PUBLICIDAD

Opinion El Paso

Los dos amigos

AMLO dijo, falsamente, que Trump ha tratado con “gentileza”, “comprensión y respeto” a México

Jorge Ramos / Periodista

domingo, 12 julio 2020 | 06:00

Miami— La foto salió bien. Pero fue triste y penoso escuchar los halagos y falsedades del presidente de México al mandatario más antimexicano y antiinmigrante que ha tenido Estados Unidos en décadas. A pesar del viaje de Andrés Manuel López Obrador a Washington, no hay una “nueva realidad” para los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos. Por el contrario, las cosas están cada vez peor.

Es, sin duda, una extraña amistad la que se profesan AMLO y Donald Trump. El popular líder izquierdista con el abusivo magnate derechista. Pero la historia juzgará duramente al presidente de Estados Unidos por su racismo, sexismo y ataques a los inmigrantes. Y a López Obrador le recordarán toda su vida que cuando tuvo la oportunidad de enfrentar al bully, decidió no hacerlo y callar.

López Obrador ha enfrentado con valentía y agallas a los personajes más poderosos, peligrosos y deleznables de la política mexicana. Por eso sorprendieron su tibieza y sus elogios a Trump, quien tanto ha maltratado e insultado a los inmigrantes mexicanos. ¿Por qué lo hizo? El nuevo tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ya entró en efecto y no había ninguna prisa para visitar Washington antes de las elecciones del 3 de noviembre.

AMLO dijo, falsamente, que Trump ha tratado con “gentileza”, “comprensión y respeto” a México. Pero dudo que se sientan respetados los inmigrantes a los que Trump llamó “violadores”, ni que se consideren comprendidos los dreamers mexicanos, más de medio millón, que su Gobierno quiere deportar o que los estudiantes mexicanos en Estados Unidos vean como una gentileza las nuevas medidas que los podrían dejar sin visa.

El presidente de México tampoco dijo la verdad cuando aseguró: “Usted (Trump) nunca ha buscado imponernos nada”. De hecho, el presidente estadounidense amenazó con imponer aranceles de hasta el 25 por ciento a productos mexicanos si López Obrador no detenía las caravanas de centroamericanos cruzando por su territorio. México, que sufre un terrible problema de violencia, tuvo que destinar miles de elementos de la nueva Guardia Nacional a realizar labores migratorias.

Otra imposición de Trump fue dejar en territorio mexicano a decenas de miles de refugiados centroamericanos que buscan asilo en Estados Unidos. Esto va en contra de la política de antiguos Gobiernos estadounidenses de recibir por razones humanitarias a quienes huyen de la violencia y la pobreza extrema. AMLO se ha convertido en el policía migratorio de Trump.

Otra sorpresa de la reunión es que ninguno de los dos presidentes, tan diestros en las benditas redes sociales, se atrevió a responder preguntas de la prensa. Ni una sola. Temían que le preguntaran a López Obrador si todavía consideraba a Trump un racista, como lo dijo en el 2017. O que le preguntaran a Trump si México iba a pagar por su muro, como aseguró a principios de año.

Entre lo positivo hay que resaltar que AMLO, magistralmente, ha evitado conflictos con Trump y que llevó hasta la firma el T-MEC. También, es un poderoso mensaje de austeridad y sencillez que viaje con su comitiva en un vuelo comercial. Difícil pensar en otro Presidente del mundo que haga lo mismo. Y hay que apuntar el caluroso y emotivo recibimiento que AMLO obtuvo de muchos inmigrantes mexicanos que voluntariamente lo fueron a ver frente al monumento de Benito Juárez en Washington. AMLO, sin duda, sabe manejar los símbolos.

“Fallaron los pronósticos: no nos peleamos”, dijo López Obrador en un discurso antes de la cena con empresarios y tenía razón. “Somos amigos y vamos a seguir siendo amigos”. El problema es que esa amistad personal no beneficia en nada a los 38 millones de personas nacidas en México y de origen mexicano que viven en Estados Unidos.

La “nueva realidad”, de un mejor trato a los inmigrantes en Estados Unidos, a la que se refirió AMLO tras regresar a México no existe. Trump sigue siendo el mismo y es un error creer que va a cambiar en plena campaña electoral solo porque AMLO se lo pidió.

El mal augurio (de una pelea entre AMLO y Trump) no se cumplió. Pero los que pierden son los inmigrantes mexicanos, los dreamers y los estudiantes extranjeros. El que podía hablar por ellos y defenderlos decidió quedarse callado. Y todo por una foto.

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search