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Opinion El Paso

¿Cómo es que el atacante de la sinagoga ingresó a EU y cómo consiguió el arma?

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Editorial/The Washington Post

jueves, 20 enero 2022 | 06:00

Washington— Once horas de terror en una sinagoga de Texas terminó misericordiosamente este pasado fin de semana cuando tres de los rehenes restantes escaparon sin sufrir lesiones.

Eso se debió mayormente a la inteligente y rápida reacción del rabino de la sinagoga, quien se las ingenió para huir del hombre armado. El ataque de un británico armado está siendo investigado como un acto de terrorismo.

Entre las preguntas más inquietantes que deben ser respondidas es ¿cómo es que Malik Faisal Akram –quien al parecer tiene antecedentes penales y un historial de enfermedad mental y era conocido por la inteligencia británica– se las arregló para ingresar a Estados Unidos? ¿Y cómo consiguió el arma?

Los eventos ocurridos el sábado en la Congregación Beth Israel situada en Colleyville, entre Dallas y Fort Worth, fueron otro horripilante ejemplo de que el anti-semitismo sigue amenazando al mundo.  El rabino Charlie Cytron Walker supo qué hacer después que él y los feligreses de su congregación fueron mantenidos a punta de pistola como resultado de las crecientes amenazas que ha enfrentado esa comunidad judía.

Después de la masacre ocurrida en el 2018 en la Sinagoga Árbol de la Vida en Pittsburgh, en la que 11 personas fueron asesinadas por un atacante que gritaba insultos anti-semitas, las sinagogas de todo el condado pusieron más atención y recursos en la seguridad. 

El rabino Cytron Walker comentó que participó en por lo menos cuatro entrenamientos de amenaza activa en los últimos años.

“Cuando uno tiene la vida amenazada, necesita hacer lo que sea para estar a salvo”, le comentó al programa CBS Morning, relatando la manera en que lanzó una silla contra el atacante y gritó “corran” a otras dos personas que eran mantenidas como rehenes.

Akram de 44 años, identificado por las autoridades como el responsable, murió durante la toma de rehenes, aunque la Policía no ha dado a conocer si se suicidó o fue baleado por las autoridades. Él había exigido la liberación de Aafia Siddiqui, una neurocientífica paquistaní condenada en el 2010 por intentar matar a personal militar estadounidense en Afganistán.

La gente que escuchó a Akram en un Facebook Live, en donde mostró parte del ataque, dijo que escogió la Congregación Beth Israel debido a su proximidad a la prisión federal en Fort Woth en donde está encarcelada Siddiqui y porque a “Estados Unidos sólo le importan las vidas de los judíos”.

De acuerdo a Devlin Barrett, Matt Zapotosky, William Booth y Jennifer Hassan de The Post, Akram era conocido por los oficiales de seguridad en Gran Bretaña.

La BBC reportó que fue investigado en el 2020 por la contrainteligencia británica y agencias de seguridad y colocado en la lista de vigilancia como “un sujeto de interés” antes de que se concluyera que no representaba ninguna amenaza.

De acuerdo a su hermano, Akram tenía un bien conocido historial de problemas mentales y un récord criminal. “¿Cómo le otorgaron una visa y por qué le permitieron conseguir un arma?”, preguntó su hermano.

Son buenas preguntas. Después del 11 de septiembre, estrictos protocolos de seguridad fueron implementados para revisar a personas que llegaban a Estados Unidos con el propósito de hacer daño. ¿Cuáles fueron las circunstancias para que Akram entrara al país a través del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York el 29 de diciembre, fue un error humano o una falla del sistema que necesita ser solucionada?

Será importante que las autoridades determinen si Akram actuó sólo. El que haya sido tan fácil que adquiriera un arma –al parecer la compró en la calle– deja de manifiesto una vez más la completa estupidez de las leyes sobre armas de Estados Unidos.

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