 pesos el litro en promedio, y en general en incrementos en el recibo de la luz en los que se han aplicado ajustes de tarifas a los consumidores, sin tomar en cuenta la situación provocada por la recesión, sumada al coronavirus.

Ha sido tan poco sensible el presidente en comprender esta situación, que adelantó el festejo del grito con una minoría de invitados con antorchas, y el desfile militar, en una clara muestra de que le importa muy poco la situación de los mexicanos, y el deterioro laboral en que se encuentran.

Parece que el intento de mejorar la pensiones y jubilaciones a los trabajadores fue muy plausible, pero no oportuno por el momento adverso que vive, en que cargó a la empresa privada un incremento de aportación de 5.15 al 13.87 por ciento que obviamente tendrá efectos inflacionarios.

Si bien la medida era necesaria, ya que la pensión de los trabajadores era muy baja, esta creció del 6.5 a un 15.0 por ciento ajustando los términos para alcanzarla… Descargando toda la responsabilidad al sector privado. 

A pesar de ello, el sector empresarial ha tomado distintas iniciativas, de manera personal, para reactivar la economía del país. Las distintas cámaras, buscan como frenar esta segunda pandemia económica, sin embargo el gobierno de la 4T no termina de comprender el gran problema financiero que se avecina.

Por ello la confianza del consumidor en la administración de Andrés Manuel, es mucho menor, y a quien dicho sea de paso, no se le cree que hemos vencido la crisis económica o el Covid-19, se empeña más en distraernos con situaciones superfluas como la venta del avión presidencial.

Twitter @rubengdl

ruben_iniguez@hotmail.com

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