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Opinion El Paso

A los cubanos les falló Cuba, pero Estados Unidos no debe fallarles también

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Rubén Navarrete Jr./ The Washington Post

martes, 27 julio 2021 | 06:00

San Diego— Después de tres décadas de escribir acerca de los inmigrantes y refugiados, he catalogado todo tipo de nombres como conservadores o liberales. Aunque puedo decir con certeza que una de las cosas que nunca les he llamado es “adorable”.

Hasta esta semana fue que estuve ansioso por enterarme acerca del actual alboroto en Cuba, que está experimentando las protestas más grandes desde la revolución de 1959 (por lo que le llamé a un amigo cubanoamericano que vive en Miami).

Aún como mexicoamericano que creció en el suroeste del país, siempre he sentido una especial amistad por los cubanoamericanos.

Todo empezó en los años 1980, cuando me di cuenta que los racistas anglosajones estaban presionando con el “inglés oficial”, (léase las leyes anti español en California) estaban haciendo lo mismo en Florida.

Lo sentí nuevamente en el año 2000 durante la batalla internacional por la custodia de Elián González, a quien unos pescadores encontraron flotando en un salvavidas fuera de la costa de Fort Lauderdale.

Ese niño de 5 años escapó de Cuba con su madre, quien murió durante la travesía. El padre de Elián, Juan Miguel, quería que Estados Unidos le entregara al niño. Muchos mexicoamericanos apoyaron al padre porque ellos valoran a la familia. Pero muchos cubanoamericanos pensaron que Elián debería permanecer con sus parientes en Estados Unidos porque ellos valoran la libertad. Yo estuve de acuerdo con éstos últimos.

En el 2006, nuevamente volví a sentir afinidad con los cubanoamericanos cuando su patriotismo fue cuestionado por el entonces representante republicano Tom Tancredo de Colorado. Este legislador, abiertamente nativista y anti mexicano se enfocó en la capital cubanoamericana de Estados Unidos.

“Miren lo que le pasó a Miami”, comentó Tancredo en el sitio digital de noticias conservadoras WorldNetDaily. “Se ha convertido en un país del Tercer Mundo. Ustedes no podrán saber si están en Estados Unidos”.

Tancredo también afirmó que muchos residentes no hablaban inglés ni se consideraban a sí mismos como estadounidenses. Muchos cubanoamericanos se pusieron furiosos, al igual que yo.

Ahora que Cuba está en erupción, nuevamente estoy apoyando a los cubanoamericanos. Ellos tienen razón de mofarse de las afirmaciones de los medios de comunicación estadounidense de que los manifestantes cubanos se encuentran motivados por la preocupación acerca de la inflación, apagones, Covid-19 y escasez de comida presuntamente causados por el embargo de Estados Unidos. 

Por supuesto que nos han dicho que los cubanos no podrían estar más hambrientos de algo tan trascendente como la libertad.

Podrían apostar a que si lo están, insiste Emilio Estefan. El exitoso músico, productor y empresario cubanoamericano que salió de Cuba a los 14 años y vivió el Sueño Americano, quien está publicando un nuevo video de la canción “Libertad” en apoyo a los manifestantes de la isla. El magnate de la música, quien está casado con la cantante cubanoamericana Gloria Estefan, le comentó a NBC News “Gloria y yo oramos por Cuba todos los días”.

Yo oro por la administración Biden, que está cambiando y dejando de ser hospitalaria con los refugiados.

El mes pasado, la vicepresidenta Kamala Harris fue a Guatemala a decirles a los desesperados centroamericanos que planean viajar al norte: “No vengan a este país. Estados Unidos seguirá aplicando nuestras leyes y asegurando nuestras fronteras”.

Y la semana pasada, el secretario de Seguridad Interna Alejandro Mayorkas, quien nació en La Habana, les advirtió a los cubanos que no abandonen la isla y que no vengan a este país: “Si ustedes se hacen a la mar, no llegarán a Estados Unidos”.

El mantener fuera a los inmigrantes indocumentados es una cosa y el rechazar a los refugiados que “están deseosos de respirar libremente” es otra cosa.

Allí es en donde interviene mi amigo, un republicano anti Trump, que ha trabajado en Washington.

“Tú eres un idealista, Dios te bendiga. Amo que seas así. Pero el hecho de que tú pienses que ésta es una nación que acepta refugiados y les da la bienvenida a los inmigrantes es adorable. Pero nosotros dejamos de ser eso desde hace años”.

Mi amigo argumenta que (aunque muchos estadounidenses podrían ser persuadidos para ver favorablemente a los refugiados cubanos de los años 1960 y 1980) la oleada nativista que surgió en los años 1990 inundó todo Estados Unidos.

Yo me siento culpable de ese idealismo. Frecuentemente a través de la historia, Estados Unidos ha sucumbido ante el temor o la indiferencia y le dio la espalda a las personas desesperadas que huyen de la violencia y opresión. Los cubanos, algunos de los cuales ondean la bandera de las Barras y Estrellas durante sus protestas, son el ejemplo más reciente.

Actualmente, la administración Biden tiene mucho miedo de su propia sombra liberal que quiere seguir con la vergonzosa tradición de mantener las puertas cerradas.

¿En qué tipo de país sin corazón nos hemos convertido?. Por lo menos, vamos a necesitar cambiarle de nombre a este país. Porque no tiene ni siquiera una ligera semblanza del santuario mágico que anteriormente era conocido como Estados Unidos de América.

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