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Nacional

Llegada de vacuna es un hito histórico: López-Gatell

'La epidemia no ha acabado y la epidemia no acabará hoy ni mañana, 25', advirtió el funcionario

Jorge Ricardo
Agencia Reforma

jueves, 24 diciembre 2020 | 16:21

Óscar Mireles / Agencia Reforma

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Ciudad de México— Apenas llegó la vacuna contra Covid-19 al Hospital General de México, pasadas las seis de la mañana, Hugo López-Gatell dijo que éste era un hito en la historia.

Ya en la explanada del nosocomio, el Subsecretario de Salud sonreía ante las cámaras con una dosis de la vacuna contra Covid-19 entre el pulgar y el índice y la apuntaba con el dedo: "La vacuna llegó, la vacuna llegó".

En efecto, la primera vacuna contra el coronavirus, en medio de 120 mil 311 muertes muertes confirmadas en México, marcaba un momento histórico. Un punto de inflexión de la pandemia que protagonizó María Irene Ramírez, jefa de Enfermería en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital "Doctor Rubén Leñero".

-¿Duele?, le preguntó López-Gatell.

"Sí, un poquito", respondió ella.

"Un poquito de dolor que causa, desde luego que causa", secundó el funcionario.

"En comparación de todos, me quedo con este", añadió la enfermera.

Afuera, la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina resguardaban con armas largas las primeras 978 dosis de la vacunas que serían aplicadas.

El personal médico seleccionado esperaba formado junto a la entrada. Adentro, en la explanada, bajo una bandera de México y junto a una placa en recuerdo de los médicos fallecidos en el sismo de 1985, los trabajadores del hospital, incluido el personal de limpieza, miraban el momento. López-Gatell seguía reportándose hasta Palacio Nacional.

"Listo, Presidente. Reportamos saldo blanco, reportamos optimismo. Empieza la vacunación contra Covid-19 en México hoy 24 de diciembre de 2020", dijo el funcionario federal.

"No nos detendremos, como usted lo ha instruido, hasta tener la cobertura universal".

Fue una escena transmitida a través de la conferencia mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador que emocionó a todos, pero que al mismo tiempo remarcó lo lento que será el proceso.

María Irene Ramírez y el segundo vacunado, el doctor Fernando Molinar Ramos, Jefe de Terapia Intensiva, se sentaron a un costado de la explanada, en un pasillo donde les tomaban los signos vitales y les preguntaban cómo se sentían.

Mientras, López-Gatell y la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, daban su mensaje. Ahí, el Subsecretario reconoció que si bien este era el principio del fin, no puede definirse ni siquiera la fecha de ese fin.

"La epidemia no ha acabado y la epidemia no acabará hoy ni mañana, 25. No se puede precisar cuánto tiempo durará esta epidemia para la humanidad, tenemos que tenerlo claro", dijo en su discurso.

Ya en entrevista ante las cámaras, el responsable de enfrentar la pandemia retomaba su optimismo. Bromeaba con que él no se vacunará por lo pronto porque, a sus 51 años, aún es muy joven. "Soy una persona que goza de buena salud, a veces con desvelos".

"Nuestra meta es usar todo 2021 para completar los esquemas y es posible que todavía el primer trimestre de 2022 sea necesario para completar los esquemas", comentó.

Un trabajador del servicio de limpieza del Hospital que lo estaba escuchando lanzó ahí junto un comentario: "¿Entonces para qué dicen que la vacunación es voluntaria?".

Tras la vacuna, los médicos se mantenían por media hora en vigilancia médica. Se decían orgullos de la profesión y que volverían con más ganas a salvar vidas.

"Es un honor para mí haber sido la primera y un agradecimiento a la vida y a toda la gente que se movió para todo este proceso", dijo la primera enfermera en ser inmunizada.

En una de las 10 carpas de vacunación, la esposa de un médico se quejaba de que se estaban metiendo a la fila médicos que no estaban en la lista.

Afuera, cuando López-Gatell ya se iba, un enfermero de Hospital Adolfo López Mateos del ISSSTE le reprochaba que lo tuvieran ya más de dos horas esperando.

"¡Ya no hay vacunas!", gritó a las 13:03 horas un agente de seguridad en la entrada. Había todavía médicos afuera diciendo que les acaban de informar que se presentaran.

Estaba también el señor Sergio Lezama, de 81 años, con bastón, lentes y goggles, que había llegado desde las siete de la mañana. "Vine a ver si sobraba una". 

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