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Nacional

La noche fugaz

'Un nuevo comienzo', susurró una mujer a su familia cuando las nubes se despejaron

Agencia Reforma

martes, 09 abril 2024 | 10:42

Associated Press

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Torreón, México.- "Un nuevo comienzo", susurró una mujer a su familia cuando las nubes se despejaron para abrirle paso al Sol y a los aplausos de miles de personas en el Bosque Urbano.

Torreón amaneció con un cielo nublado que, por momentos, preocupó a astrónomos de todo el mundo y a personas apasionadas que viajaron a la Laguna sólo para ver el eclipse total solar en lo que la NASA consideró el mejor punto de observación.

"Esperamos poderlo ver", externaban.

Por eso cuando el Sol brilló, muchos se levantaron del pasto y se prepararon.

La directora de un Jardín de Niños de Torreón dejó en claro que era un lunes de fiesta, según muestra un video tomado en su plantel, al que todos los alumnos acudieron con traje y casco de astronauta.

"Llevamos meses explicándoles este fenómeno", contó.

Esta ciudad lagunense ha vivido algo inédito: hoteles llenos, turistas de todo el mundo subiendo al teleférico que lleva al Puerto Noas y visitando otros puntos atractivos.

Esta derrama la ha traído el eclipse; ni imaginar que el tan ansiado fenómeno no pudiera verse en la llamada "capital" del eclipse.

"Torreón era el mejor lugar de México en principio para verlo y creo que lo ha aprovechado porque aquí hay mucho turismo", expresó Josep Masalles, presidente de la Agrupación Astronómica de Barcelona.

Para su transmisión, la NASA eligió al Planetarium, ubicado dentro del Bosque Urbano. Fue el mayor punto de concentración con 50 mil asistentes, de acuerdo con Protección Civil del Estado de Coahuila.

Masalles fue uno de los 200 astrónomos del mundo que estuvieron en una zona especial del Planetarium.

Eduardo Gastélum, de la Sociedad Astronómica de la Ciudad de México, madrugó para instalarse con su telescopio y captar las mejores imágenes.

"Éste va a ser mi décimo eclipse total de Sol", comparte el geólogo.

Estuvo en el ocurrido en el año 1991 en La Paz, Baja California.

Y ha visto estos fenómenos en otros puntos como Islas Socorro, Aruba, Argentina y China.

"Me fascina ver el anillo de diamantes, las perlas de Baily y la totalidad", continúa. "A mí nunca me interesa la parcialidad, hay muchos eclipses parciales.

"Pero la totalidad, ese oscurecimiento que viene desde dos segundos hasta seis minutos, es excelente".

***

Para las 12:16 horas la oscuridad llegó con un descenso en la temperatura.

Todo era una fiesta. No importaba si eran expertos en astronomía o no. Aquello era asombroso.

Las personas levantaban sus brazos emocionadas, captaban las mejores imágenes. Era como si aquello que tanto anhelaban se hiciera realidad.

Inexplicable para algunos, sólo afirmaban que el eclipse los hizo muy felices.

"Es una experiencia única que nunca se nos va a olvidar: volteamos a ver el cielo y se veía impresionante el anillo. Increíble. Algo inexplicable", recalca Miriam Hoyos junto a su esposo Fabián Núñez y sus tres hijos.

Don Saúl Onofre Lugo, de 73 años, rompe con la sobriedad de su rostro cuando responde qué sintió.

"Algo nunca visto y algo increíble", remarca. "Yo alcancé a ver el del 91, pero fue menos, esto estuvo impresionante. Muchas palomitas volaron a esconderse y cuando empezó a salir el Sol regresaron".

Su nieto Tadeo, de 8 años, lo interrumpe: ¡Sentí algo muy increíble cuando se hizo el eclipse!

Así, cada quien intentaba explicarlo.

"La piel chinita". "Una energía impresionante".

***

Christian Quintana es un médico que viajó con su familia desde CDMX.

"Dan ganas de seguir buscando eclipses en el mundo", dice. "No lo puedo describir con palabras, lo tienen que vivir al menos una vez en la vida".

Jesús Ochoa tiene 58 años y decidió apoyar el sueño de su nieto Leonardo Gael, de 7 años, quien viste para la ocasión un traje y casco de astronauta.

Originarios de la ciudad de Saltillo, viajaron a Torreón para observar.

El niño afirma que será astronauta cuando sea grande. Y su abuelito lo llevó para que el próximo eclipse total en México, en el 2052, Leonardo lo viva ya como astronauta.

"¡Estuvo muy padre! Se oscureció todo, me emocioné mucho", cuenta el pequeño.

Leonardo se tomó una foto con otra niña que también acudió con vestida de astronauta. Ella corría emocionada antes de que todo se oscureciera.

"¡Ya casi! ¡Ya casi!", gritaba, contando los minutos, y acaparando miradas de muchos por su carisma.

Quizá esa foto se vuelva histórica en unos años.

Este fenómeno volverá a México cuando quizá niños como Leo y esa pequeña, recuerden cuando, vestidos de astronautas, el día se hizo de noche y sintieron que todos los sueños son posibles.

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