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Nacional

Rechaza AMLO grandes gastos para aliviar efectos de la pandemia

El líder izquierdista se ha negado a implementar paquetes de estímulo, aun cuando millones de mexicanos corren el riesgo de caer en la pobreza

The New York Times

lunes, 08 junio 2020 | 09:17

The New York Times

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Ciudad de México.- Por segunda vez en un mes, los principales líderes empresariales se reunieron con el presidente de México para implorarle que haga más para salvar la economía.

La gente estaba perdiendo empleos por decenas de miles, advirtieron. Las pequeñas y medianas empresas, que emplean a más del 70 por ciento de la fuerza laboral mexicana, se estaban quedando sin efectivo. El gobierno necesitaba intervenir, argumentaron. Los datos eran irrefutables.

"Tengo otros datos", se encogió de hombros el presidente, Andrés Manuel López Obrador, según dos empresarios con conocimiento directo de esa conversación en abril. "Haces lo que creas que debes hacer, y yo haré lo que tengo que hacer".

En todo el mundo, los gobiernos se han apresurado a inyectar efectivo en economías en crisis, con la esperanza de evitar las peores consecuencias financieras de la pandemia. Han reunido billones de dólares para mantener a flote a las empresas y a los empleados en la nómina. La lógica: cuando la pandemia finalmente pase, las economías no tendrán que comenzar desde cero para recuperarse.

En México, no ha habido tal esfuerzo de rescate. La pandemia podría llevar a un cálculo económico peor que cualquier cosa que México haya visto en quizás un siglo. En abril se perdieron más empleos de los que se crearon en todo 2019. Un informe reciente de una agencia gubernamental dijo que hasta 10 millones de personas podrían caer en la pobreza este año.

Sin embargo, la mayoría de los economistas estiman que México aumentará el gasto solo ligeramente, en menos del 1 por ciento de su economía, una pequeña cantidad en comparación con muchas naciones grandes.

¿La razón? Los críticos y simpatizantes están de acuerdo, dijo López Obrador.

El presidente de México, hostil a los rescates, reacio a asumir deudas públicas y desconfiando profundamente de la mayoría de los líderes empresariales, ha optado en gran medida por mantenerse firme a pesar de lo que se espera que sea un dolor generalizado en la escala económica.

"El gobierno debería ayudar al sector privado tanto como pueda, de lo contrario nuestro producto interno bruto podría caer hasta un 10 por ciento, lo que sería un desastre", dijo Carlos M. Urzúa, exministro de finanzas del señor López Obrador.

"Se puede hacer", continuó Urzúa, señalando los niveles relativamente bajos de deuda pública en México. “Pero López Obrador realmente no tiene idea de la tormenta que se avecina".

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