Diario
Nacional
jueves, 30 enero 2020 | 07:08
Ciudad de México— Ismael Quintero Arellanes, sobrino de la leyenda del narcotráfico Rafael Caro Quintero, negó ayer ser un traficante de drogas y aseguró que es un simple campesino que sólo traía 50 pesos en la bolsa a la hora de ser detenido.
Al comparecer anoche ante el juez de control Juan Carlos Ramírez Benítez, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, Quintero Arellanes también dijo que nunca ha portado un arma de fuego, según informes del Poder Judicial de la Federación.
Durante la audiencia, el extraditable también aseguró que jamás ha viajado a Estados Unidos y que tampoco ha recibido llamadas telefónicas de ese país. Anoche, el juez Ramírez determinó internar al presunto narcotraficante en el Reclusorio Norte.
De acuerdo con los informes recabados, desde hace dos años el juez de control Marco Antonio Fuerte Tapia libró la orden de detención provisional con fines de extradición en contra de Quintero Arellanes.
El mandato judicial se basa en una orden de captura girada por la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, por delitos contra la salud, asociación delictuosa y portación ilegal de armas de fuego.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República, el detenido es considerado como integrante de la organización criminal que presuntamente lidera su tío Rafael Caro Quintero, capo de los años 80 que estuvo 28 años en la cárcel y quedó en libertad en agosto de 2013.
Según la autoridad federal, el grupo delictivo de Caro Quintero, hoy de 67 años, está dedicado a la fabricación y distribución de mariguana, heroína y metanfetaminas para posteriormente introducirlas a Estados Unidos.
En diciembre de 2013 el Gobierno de Enrique Peña Nieto confirmó que había recibido una carta de Caro Quintero en la que afirmaba que ya había pagado sus delitos y que la nueva persecución en su contra era una "venganza" de Estados Unidos por el asesinato de su agente Enrique Camarena, que asegura no cometió.