Opinion El Paso

¿Qué pasó con el Mes de la Historia Afroamericana?

¿Acaso las audiencias del juicio político, el coronavirus y las debacles de las reuniones electorales opacó todo lo demás? Tal vez, aunque el Mes de la Historia Afroamericana parece que sufre de un déficit de celebración

Esther J. Cepeda / The Washington Post

jueves, 27 febrero 2020 | 06:00

Chicago— Ya estamos a la mitad de febrero, ¿Qué pasó con el Mes de la Historia Afroamericana?

¿Acaso las audiencias del juicio político, el coronavirus y las debacles de las reuniones electorales opacó todo lo demás?

Tal vez, aunque el Mes de la Historia Afroamericana parece que sufre de un déficit de celebración.

Pensemos en esto: El Mes del Legado Hispano nos trae a la mente mujeres alegres que hacen piruetas con sus vestidos folclóricos multicolores, muchas banderas Latinoamericanas e imágenes de personas bailando o tocando instrumentos.

Una de mis amigas de Facebook se sintió de la misma manera y encapsuló ese déficit: “Si todos ustedes celebraron el Mes de la Historia Afroamericana como lo hicieron con el Mes del Orgullo Gay, eso pudo haber sido diferente, aunque las personas que no son de color se esconden durante este mes”.

Eso es cierto.

Por primera vez asistí y marché en el desfile del Mes del Orgullo LGBT que se llevó a cabo en Chicago el mes pasado, y hubo cientos de miles de personas, muchas de ellas heterosexuales.

Abarrotaron los autobuses y trenes de la ciudad, llenaron las calles con su mejor atavío con los colores del arcoíris, y demostraron que estaban preparados para asistir a una fiesta y comilona masiva.

La naturaleza alegre de las coloridas festividades del Mes del Orgullo Gay es la razón por la que muchas corporaciones se han afanado en apoyar a la gente LGBTQ en su travesía para convertirse en miembros completamente aceptados y respetados de nuestra sociedad y ganan dinero con eso.

Sin embargo, el Mes de la Historia Afroamericana, no está a la mitad del verano como el Orgullo Gay, ni a principios del otoño, como el Mes del Legado Hispano. Ocurre a la mitad del invierno para conmemorar el nacimiento  de Abraham Lincoln y Frederick Douglass.

Aunque sólo habría que pensar lo que sería el Mes de la Historia Afroamericana si ocurriera en una temperatura más agradable y no en los meses más cortos del año, y unos de los más sombríos y fríos.

Una de las importantes televisoras podría transmitir el desfile, algo parecido al evento del Día de Acción de Gracias de Macy’s. Podría haber un gran número de bandas de marcha de colegios y universidades históricamente afroamericanas, luciendo brillantes uniformes, carros alegóricos que destacarían no sólo a Martin Luther King Jr. y Rosa Parks, sino a héroes menos conocidos como la activista de los derechos civiles Ella Baker, el inventor del banco de sangre Charles Drew, la periodista Ida B. Wells y otros más en la reciente lista de Los Invictos de los “Cuarenta y Cuatro Afroamericanos Que Sacudieron el Mundo”.

¿Se imagina el espectáculo que podría dar Beyoncé?  Tan sólo los carros alegóricos podrían ser una maravilla de ingeniería!

Además de que una temperatura más agradable podría hacer que fuera más soportable el participar en la recreación del escape de la esclavitud y las simulaciones.

¿Han escuchado acerca de eso?

Hay paseos a los que se pueden unir y que los pondrá en los zapatos de los esclavos fugitivos que intentaban escapar de sus amos.  En ocasiones incluyen actores que interpretan a cazadores que suenan las cadenas y lanzan gritos con el fin de crear una “sensación” real de estar siendo perseguidos en una travesía para escapar.

Aunque no están exentos de la controversia.

En su artículo que publicó The New Yorker, “¿Podrá hacernos libres la recreación de la esclavitud?”, Julián Lucas relata su interpretación del “Ferrocarril Subterráneo” de Colson Whitehead en la que “la heroína fugitiva de la novela encuentra trabajo en un terreno libre como “esclava” en la maqueta de un museo”, generando dudas sobre a quién realmente sirve el renacimiento de la narrativa esclavista.

¿Las vidas de los fugitivos pertenecen a todos, como modelos y mártires de la democracia?  ¿O son víctimas de la apropiación, sus historias están retorcidas por los repetitivos mitos de reconciliación y cursi entretenimiento?

¿Puede la “personificación” del pasado empoderar la vida, o trivializa la historia y traumatiza a sus herederos?

Si viviéramos en un mundo en el que la gente de todos los colores realmente entendiera esto y otros temas viscerales de la raza y el poder, sería un mejor mundo.

Pero mi fantasía de tener una mejor temperatura para el Mes de la Historia Afroamericana probablemente nunca se materializará, así que, hay otras maneras de conectar.  Leer el libro de Whitehead que ganó un premio, es un gran inicio.

Recomiendo mucho los libros “La Fragilidad Anglosajona: Por qué es tan difícil para los anglosajones hablar acerca del racismo” de Robin DiAngelo, “El Lado Sur: Un retrato de Chicago y de la segregación americana” de Natalie Y. Moore, “Becoming” de Michelle Obama y “Estuvimos Ocho Años en el Poder, una Tragedia Americana” de Ta-Nehisi Coates.

Si usted anda buscando algo gratuito y fácil escuche “La Ciudad: Seis historias de escombros. Un millón de historias de los de abajo”, un podcast investigativo de USA Today.  Es una narrativa rápida y fascinante que deja de manifiesto la manera en que el racismo sistémico en la vivienda urbana, construye códigos y políticas que dañan a la gente de color.

Si no puede leer un libro acerca de la experiencia de los afroamericanos, escuche una. O lea un artículo, o haga una búsqueda en Google sobre la “excelencia afroamericana”.

Pero  no permita que el Mes de la Historia Afroamericana del 2020 pase sin hacer una conexión personal.  Después de todo, la celebración ocurre de muchas formas diferentes.

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