Marchan sin un zapato contra la violencia

Ciudad de México—  En la masacre ocurrida el 4 de noviembre de 2019 en los límites de Chihuahua y Sonora, donde el crimen organizado asesinó a nueve integrantes de la familia LeBaron, la pequeña McKenzie Langford, de ocho años, caminó durante horas, herida y sin un zapato para pedir ayuda.

En honor a ella, integrantes de la Caminata por la Verdad, Justicia y Paz recorrieron un tramo de la marcha en la Ciudad de México quitándose un zapato. 

Los activistas Javier Sicilia y Julián LeBaron encabezaron la caminata que partió minutos después de las 9:00 de la mañana de la Estela de Luz sobre Paseo de la Reforma, acompañados de familiares de víctimas de la violencia. 

En su cuarto día de protesta, luego de que el 23 de enero salieron de Cuernavaca, Morelos, su destino fue el Zócalo de la Ciudad de México para exigir un alto a la inseguridad que azota a todo el país.

El contingente se detuvo frente a los seis antimonumentos en demanda de castigo a los autores intelectuales de la guerra y que se reconozcan las desapariciones como crímenes de Estado, además pidió que se atienda a los miles de huérfanos por la guerra y reformar ‘las instituciones genocidas’. 

Alrededor de las 11:00 de la mañana, senadoras y senadores de distintos partidos sostuvieron una reunión en la sala de protocolos de la Junta de Coordinación Política, la Jucopo, con una comisión de manifestantes, quienes les pidieron respeto y ser tratados con igualdad y entregaron el documento de propuesta ciudadana para la construcción de una política sobre verdad, justicia y reparación.

“Les venimos a decir en nombre de todas las víctimas del país y la violencia que se ha generado, que esta agenda, este documento, le compete a todo el Estado pero sobre todo al jefe de Estado, él tiene la máxima autoridad para hacer valer nuestros derechos; esto no es un show, la sangre no es un show, las vidas de los seres asesinados y desaparecidos no son un show; no es un espectáculo, somos personas que venimos caminando con el alma desgarrada”, dijo Araceli, familiar de víctimas.

Javier Sicilia y la familia LeBaron, representados por Julián, serían recibidos pasando el medio día del domingo en Palacio Nacional por la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y todo el gabinete de seguridad, toda vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en días pasados que no se prestaría a ese “show” y no los atendería personalmente. 

Sin embargo, decidieron no entrar a dicha reunión y en su lugar enviaron a una comitiva de la caravana.

“No tenemos nada que hablar con el gabinete de seguridad ni con Olga Sánchez Cordero, no tiene nada que ver con nuestra agenda; ni los abrazos ni los balazos son una política correcta, una política del tamaño del horror, del sufrimiento que hemos traído estos cuatro días a Palacio”, aseguró Javier Sicilia en un templete en el Zócalo.

Por su parte Julián LeBaron hizo frente a las consignas en contra de la caminata por La Paz por parte de simpatizantes de López Obrador e hizo un llamado a la reconciliación. 

“Entre nosotros que caminamos juntos hay diferencias y aun así marchamos para dar el primer paso y juntos ganarle al miedo, somos seres humanos luchando por vivir”, concluyó.