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Nacional
viernes, 24 enero 2020 | 08:36
Ciudad de México— El Departamento de Justicia de Estados Unidos vinculó el caso del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, con nuevas acusaciones presentadas este jueves contra Iván Reyes Azarte, un exmando de la Policía Federal que ya había sido sentenciado en Estados Unidos.
El Fiscal federal Michael Robotti pidió hoy a la Corte para el Distrito Este de Nueva York asignar los nuevos cargos contra Reyes Azarte al juez Brian Cogan, que lleva el proceso contra García Luna, y que también presidió el juicio contra Joaquín 'El Chapo' Guzmán, por considerar que los tres asuntos están relacionados entre sí.
"Reyes Azarte fue jefe de la Unidad de Investigaciones Sensibles de la Policía Federal de 2008 a 2016, cuando Genaro García Luna fue titular de la SSP. Al igual que con Reyes Azarte, el Gobierno presentará evidencia de que García Luna aceptó sobornos del cártel de los Beltrán Leyva, por lo que espera que la evidencia en ambos casos se sobrepondrá", explicó el Fiscal.
En noviembre de 2018, Reyes Azarte fue condenado por una corte de Chicago a tres años y cuatro meses de cárcel por un solo cargo de filtrar información a los Beltrán Leyva, condena que está por compurgar el próximo 27 de enero, ya que se había entregado voluntariamente en Estados Unidos en febrero de 2017.
Este jueves, un gran jurado federal en Brooklyn aprobó una nueva acusación contra Reyes Azarte, por tres cargos de tráfico de cocaína a escala internacional.
"Los cargos derivan de la asistencia corrupta de Reyes Azarte a El Seguimiento 39, un cártel mexicano Asociación con el cártel de Sinaloa, los Beltrán Leyva y otros cárteles", mencionó Robotti.
Agrega que el expolicía mexicano era el principal contacto con las agencias estadounidenses, en particular la DEA, pero que aceptó al menos "cientos de miles de dólares" para facilitar el tráfico de cocaína a Estados Unidos.
La nueva acusación contra Reyes Azarte no implica cargos adicionales contra García Luna, detenido desde diciembre pasado, cuyo proceso por tres cargos de narcotráfico y uno de falsedad en declaraciones ante el juez Cogan apenas comienza.
Cuando fue procesado en Chicago, Reyes aceptó que se comunicaba con narcotraficantes, pero que eso era necesario para desarrollar su trabajo, argumento que pareció convencer al juez, quien rechazó la petición de la Fiscalía de imponer diez años de cárcel.