Opinión

Salarios, huachicol y ventajas comparativas

Usualmente se hace referencia a las desventajas que nuestra ciudad fronteriza enfrenta con relación a la ciudad vecina de El Paso, Texas

Sergio Pacheco González
Analista

lunes, 14 enero 2019 | 21:49

Usualmente se hace referencia a las desventajas que nuestra ciudad fronteriza enfrenta con relación a la ciudad vecina de El Paso, Texas. Esto es evidente, por ejemplo, en materia del ingreso derivado de las actividades laborales, el que es marcadamente distinto entre ambas. Así, el salario mínimo vigente en la vecina ciudad es de 7.25 dólares por hora, en tanto que, como resultado del incremento decretado para este año, en el municipio de Juárez el salario mínimo por jornada de trabajo de ocho horas es de 176.72 pesos, lo que significa que una hora de trabajo en El Paso, representa 80 por ciento del valor de la jornada laboral de quien tenga como ingreso el salario mínimo en nuestra frontera.

Una peculiaridad en nuestros vecinos es que su salario no se ha incrementado en los últimos años, a pesar de la propuesta de que alcanzara al menos un valor de 10.10 dólares. De esta manera, el salario se mantiene: “Muy por debajo de la cifra que implementarán 14 ciudades dentro de los estados de Nueva York, Oregon, Pennsylvania, Massachusetts, Montana, Washington y California, que lograron realizar un aumento al salario base al fijarlo en $15 por hora”, en el año 2016. (Luis Hernández, El Diario de El Paso, 2016-01-04).

No obstante, existen algunas ventajas para los consumidores juarenses, en el acceso a determinados bienes y servicios. Esto es así, por ejemplo, en la posibilidad de adquirir equipos de cómputo y otros productos electrónicos, así como otros géneros que consideramos de mejor calidad o valoramos por su precio. Así, no es extraño que tanto juarenses como personas provenientes del sur del estado o bien quienes provienen de otros estados por cuestiones de trabajo o turismo, agenden entre sus actividades una visita a los malls u outlets.

Otra práctica común, y que ha tenido diversos momentos en el transcurso de los años, consiste en cruzar la línea fronteriza para ir a comprar gasolina. Dos son las razones generalmente mencionadas: su precio y/o su calidad. Con respecto a este bien, hoy día se puede identificar una ventaja comparativa de este municipio, con relación a otros en el estado y en el país. 

Así, en condiciones como las prevalecientes a partir de las acciones establecidas para combatir el llamado huachicoleo, en aplicación de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, el riesgo de desabasto de gasolina para nuestro municipio es menor, a pesar de que se han identificado tomas clandestinas en el estado, en la medida en que existe la posibilidad de recibir el combustible de los Estados Unidos o incluso de adquirirlo, de manera individual, en la ciudad vecina.

Mas no todas las personas tienen esa posibilidad. Condición que reinserta las diferencias, ahora no sólo entre ciudades, municipio y condado, sino entre ciudadanos. Y si antes se mencionó la posibilidad de adquirir diversos productos en los malls y outlets de la ciudad vecina, ahora se puede hacer referencia a la adquisición de bienes de segunda o tercera mano. 

Ropa, línea blanca (lavadoras, estufas, refrigeradores), calzado, muebles y enseres diversos, como televisiones, podadoras, discos, video juegos y más, son introducidos al mercado local. Son, en muchos casos, la mejor opción para quienes tienen ingresos bajos. Como evidencia en el tiempo se encuentran ‘Los Herrajeros’, de la colonia Chaveña.

Además, no es raro encontrar en diversas colonias, personas que ofrecen estos bienes en las puertas de sus viviendas o quienes cuelgan en mallas públicas ropa usada, obtenida mediante la compra de las llamadas pacas.

Algo similar sucede con los automóviles. La adquisición de vehículos usados es una práctica constante, como lo es su exhibición en diversos puntos de la ciudad. Destacadamente en la conocida como ‘La Curva’, en la Perimetral Carlos Amaya.

Estas prácticas dan cuenta de la economía informal que se desarrolla en la localidad. A la que puede agregarse la venta que se compromete a través de Facebook. En éste, se divulgan las imágenes del bien en venta y quienes se interesan en ellos convienen encontrarse en algún lugar con quien vende, a fin de concretar el acto comercial.

Diversas y múltiples son las oportunidades que brinda este entorno fronterizo, para obtener un ingreso y para adquirir bienes a los que no podría accederse directamente en las tiendas respectivas. Ya no se hablaría de ventajas comparativas, sino de ingresos insuficientes. 

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