PUBLICIDAD

Nacional

¿Mejora gasto en Ciencia 2023? La respuesta es No

De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, al Conacyt se asignarían 31 mil 655 mdp

Israel Sánchez
Agencia Reforma

lunes, 19 septiembre 2022 | 07:12

Agencia Reforma

PUBLICIDAD

Ciudad de México.- Contrario a la realidad de una comunidad desencantada, parece cuestión de tiempo para que las autoridades de nuevo presuman su apoyo irrestricto a la ciencia, tecnología e innovación en México, a partir del gasto proyectado para el sector en 2023.

Pero, si bien en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) saltan a la vista los 108 mil 487.6 millones de pesos en recursos fiscales con que contaría el año próximo el Programa Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, aumento evidente frente a los 93 mil 555 millones de este 2022, quizá valga la pena recordar las palabras de la propia titular de Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla:

"No solamente es importante enfocarse en aumentar el presupuesto", zanjaría en 2019 la funcionaria, "sino también en cómo se utilizan estos recursos".

De ahí la pertinencia de preguntarse si dicho incremento en los números necesariamente pinta un panorama más próspero para la ciencia y los investigadores en el país.

"La respuesta es no. Sí hubo un aumento en el presupuesto de ciencia y tecnología", remarca en entrevista telefónica el astrofísico Fabián Rosales, quien realizó un análisis donde el incremento en términos reales es del 10.5 por ciento respecto a 2022, el mayor para el sector en este sexenio.

"Pero el aumento se dio solamente en un par de rubros", acota el investigador del Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE). "Donde se dio el aumento fue en la Secretaría de Energía".

Es decir, el Ramo 18 -correspondiente a Energía, una de las 18 partes en que se distribuye el presupuesto del sector- presenta un incremento del 579 por ciento en relación al año pasado, prácticamente por los 7 mil millones de pesos designados para la Subsecretaría de Electricidad, que ni siquiera figuraba en este rubro en 2022.

"(El aumento) se va a los proyectos prioritarios de Presidencia, que es la cuestión energética a través de CFE, y en cuestiones del petróleo, seguramente relacionado a la refinería de Dos Bocas. Es por eso que se ve que hay un aumento este año", aclara Rosales.

"Pero, en general, si tú ves el desglose de todos los ramos, uno por uno, pues realmente no hay mucho cambio, e incluso no compensa todo el problema de la inflación que hemos tenido estos últimos años".

De forma que, el gran ganador del aumento en el presupuesto para ciencia y tecnología el año próximo no es Conacyt (Ramo 38), que pasa de 29 mil 564.2 millones de pesos en recursos fiscales a 31 mil 655 millones.

Y tampoco lo es el Ramo 11, correspondiente a Educación Pública -que desde 2018 se ha impuesto a la dependencia que dirige Álvarez-Buylla como la entidad que recibe el mayor porcentaje del gasto sectorial-, que pasaría de 45 mil 233.8 millones de pesos a 48 mil 70.8 millones.

De hecho, ambos ramos reducirían su participación en el presupuesto del sector respecto al 2022, al pasar del 48 al 44 por ciento en el caso de Educación Pública, y del 32 al 29 por ciento en el de Conacyt, de acuerdo con el análisis de Rosales.

"A mí me gusta siempre analizar cuánto es lo que se destina al sector CTI y a Conacyt respecto del PEF total. Y ahí estamos igual o peor que el año pasado; estamos en los niveles más bajos en el último par de décadas", lamenta Rosales.

Mientras el Programa Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación -Anexo 12 del PPEF- representa apenas 1.3 por ciento de todo el gasto de la Federación, la bolsa de Conacyt sería sólo el 0.38 por ciento del mismo, "el menor (porcentaje) en el sexenio de (Andrés Manuel) López Obrador", apunta el astrofísico del INAOE.

No está demás señalar que, como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), el presupuesto 2023 para ciencia y tecnología sube 0.03 por ciento respecto al año anterior en recursos fiscales. Lo cual lo pone como 0.36 por ciento del PIB, todavía muy por debajo del 1 por ciento que en realidad tendría que otorgarse, de acuerdo con la legislación vigente del sector.

Obligación incumplida hasta ahora y que podría desaparecer si se aprueba el "Anteproyecto de iniciativa de Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI)", propuesta de Conacyt donde no figura más que el monto anual destinado al sector no podrá ser menor al 1 por ciento del PIB.

"El tema del porcentaje, que obviamente no es responsabilidad nuestra que este porcentaje del PIB no se haya cumplido, demuestra que esto no es lo que necesitamos en la ley", diría Álvarez-Buylla en un reciente encuentro remoto con legisladores.

"A lo mejor en la ley se quita esa obligación del Estado; obviamente es porque no les interesa", opina Rosales. "Pero se va a seguir analizando. Es un indicador a nivel internacional de cuánto se preocupa realmente un Gobierno por el avance científico".

Dejan a los investigadores en modo 'supervivencia'

De los tres programas prioritarios del Conacyt, el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) tendría el aumento de presupuesto más amplio, de apenas 6 por ciento, respecto a lo destinado el año pasado.

Aspecto que, a percepción de Fabián Rosales, responde a la propia dinámica del Sistema, cuya lista de beneficiarios ha ido en ascenso, al tiempo que varios de ellos han escalado de categoría. Todo lo cual significa una mayor necesidad de recursos.

"Es por eso que el año pasado y éste los mayores aumentos presupuestales de Conacyt fueron en el SNI. Pero digamos que es un efecto poblacional de los investigadores en México", sostiene el astrofísico.

Los programas prioritarios restantes, por un lado los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces) y por otro las Becas de posgrado y apoyo a la calidad, presentan incrementos más bien marginales del 0.6 por ciento.

Los Centros Públicos de Investigación (CPI), por su parte, tendrían un aumento del 0.9 por ciento -insuficiente para paliar la eliminación de fideicomisos y fondos con los que operaban-, y por segundo año consecutivo quedan por debajo del SNI en la distribución de recursos del Conacyt.

Aunque resultaría lógico pensar que rubros como becas de posgrado y los propios CPI cuenten con mayores recursos en respuesta a las matrículas ascendentes de jóvenes profesionalizándose, Rosales advierte una situación preocupante: "Lamentablemente, no hay más estudiantes".

"Uno de los problemas, por ejemplo, en los CPI, es que ya Conacyt está restringiendo precisamente el número de becas que da", refiere el investigador del INAOE, trayendo a cuenta además la incertidumbre que impera a partir de la sustitución del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) por el llamado Sistema Nacional de Posgrados (SNP).

"Entonces, yo creo que ese aumento marginal, de menos del 1 por ciento, es simplemente para mantener lo que ya queda", continúa Rosales. "Pero de ninguna manera es para poder subsanar todos los problemas que tenemos, todos los rezagos que tenemos en términos de formación de recursos humanos, que es vital para un país como México".

¿Qué cabría esperar en el sector CTI a partir del PPEF 2023?

Poco. Realmente, es sobrevivir. Desde los recortes que empezaron con el Memorándum del 3 de mayo del 2019, pues hemos estado en una situación de supervivencia, de poder seguir subsistiendo con lo mínimo.

Desde el punto de vista de alguien que hace ciencia básica, y que no tiene relación directa con los Pronaces, pues estamos muy mal. No se avizora nada positivo para éste y para los próximos años.

Y la Agencia Espacial Mexicana es 'una pantomima'

A finales del año pasado, el astronauta mexicano en retiro José Hernández reclamó al Congreso la asignación de recursos para el desarrollo de la aeronáutica en el país.

El mismo día en que, tras la adhesión nacional al Proyecto Artemis, el Embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, asegurara que: "Será la Agencia Espacial Mexicana (AEM) la que contribuya a la formación de capital humano en el campo espacial, expandiendo la investigación científica y tecnológica, y el desarrollo espacial de nuestro País" (REFORMA 10/12/2021).

Tarea difícil a partir de los 68 millones 992 mil pesos de presupuesto proyectado para la operación de AEM en 2023; apenas 3 millones más de lo designado este año. Presupuesto que se ha mantenido prácticamente sin cambios en los últimos años.

"Para realmente hacer algo se tiene que notar en el presupuesto, y prácticamente no hay nada", dice el astrofísico Fabián Rosales. Los montos de inversión para realmente poder hacer competitivo el nivel espacial son gigantescos; o sea, superarían varias veces el monto solamente de Conacyt. Entonces, pues es una pantomima, lamentablemente".

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search