Problemas de agua y energía frenan al nearshoring en norte del país

Monterrey.- La tendencia del nearshoring podría haber sido mucho más acelerada de lo que ha sido (el triple del ritmo) si la disponibilidad de energía y agua en el norte de México no fuera un problema, señaló Credit Suisse en una investigación especial sobre la tendencia de relocalización de empresas en Tjuana y Monterrey.

Vanessa Quiroga y Pedro Hajnal, analistas de Credit Suisse, visitaron Tijuana y Monterrey donde sostuvieron encuentros con 15 empresas y firmas de consultoría para conocer si el nearshoring es un cambio de juego, una tendencia o moda, y concluyeron que es un cambio de juego, pero con un signo de interrogación: ¿qué tan rápido puede desplegarse?.

"Con los constantes anuncios de nuevas inversiones en el país, está quedando claro que México carece de infraestructura en los frentes de suministro de energía y agua, lo que ha sido decisivo para la apertura de una nueva planta", destacaron.

Respecto a cómo superar la situación de la energía, mencionaron que a las empresas no se les permite que más del 30 por ciento de su consumo de electricidad sea generado por ellas mismas, por ejemplo paneles solares, y lo que podría cambiar el juego son mayores inversiones del gobierno, sin embargo, en los casos en que la transmisión es el problema, los desarrolladores podrían invertir en dicha infraestructura, lo que también ha aumentado las rentas.

Según Prodensa y Nepanoa, lo anterior es el principal retroceso para las empresas dispuestas a abrir una planta.

Los analistas indicaron que Tijuana y Monterrey son las ubicaciones más deseadas para la relocalización de plantas, pero Tijuana implica más retos dado la disponibilidad de terrenos y oficinas, abasto de energía y criminalidad, entre otros.

"Cada región tiene sus propias singularidades. Por ejemplo, Tijuana, que sería una de las ciudades más atractivas considerando su infraestructura aeroportuaria y su proximidad a EU, enfrenta actualmente una escasez de disponibilidad de terrenos".

Actualmente las empresas chinas están buscando áreas en Monterrey como el Hofusan Industrial Park que se convirtió en un hub.

También mencionaron la falta de apoyo del gobierno para que las empresas internacionales expandan sus operaciones a México. A pesar de los beneficios económicos de tales inversiones, no hay discusión sobre la exención de impuestos u otras iniciativas que incentivarían a las empresas extranjeras.

De acuerdo con CBRE, los clientes usualmente buscan una ubicación en la que puedan iniciar operaciones en nueve meses, ya que para los fabricantes toma de 6 a 12 meses para que una línea de producción comience a operar.

En relación a los riesgos laborales, señalaron que ya no es factible contratar empleados con salario mínimo, especialmente en la región norte. Sin embargo, hay mucha disponibilidad de trabajadores jóvenes y los salarios siguen siendo más bajos que en China y Estados Unidos.