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Nacional

‘Favoreció Peña Nieto a sus aliados con riqueza nacional’

El escritor y periodista Jesús Lemus habla en su más reciente libro del expresidente de México, su infancia, su obsesión por llegar al poder y cómo pagó con creces las lealtades

Luis Carlos Cano
El Diario de Juárez

domingo, 13 junio 2021 | 06:00

Omar Morales / El Diario de Juárez | La madeja de corrupción que asegura el autor tejió el mandatario es detallada en su escrito

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Ciudad Juárez— Descrito como un hombre impulsivo, ambicioso, inclinado desde niño a la mentira y a la corrupción, Enrique Peña Nieto usó, durante su sexenio, la riqueza nacional como si fuera propiedad de la clase gobernante y como si no existieran mecanismos de rendición de cuentas a la sociedad, narra el periodista y escritor Jesús Lemus en el libro “Jaque a Peña Nieto y su imperio de corrupción”.

En este texto, Lemus se da a la tarea de revisar a fondo las causas y el origen de la madeja de corrupción que se tejió durante la administración del presidente Peña Nieto. Expone historias no contadas, hasta hoy, de las que Peña y su séquito de colaboradores fueron actores principales.

También aborda el caso Chihuahua y la situación del exgobernador Cesar Horacio Duarte Jáquez, como parte de esa red de sobornos, y considera que el actual ejecutivo estatal, Javier Corral, no está muy interesado en procesar a su antecesor.

“Siento que el gobernador actual más que nada busca sacar raja política con anuncios de lo que se pretende hacer, pero no le veo intención de que en esta administración podría darse la posibilidad de un procesamiento formal penal contra Duarte”, dice el escritor en entrevista con El Diario, desde Quetzaltenango, Guatemala, en donde radica desde el 2020 por amenazas de muerte en México.

Asimismo, estima que en la nueva administración estatal se ve más difícil que César Duarte pueda ser sentenciado penalmente; podrá seguir en la cárcel, pero poco a poco va a desvanecerse el hecho de que responda ante la justicia por desvío de dinero y su relación con el narcotráfico, pues él tiene ligas con el Cártel de Juárez y La Línea.

“No creo que la gobernadora (electa) María Eugenia Campos tenga la tenga la valentía para detenerlo; será un nuevo caso de impunidad en el país”, expresó.

Jesús Lemus Barajas es un periodista con 33 años de trayectoria, ha ocupado distintas responsabilidades en diarios de circulación local, estatal y nacional, uno de ellos El Tiempo, en La Piedad, Michoacán, estado donde investigó historias de la complicidad del narcotráfico con fuerzas del Estado, lo que le costó ir a prisión durante tres años, acusado como supuesto jefe de La Familia Michoacana.

Es autor de los libros: “Los Malditos” (2013), “Michoacán en Guerra” (2014), “Mireles, el Rebelde” (2014), “Cara de Diablo” (2014), “Tierra Sin Dios” (2015) “Los Malditos 2” (2016), “México a Cielo Abierto” (2018) y “El Agua o la Vida” (2019). 

La infancia del expresidente

En “Jaque a Peña Nieto y su imperio de corrupción”, Lemus narra desde la infancia del expresidente y su paso por los distintos cargos públicos, siempre, dice, con la idea fija de ser presidente de la República.

“Acudo a las fuentes primarias de información para conocer las causas que dieron origen a sucesos tan lamentables, todos marcados por la corrupción, como las matanzas de Apatzingan, Tanhuato, Tlatlaya, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, sin dejar de lado las oscuras rondas de Pemex o el caso del general (Salvador) Cienfuegos”, dice Lemus al comentar sobre este libro.

Empieza la narración con la infancia de Peña Nieto, quien a los ocho meses de edad estuvo prácticamente muerto por unos minutos, pero lo salvó una enfermera de un centro de salud, al darle resucitación cardiopulmonar.

“Este pasaje de su vida se me hizo interesante para abrir el tema de la plática de él, así voy contando la historia personal, familiar, las circunstancias que lo rodean, los privilegios que tiene de una familia pudiente”, dice el escritor.

Se narra cómo a Enrique Peña se le fue fomentando en la cabeza la idea de ser presidente de la República, era una necesidad primordial, lo llevó al convencimiento personal para provocar las circunstancias necesarias y lograr ese objetivo.

“A los 12 años de edad no dejaba de asistir a los eventos del Partido Revolucionario Institucional (PRI). La familia de Peña Nieto tenía una tradición de abolengo en la vida política, sus ancestros fueron alcaldes, gobernadores, siempre estuvieron en la cúpula del poder en el Estado de México”, dice Lemus.

“Quise platicar quién es Peña Nieto para que se pueda entender por qué cuando era joven la idea de ser presidente de la Republica se le clava; es un personaje tenaz que siempre está machacando lo que considera fundamental en su vida”, agrega.

‘No tiene nada de torpe’

Psicológicamente, dice Lemus, Peña es una persona sagaz, es egocéntrico, astuto, controlador, manipulador, pero muy inteligente, no tiene nada de que es torpe, que trastabillaba, es un personaje muy astuto, siempre buscando el control de su entorno.

Es justamente con el apoyo del grupo Atlacomulco que comienza su crecimiento, dice el entrevistado, luego de ser subsecretario de Finanzas y diputado local, comienza a aspirar a la gubernatura del Estado de México; cuando lo designan candidato pasa a ser parte del grupo como gobernador y se alía con el grupo Hidalgo con Miguel Ángel Osorio Chong.

Una vez que ya tiene el respaldo del grupo Atlacomulco y de Hidalgo, comienza junto con Luis Videgaray Caso la negociación con los grupos de poder, los empresariales con los que se acerca a través de Luis Vega Aguilar y comienza a negociar para que le apoyen a ser primero gobernador del Estado de México, y luego es cuando se da la relación de amistad con grandes empresarios a los que promete mayor beneficio económico al llegar a la presidencia.

Peña Nieto es una persona que paga con creces las lealtades, por eso benefició a quienes le apoyaron para llegar al cargo, indica Lemus, y como parte de favorecer económicamente a ellos, terminó entregando millonarios recursos a medios de comunicación.

En su libro, Lemus indica que les dio 62 mil millones de pesos a empresas como Televisa, Televisión Azteca y otros medios impresos y de la radio, porque son los que le ayudaron en Estado de México, luego como candidato a presidente, y proyectaron una imagen de príncipe; les pagó el favor y el apoyo, los más beneficiados fueron las televisoras.

En la cúpula del poder

Narra también que cuando Enrique Peña Nieto llega al poder nacional, comienza a tejer una red de lealtades y a negociar abiertamente con los gobernadores, entre ellos el chihuahuense César Duarte.

Después, indica, en una maraña económica que va tejiendo el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, convierte a los estados en tapaderas del desvío económico, simulando entrega de dinero a las Haciendas estatales para que los inviertan en desarrollo social, pero son devueltos a la SHCP para sustraer los recursos del erario.

“Se desviaron por lo menos 6 mil millones de pesos, es lo que encuentro con base en la investigación, pero el desvío de fondos de las arcas federales fue de 100 mil millones de pesos y ahora le corresponde a la Fiscalía General de la República (FGR) investigar dónde están 94 mil millones, a dónde fueron a parar y cómo los desviaron”, agrega el escritor.

Lemus aborda en su libro el caso del general Salvador Cienfuegos Zepeda y su relación con el grupo H2, encabezado por Francisco Patrón Sánchez; esto es como decir que fue la herencia que recibió Enrique Peña Nieto de la administración de Felipe Calderón Hinojosa con Genaro García Luna, la relación del Estado y el narco como si fuera una dependencia del Gobierno federal.

Enjuiciar o no a Peña Nieto

¿Hay posibilidades de enjuiciar a Enrique Peña Nieto en la actual administración federal”.

“Hablamos en esto de dos vertientes”, dice Jesús Lemus, “por un lado el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en enjuiciar a los expresidentes de la República, y hará un sondeo popular en agosto para preguntar si lo hacen, pareciera propaganda política, pero en la perspectiva del presidente sí está la intención de juzgar a Peña Nieto.

Sin embargo, agrega, en la perspectiva de la FGR, su titular Alejandro Gertz Manero no tiene la intención de llevar a juicio a Peña Nieto, ya lo vimos con el caso del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, que en lugar de estar en prisión, lo tiene en su casa como testigo protegido.

“También está el caso de Rosario Robles Berlanga, que próximamente estará en libertad, no vemos en la FGR un interés de procesar a Peña Nieto, ya exoneró al general Salvador Cienfuegos de los cargos, y en estos casos hacen pensar que no existe la voluntad política de la FGR para ir sobre ellos, para que sean juzgados”, afirma.

El fiscal Gertz Manero no lo juzga, sólo que llegue otro que tenga menos compromisos con el PRI y el Partido Acción Nacional, lo veo difícil, pero en Estados Unidos, Peña Nieto sí puede ser procesado porque allá sigue abierta la investigación por delitos de narcotráfico, dice Lemus.

lcano@redaccion.diario.com.mx

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