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Opinion El Paso

Musk avanza mientras Bezos demanda en la nueva carrera espacial

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Adam Minter/Bloomberg Opinión

lunes, 20 septiembre 2021 | 06:00

Se supone que las carreras espaciales se ganan en los laboratorios de ingeniería o en órbita. Gracias a Jeff Bezos, la siguiente podría ganarse en una corte o en la oficina de un regulador.

Debido a que las empresas de Bezos se encuentran rezagadas de SpaceX de Elon Musk en la competencia para que los humanos vuelvan a la luna y en el servicio de lanzamiento de una banda ancha satelital, cada vez más están acudiendo a la política y demandas legales para avanzar.

Aunque no es exactamente una nueva estrategia en Washington. Sin embargo, si Bezos prevalece, podría hacerle un daño significativo a la industria del comercio espacial de Estados Unidos, que apenas está despegando.

En la actualidad sería difícil de creer, pero la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio en algún tiempo fue conocida por su celeridad y eficiencia. En julio de 1962, la NASA invitó a 11 empresas a competir para la elaboración de un Módulo de Exploración Lunar (LEM), que podría transportar a los astronautas a la superficie de la luna por primera vez.

Poco después, escogió a Grumman Aircraft Engineering Corporation, posteriormente conocida como Northrop Grumman Corporation, para otorgarle el contrato.

Justo siete años después, el módulo estaba en la superficie lunar.

Desde entonces, desafortunadamente, el ritmo de la NASA ha disminuido aunque los costos han aumentado. En el 2007, por citar un ejemplo, la agencia autorizó un programa para desarrollar un nuevo traje espacial para la próxima ronda de exploración lunar de Estados Unidos.

Catorce años después, aún no existe un nuevo traje. Una reciente auditoría pronosticó que no habrá uno por lo menos en otros cuatro años. ¿Y el costo? Aproximadamente 500 millones por traje. 

Una importante razón de este ritmo glacial es que el proyecto fue distribuido entre 27 contratistas diferentes.

Allá en el 2019, el mismo Bezos ofreció un excelente resumen del problema: “Mientras los programas de la NASA sigan siendo considerados como programas que generan grandes empleos, que tienen que ser distribuidos a los estados adecuados en donde viven los senadores adecuados, eso va a cambiar el objetivo”.

Durante la misma plática, Bezos pronosticó que si la competencia para fabricar el LEM se llevara a cabo actualmente, los abogados harían una fila enseguida de los ingenieros. 

“Actualmente, habría tres protestas, y los perdedores demandarían al gobierno federal porque no ganaron. Es interesante, pero lo que frena las cosas es la adquisición, eso se ha convertido en un cuello de botella más grande que la tecnología”.

¡Él está en lo correcto! El año pasado, la NASA seleccionó a tres empresas (Blue Origin de Bezos, SpaceX y Dynetics, Inc.) para competir por un contrato de una sonda que sería parte de su próxima misión a la luna, programada para el 2024.

La agencia esperaba seleccionar a dos candidatos. Sin embargo, en el mes de abril, anunció que sólo iba a seleccionar a uno: SpaceX. En lugar de aceptar su derrota, Blue Origin entabló una demanda contra la Oficina de Asignación Gubernamental.

Cuando resultó infructuosa, demandó a la NASA. A medida que se fue alargando el proceso, la NASA tuvo que detener el trabajo sobre la sonda lunar y puso su programación en riesgo. 

Blue Origin no respondió a la petición que se le hizo para que comentara al respecto.

Aunque Bezos no se dio por vencido. El 25 de agosto, Amazon.com, de la que él es fundador y presidente, le pidió a la Comisión Federal de Comunicaciones que descartara el plan actualizado de SpaceX para una constelación de satélites para internet. SpaceX ya tenía en órbita más de mil 700, con planes de tener otros 30 mil. No es coincidencia, pero Amazon tiene sus propios planes para los satélites de internet.

Con pocas posibilidades de ponerse a la par a corto plazo —ninguno de sus lanzamientos a la órbita ni siquiera tiene fecha para hacerlo— la semana pasada, Amazon lanzó un ataque personal contra Musk ante la Comisión Federal de Comunicaciones, asegurando que, en sus empresas “las reglas son para las demás personas”.

Amazon rechazó comentar sobre esto.

Está por verse qué tan receptivos van a ser los reguladores y cortes en esa situación. Sin embargo, si Bezos gana, la NASA no debería ver con agrado una estrategia de remontada que está diseñada (por lo menos en parte) para frenar la innovación y exploración a través de abogados.

De cualquier manera, SpaceX lleva la delantera en esta carrera, ya que ha lanzado cohetes con intervalos de semanas y ha concretado contratos para enviar sondas a la luna.

Las grandes empresas que tienen muchos recursos siempre tendrán la tentación de demandar en lugar de competir.

Sin embargo, Bezos, que es uno de los empresarios con más logros en la historia de Estados Unidos, debería entender que el progreso de la humanidad en el espacio estaría mejor promocionado por ingenieros y científicos confiables —no por litigantes—.

La nueva carrera espacial está apenas comenzando. Sería una lástima ver que la plataforma de lanzamiento se frenara por trámites burocráticos.

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