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Opinion El Paso

Newsom demuestra que se puede ser un gran político pero un pésimo líder

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Rubén Navarrete Jr./ The Washington Post

jueves, 29 julio 2021 | 06:00

San Diego— Aún en este estado de California, que es profundamente demócrata, el gobernador Gavin Newsom parecer estar en un gran problema.

No es porque el carismático demócrata va a enfrentar una remoción electoral el 14 de septiembre, en la que su nombre aparecerá en las boletas junto a otros 45 candidatos. Aunque es probable que sobreviva fácilmente a ese referéndum.

La preocupación más importante para los demócratas es que su ex Chico Dorado no debería estar en ese predicamento. Newsom fue electo hace justo tres años por un margen de casi 2 a 1 en un estado que es abrumadoramente demócrata y en el que casi se le olvida a uno que hay un Partido Republicano estatal.

Aunque su destino está en el aire. De acuerdo a un nuevo sondeo realizado por el Instituto de Estudios Gubernamentales de la Universidad de California en Berkeley, y copatrocinado por Los Angeles Times, el 47 por ciento de los probables votantes de California apoyan la remoción de Newsom, comparada con el 50 por ciento que se oponen a eso (una diferencia que es corta respecto al margen de error del sondeo).

¿Cómo llegamos hasta este punto?. Aunque lo más importante es preguntarnos ¿cómo es que él llegó hasta aquí?.

Aquí está una respuesta: la ambición. Newsom (quien ha estado en la política desde 1997, cuando era un miembro de 29 años con brillantes ojos del Consejo de Supervisores de San Francisco) siempre tuvo puesta la mirada en su siguiente puesto, cuando debió estar enfocado en cumplir con la tarea que tenía encomendada.

Esta es otra respuesta: su falta de liderazgo. Algunos políticos inspiran a la gente con su visión, y otros logran que todo funcione a tiempo. Newson no ha hecho ninguna de las dos cosas. En un estado que es tan grande (casi el 15 por ciento de la economía de Estados Unidos y el 12 por ciento de la población del país) que podría ser inmanejable, Newsom es mayormente un administrador ineficaz.

Aunque, si hay algo que el ex prometedor astro del Partido Demócrata está decidido a salvar (en un estado en donde el porcentaje de desempleo es del 7.9 por ciento) es su propio puesto.Además de tener una apariencia de astro de cine, y la habilidad para parecer grandioso aún cuando no diga nada, Newsom tiene grandes destrezas políticas.

Hábilmente, Newsom catalogó el esfuerzo de remoción como un intento por trastocar la democracia de parte de los simpatizantes anglosajones nacionalistas del ex presidente Donald Trump (un grupo tan pequeño que es prácticamente una especie en extinción en este estado).

Luego, Newsom empezó a recaudar dinero como un maníaco. De acuerdo a Los Ángeles Times, en menos de seis meses, el gobernador recaudó aproximadamente 9 mil 3 millones de dólares. El grupo de comités anti remoción aumentaron y rápidamente recaudaron otros 23 millones de dólares. Eso hace un total de 32 mil 3 millones de dólares para las personas que están en contra de la remoción, comparado con sólo 16 mil 8 millones de dólares del lado que está a favor de la remoción.

Sin embargo, para los republicanos de California, la razón por la que ellos están tan sobrepasados no se debe a que les falte dinero sino que les falta un centro moral. Ellos ni siquiera tienen la más remota idea de quiénes son.

Por ejemplo, muchos de ellos siguen bebiendo el veneno que casi pone a su partido en la tumba, hay una idea racista y anti latino de que el estado algún día tendrá una mayoría latina.

Ya casi llegamos a ese punto. La población de California está integrada actualmente por el 40 por ciento de latinos. Y ese partido que sonó la alarma nativista acerca de un futuro lleno de camiones que venden tacos en cada esquina ahora está enfrentando la dura realidad de que muchos de los californianos realmente disfrutan un buen taco.

Así que, ¿cuál es el problema para los demócratas?. El problema es que en política, es posible ganar la batalla y perder la guerra. Aunque es probable que Newsom supere el intento de deshacerse de él, también podría mostrarles a los votantes, en ese proceso, algunas de sus cualidades menos atractivas.

Él va a dejar en claro que ha fallado como gobernador, y que no es apto para el puesto. Casi podría asegurar que va a ser visto por muchos como un improbable, no confiable y poco preocupado sobre los problemas de los demás, excepto de los suyos. Newsom ya se ha mostrado como alguien que desvía la crítica, cambia el tema y no se hace responsable de sus errores.

Y el hecho de que haya cerrado los restaurantes durante la pandemia y luego haya cenado en un exclusivo lugar en Napa Valley. The French Laundry, lo mostró como un elitista desconectado que está por encima de las reglas.

Actualmente, a medida que la infección del Covid-19 está aumentando en California justo al igual como en el resto del país, es probable que ese lúgubre panorama le recuerde a la gente de este estado la falla más grande que ha tenido Newsom. Los republicanos no pueden tocarlo, aunque el coronavirus acabó con él. Está totalmente abrumado.

Ganar las elecciones es una cosa y no es difícil hacerlo cuando los contrincantes son incompetentes o ineptos. Ganar los corazones y mentes es otra cosa. Newsom siempre ha sido mejor en lo primero que en lo segundo.

Los demócratas no tienen nada que celebrar.

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