Nacional
jueves, 26 diciembre 2019 | 11:38
Sin embargo, la semana pasada en la ciudad fronteriza de Laredo, Texas, una caravana de aproximadamente 1 mil 500 familias, integrada por migrantes mexicanos y estadounidenses de origen mexicano, se dirigieron en la dirección opuesta para pasar las festividades de Navidad, informó Reuters.
Manejando vehículos grandes cargados de ropa, perfumes y otros regalos navideños, los mexicanos, quienes tienen un estatus legal en Estados Unidos, se parecen poco a los migrantes centroamericanos que se dirigen a pie hacia el norte, excepto que comparten su temor a las pandillas criminales.
“Hay mucha extorsión, corrupción y muchas personas han sido atacadas”, comentó Jesús Mendoza de 35 años, un pintor que obtuvo la residencia legal en Estados Unidos en el mes de agosto y regresó a México por primera vez en este año, desde el 2001.
Aproximadamente la mitad de los 12 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos tienen residencia legal, el Senado de México espera que más de 3 millones regresen a casa en este año.
La caravana de Mendoza estuvo integrada por cientos de autos que salieron a las 5 a.m. hora local del estacionamiento de un Walmart en Laredo, llegando a su destino final en Jalpan unas 14 horas después, poco después del atardecer.
Esas caravanas de autos que se dirigen al sur, hacia México, fueron raras en la última década. Los que llegan a las casas de su familia dicen que la seguridad es vital.
“Ir en caravana es más seguro”.