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Opinion El Paso

Los que hacen muchas cosas al mismo tiempo y los medios

No es algo novedoso que éstos son momentos problemáticos para los medios de comunicación. El público no confía en nosotros

Ruben Navarrete Jr. / The Washington Post

jueves, 09 julio 2020 | 06:00

San Diego— Si mis hijos quieren ser exitosos y mantenerse alejados de los problemas, estoy preparado para darles mi mejor consejo: Hagan su trabajo y no traten de hacer el de los demás.

Al parecer, muchas personas no pueden mantenerse en su propio carril. Los vigilantes fronterizos tratan de jugar al policía, mientras que los policías juegan a ser un agente de inmigración. Los maestros aconsejan a los padres sobre cómo criar sus hijos, mientras que muchos padres enseñan a sus hijos en casa porque piensan que pueden ser maestros.

Y por supuesto, casi todos los fanáticos del futbol americano piensan que pueden hacer un mejor trabajo como entrenador de su equipo favorito que la persona que desempeña ese puesto.

Pero cuando uno es periodista, o alguien que interpreta a uno en la televisión, es peligroso intervenir en otro puesto.

No es algo novedoso que éstos son momentos problemáticos para los medios de comunicación. El público no confía en nosotros, y nuestra credibilidad es un caos. Aunque muchas de nuestra heridas han sido auto-infringidas.

Por ejemplo, en algunas ocasiones provocamos que no sean muy claros los límites sobre quién está haciendo cuál trabajo. Nos pagan por cubrir a los poderosos y hacerlos responsables.

Para hacer eso, tenemos que visitar su mundo. Pero se trata de su mundo y nosotros tenemos que recordar eso. Se espera que seamos curiosos y que metamos la nariz en las cosas de los demás, pero no podemos ser descuidados y meter nuestras manos en todo.

De acuerdo a un reciente artículo publicado en The Daily Beast, Van Jones de CNN tal vez olvidó esa regla. Posiblemente nunca se lo enseñaron. Como graduado de la Escuela de Derecho de la Universidad Yale y ex asesor especial sobre empleos a través de la tarjeta verde del Consejo de Calidad Ambiental del presidente Barack Obama, Jones no es realmente un periodista.

Pero no se lo digan a CNN. Esa televisora ha pasado los últimos años elevando a Jones a puestos de gran prominencia como una especie de pseudo-periodista que ha tenido sus propios programas de entrevistas y especiales de noticias. Eso abonó a la confusión.

A las cámaras les agrada Jones. Aunque el carisma no es sustituto de los conocimientos. Y hasta lo que sé, Jones nunca fue entrenado como periodista. Existen límites éticos en este tipo de trabajo, y es posible que nadie de CNN nunca se tomó el tiempo de explicárselo a Jones.

Permítanme que yo lo haga: Cuando uno es periodista, o en este caso, obtiene un pago para contribuir con una red de cable que se supone que practica el periodismo, nuestro trabajo es educar, iluminar y en algunas ocasiones aniquilar a los que hacen políticas públicas.

Nuestro trabajo es subir a la arena y ayudar a hacer las políticas públicas. Aunque eso es lo último que uno debería hacer porque provocaría el desastre.

Imaginemos que vamos a elaborar un pastel. Los reporteros son los que encuentran los ingredientes. Los analistas son los que lo prueban. Los comentaristas podrían sugerir su propia receta. Los presentadores pueden anunciar cuando el pastel está preparado. Pero, se supone que en ningún momento nadie debe entrar a la cocina y empezar a hornear.

De acuerdo al artículo de Daily Beast, el problema empezó cuando Jones empezó a mostrarse amable con Jared Kushner, el asesor y primer yerno de la Casa Blanca. Se suponía que los dos iban a ser presentados por Sam Feist, jefe del Buró de Washington de CNN.

Lo siguiente que sabemos de Jones es que, de acuerdo a una serie de fuentes en ambos extremos de la Avenida Pennsylvania que se comunicaron con The Daily Beast, hizo su aportación a la orden ejecutiva sobre la reforma policíaca y a la propuesta del Senado del presidente Trump, el llamado “Decreto de Justicia” que fue redactado por el senador republicano Tim Scott de Carolina del Sur.

Un portavoz de Scott le comentó a The Daily Beast que “la participación de Van fue ciertamente una parte del proceso mientras redactábamos la propuesta”.

En una serie de tweets, Jones negó haber tomado parte en el proceso y catalogó el artículo de Daily Beast como “falso y sensacionalista”.

En el 2018, Jones reveló que trabajó con la administración Trump y miembros del Congreso para ayudar a impulsar una propuesta de ley sobre justicia penal y reforma de prisiones conocido como “el Decreto del Primer Paso”. Incluso asistió a la ceremonia de firma de la propuesta en la Casa Blanca.

Todo esto necesita ser compartido con el público siempre que Jones ofrece su opinión sobre alguna cosa que ha ayudado a crear. De acuerdo al artículo de Daily Beast, eso no sucedió con la orden ejecutiva.

Durante recientes apariciones en CNN, Jones ofreció su evaluación del más reciente avance de la administración en cuanto a la reforma policíaca sin revelar que podría haber sido influenciado por ello.

Jones asegura que no ha estado en la Casa Blanca en los últimos meses y que no ha sido parte de ninguna discusión sobre la reforma policíaca.

Esto es lo que sabemos: En una cocina, hornear el pastel es el trabajo de alguien más. Y cuando los que trabajamos en el negocio de las noticias tenemos las manos sucias, creamos una especie de propiedad del producto final que hace imposible que podamos ofrecer una evaluación justa sobre lo bueno que realmente es.

Por lo tanto, nadie sabe lo que se está comiendo.

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