Opinion El Paso

Viviendo con o sin VIH, la batalla la damos todos juntos

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José López Zamorano / La Red Hispana

miércoles, 09 octubre 2019 | 06:00

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ashington– Es un lugar común afirmar que, si cada uno de nosotros pusiera su “granito de arena”, tendríamos el poder de hacer la diferencia. Pero los problemas actuales son tan grandes o complejos que pocas veces notamos si nuestras acciones individuales ayudan a la solución o se pierden en un enorme desierto de buenas intenciones. 

En este momento, latinas y latinos de los Estados Unidos enfrentamos un reto mayúsculo de salud pública en el cual sí tenemos la posibilidad —y yo diría la responsabilidad— de hacer cambios positivos que tienen el potencial de ayudar a detener el desproporcional impacto del VIH/SIDA entre nuestra comunidad. 

Las cifras son reveladoras: una cuarta parte de todos los nuevos diagnósticos del VIH corresponden a latinos o latinas –a pesar de que somos alrededor del 18% de la población del país. 

Pero hay un dato alentador: casi la mitad de los latinos que viven con el VIH han logrado reducirlo a niveles indetectables gracias a los tratamientos con antirretrovirales.

Una nueva campaña de Pinyon Foundation, en conjunto con los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) busca dar un gran paso para empoderar a quienes viven con el VIH, sensibilizando a la población para no usar palabras prejuiciosas que tienen el efecto de profundizar la discriminación social y cultural que enfrentan las personas que viven con el virus.

En ocasiones no se entiende por ejemplo la diferencia entre SIDA y VIH. Uno de los mensajes de la campaña deja en claro que el SIDA no es una condición, sino un conjunto de condiciones o un síndrome que ocurre cuando el sistema inmunológico de una persona ha sido debilitado por la infección del VIH.

Muchos de nosotros hablamos también de los “contagios” del SIDA, pero otro de los mensajes de la campaña aclara que el SIDA no se contagia ni se transmite, sino que las personas se infectan con el virus del VIH, el cual puede “transmitirse” pero no es hereditario.

Como periodista he colaborado en la difusión de estas campanas durante varios años y uno de los aspectos que más llamó la atención de la nueva edición es que incluye ejemplos de situaciones de la vida diaria relacionadas con el VIH y ofrece recomendaciones prácticas sobre cómo responder y enfrentar el estigma.

¿Qué hacer si un amigo te revela su estatus como VIH positivo? ¿Si un miembro de tu familia vive con el VIH, cómo responder si alguien pregunta si se “contagia” por un beso o un saludo? Las respuestas son clave, porque las palabras y las actitudes no sólo importan, sino son catalizador a la acción.

La campaña “Detén el estigma del VIH” parte de una idea simple pero poderosa: El primer paso para detener el VIH es hablar abiertamente del tema, estar bien informados y enfrentar el estigma. El segundo paso es llevar a nuestra vida diaria cambios positivos evitando las palabras prejuiciosas y respondiendo apropiadamente, porque finalmente es tarea de TODOS erradicar el VIH.

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