Nacional

Urgen frenar muerte de abejas

En 2018, más de 326 colonias murieron en Yucatán y Quintana Roo por fumigaciones aéreas

Reforma

domingo, 19 mayo 2019 | 20:22

Reforma

Ciudad de México— México es el tercer exportador de miel a nivel mundial pero, en 2018, más de 326 colonias de abejas murieron en Yucatán y Quintana Roo por fumigaciones aéreas y el incremento exponencial de la deforestación a consecuencia de los cultivos de soya transgénica.

La Alianza Maya por las Abejas de la Península de Yucatán (Kagaba Na´alon), que integra a cerca de 25 mil apicultores, llamó al Gobierno federal y a las autoridades locales a fortalecer a la apicultura maya como actividad preponderante en la generación de divisas e ingresos de las familias campesinas y, en el corto plazo, prohibir los plaguicidas tóxicos para las abejas como son los neonicotinoides, el fipronil y otros insecticidas.

En el marco del Día Mundial de las Abejas, que se conmemora cada 20 de mayo, la Alianza destacó el papel vital que desempeña este insecto para la seguridad alimentaria; no obstante, alertó que no se ha tomado conciencia de la gravedad de la disminución de sus poblaciones y tampoco se han emprendido acciones contundentes para atender esta problemática.

Por el contrario, advirtió que las abejas enfrentan procesos de extinción y el declive en las poblaciones se debe principalmente a los cambios en el uso de la tierra, las prácticas agrícolas intensivas, así como por el uso de plaguicidas, las especies exóticas invasoras, las parásitos y enfermedades, además del cambio climático.

"Tan solo en el 2018, más de 326 colonias de abejas murieron en Yucatán y Quintana Roo por causas ligadas a fumigaciones aéreas. Otra grave amenaza es el incremento exponencial de la deforestación en la Península de Yucatán, pues se calcula que anualmente se pierden 60 mil hectáreas de selva, en parte por las 42 mil hectáreas de soya transgénica que se han sembrado en 2018, lo que reduce el área de pecoreo para la apicultura y los espacios de anidación para las abejas", denunció la Alianza en un comunicado.

Frente a este escenario, planteó que se requiere la intervención gubernamental en los territorios peninsulares con el objetivo de que, para fines de 2020, se reconozca a la apicultura maya como actividad preponderante en la generación de divisas e ingresos de las familias campesinas y para la protección del patrimonio sociocultural y natural, así como su coexistencia con otras actividades productivas, desarrollándose bajo una acción institucional coordinada y la participación activa de apicultoras y apicultores en la toma de decisiones.

Lo anterior, señaló la Alianza, demanda articulación territorial de políticas y participación; disminución de amenazas derivadas del crecimiento de la agricultura convencional e industrial (uso de plaguicidas, deforestación y expansión de monocultivos); capacitación, innovación tecnológica e investigación; y apoyos para la comercialización de la miel y productos de la colmena y valor agregado.

"El primer paso es prohibir los plaguicidas tóxicos para las abejas como son los neonicotinoides, el fipronil y otros insecticidas, debiendo hacer estrictas evaluaciones de riesgos de los agroquímicos en

términos de impactos medioambientales y afectaciones a los ecosistemas, incluyendo flora y fauna", apuntó.

Asimismo, expuso que deben ponerse en marcha planes integrales de acción para salvar a las abejas y otros polinizadores.

"La solución definitiva es la adopción de la agricultura ecológica como única vía para una producción de alimentos respetuosa con todos los habitantes del planeta. La agricultura ecológica garantiza una producción sana y sostenible, ya que protege el suelo, el agua y el clima, promueve la biodiversidad, no contamina el medio ambiente con agroquímicos ni transgénicos y respeta la salud de las personas", agregó. 

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