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Nacional

Exige saxofonista renuncia de juez: ¿cuánto te pagaron?

La medida cautelar contra el agresor de María Elena Ríos fue modificada y se determinó la prisión domiciliaria

Martha Martínez y Claudia Salazar / Agencia Reforma

martes, 24 enero 2023 | 17:09

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Ciudad de México.-  La saxofonista María Elena Ríos demandó la renuncia del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, Eduardo Pinacho Sánchez, y del juez Teódulo Pacheco Pacheco, a quienes acusó de coludirse con Juan Antonio Vera Carrizal, acusado de ser el autor intelectual del ataque con ácido en su contra.

 

 En conferencia en la Cámara de Diputados, informó que luego de que el juez Teódulo Pacheco Pacheco le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria a Vera Carrizal, lograron frenar su liberación debido a que en una inspección domiciliaria acreditaron que el domicilio al que sería trasladado no contaba con medidas para evitar su fuga. 

Acompañada de legisladoras de PAN, PRI y PRD y de la activista Olimpia Coral Melo, dijo que durante la inspección detectaron que el domicilio no contaba con puertas en los balcones y que en la entrada lo único que había era un triplay atravesado.

 

 La saxofonista indico que si bien Vera Carrizal aún se encuentra detenido en el penal de Tanivet, en el municipio de Tlacolula, el juez Teódulo Pacheco Pacheco no ha remitido de manera formal su determinación de otorgarle prisión domiciliaria a Vera Carrizal, con lo que le ha negado su derecho a impugnarla.

 

Denunció que, además, este martes tuvo lugar otra audiencia, porque pretenden arrebatarle lo poco que pudo embargarle al ex priista para garantizar los tratamientos médicos que requiere tras el ataque.

 Ríos acusó que durante los seis días que duró la audiencia en la que se modificó la medida cautelar en contra de Vera Carrizal, el juez Pacheco Pacheco no sólo la revictimizó sino que avaló diversas irregularidades.

 Señaló que el primer día de audiencia les permitieron el descubrimiento probatorio, pero les dieron sólo una hora para estudiar alrededor de 100 pruebas, además de que se presentaron pruebas para tratar de acreditar que el acusado tiene Parkinson, que necesita usar pañal y que padece hipertensión y diabetes, las cuales fueron destrozadas por los peritos ofrecidos por la Fiscalía local.

  Agregó que el juez avaló que quien cuidaría a Vera Carrizal sería su hija Guadalupe Vera Hernández, quien tiene una carpeta de investigación por amenazas de muerte en contra de la saxofonista y de su familia, incluidos menores de edad, y se le concedió un brazalete que compraron en una empresa privada.

 Detalló que la defensa del acusado no exhibió escritura pública que acreditara el domicilio en donde iba a ser trasladado y en tono amenazante, al término de la audiencia, éste aseguró que cuando saliera de la cárcel iba a limpiar su nombre y para ello no tendría que ensuciarse las manos.

 

 Ríos lamentó que pese a todo esto, Pacheco Pacheco modificó la medida cautelar en contra de Vera Carrizal y determinó la prisión domiciliaria, por lo que lo acusó de haber fraguado, en complicidad con Eduardo Pinacho Sánchez, presidente del Tribunal de Superior de Justicia de Oaxaca, la liberación de su agresor.

 

"Exijo que renuncies, Eduardo Pinacho Sánchez, eres un corrupto, por tu culpa Oaxaca está como está con las mujeres, ya no te queremos. Di, Eduardo Pinacho Sánchez y Teódulo Pacheco Pacheco, cuántos millones les pagó Juan Antonio Vera Carrizal para que lo liberaran", demandó.

 

La saxofonista dijo que tiene miedo de que la maten a ella y a su familia y responsabilizó de cualquier agresión en su contra a Vera Carrizal, ya que cuenta con el poder político y económico para volverlo a hacer.

'Pareciera que hice mal en sobrevivir'

 "No me voy a ir de mi País, porque no soy ninguna criminal y no le debo nada a nadie. Cualquier cosa que le pase a mi familia, incluyendo a mis menores de edad, a mi abogada y a la Ministerio Público (que la ha ayudado) hago responsable directo a Juan Antonio Vera Carrizal y a las personas que lo están protegiendo, yo no voy a parar", advirtió.

 Hace 3 años y cuatro meses, María Elena Ríos sufrió un ataque con ácido en Oaxaca; ahora, enfrenta la reciente libertad condicional de Juan Vera Carrizal, imputado como autor intelectual de la tentativa de feminicidio, y también al juez del Poder Judicial estatal, Teódulo Pacheco, al que señala de estar coludido con el agresor.

  María Elena, conocida también por su pasión al saxofón y la comunicación, cuestiona por qué el juez Pacheco le hizo ver su supervivencia como un error, pues uno de los argumentos que éste dio para otorgarle prisión domiciliaria a Vera Carrizal ayer fue que el delito no era un feminicidio, porque ella no murió ese 9 de septiembre de 2019 en Huajuapan.

  "La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió el fallo a favor de la prisión preventiva oficiosa, porque cuando una persona está después de dos años en la cárcel y su proceso sigue, tiene derecho a salir, y seguir su proceso afuera, pero aquí se trata de un feminicidio, aunque el juez me dijo: tú sobreviviste", dijo a Grupo REFORMA.

  "Acá pareciera que lo único malo que hice fue sobrevivir. Me dijo el juez: tú sobreviviste, no se trata de feminicidio. La prisión preventiva todavía no terminaba su plazo, la justificada tampoco. La justificación del juez es que estoy viva".

  La víctima expresó que el juez desestimó la alerta de latente peligro al permitirle a Vera Carrizal, ex político del PRI y empresario, estar en la casa de su hija Guadalupe luego que éste presentó pruebas por presunto mal de Parkinson y que ya había obtenido un brazalete electrónico para prometer no fugarse.

  "Pero, ¿Cómo se califica a alguien con poder político, económico, que ha sido investigado por otros delitos y que su hijo está implicado y sigue prófugo? Pero el juez dijo que no, que lo podía sacar, porque (Vera Carrizal) tiene el derecho. A lo último, el juez echó a la Ministerio Público la culpa por no actualizar que siguen latentes los peligros, cuando yo todo el tiempo lo denuncio. Todo es relevante, evidentemente hay un pacto del juez o cómo se le pueda denominar, un acuerdo", añadió en entrevista.

   "Todo lo que estoy contando es relevante a la resolución del juez, que evidentemente hay un acuerdo, un pacto. Se solicitó un amparo indirecto a mi favor y un juez federal le ordenó que no hiciera la audiencia y desconociera el asunto y se lo brincó, qué dimensiones hay para brincarse órdenes federales. Tanta era la urgencia que el juez no me hage llegar el PDF con la resolución".

 

 Otra situación que vivió María Elena, por lo cual señala la evidente complicidad del juez y su agresor, es que el amparo de Vera Carrizal para obtener su prisión domiciliaria se solicitó desde noviembre de 2022, pero fue hasta el 16 de enero que su defensa pudo leer las pruebas presentadas, y por orden del juez, en una sola hora.

 

 "Desde el primer momento el juez era grosero, porque era un sometimiento excesivo a prácticas emocionales violentas, acá lo que dijo el juez es que nos daba una hora para leer 100 hojas de pruebas, dijo que esos datos no podían pasar como pruebas porque tenían que pasar un peritaje, si tú las leyeras, son irrisorias, incoherentes, falsificadas, y aún así mi abogada y la ministerio público hicieron lo que les correspondía, como expertas, pero fue una audiencia que no hubo debate, era para resolver un amparo y dilataron seis días en donde no podíamos ir al baño", expuso.

 

 "Evidentemente soy parte activa de audiencias, me silenciaban el teléfono, me amenazó el juez con sacarme, con multarme, a la Ministerio Público la multó por hacer garante de mis derechos, esta situación se tornó seis días sin dormir bien. El juez todo el tiempo le componía (a la defensa de Vera Carrizales) la plana, es sorprendente la manera y la manera tan violatoria".

'Mi agresor... riéndose'!

 Durante seis días, María Elena Ríos aseguró que tuvo que ver en la audiencia digital la sonrisa de Juan Vera Carrizal.

 

 En la última etapa, señaló que éste prometió ante los presentes que limpiaría su nombre, lo cual ella lo tomó como una amenaza.

 

"Mi agresor riéndose, porque se río,dijo: señoría yo necesito salir porque tengo el mal del Parkinson y le doy mi palabra, y voy a limpiar mi nombre", recordó algo que quedó registrado en video, pero lo cual no puede difundir para evitar problemas legales.

 

 "Eso es una amenaza, todavía me silenciaron el teléfono cuando dije qué se refiere a limpiar su nombre, y el juez me silenció", expresó al borde del llanto.

'Se me desmorona la vida'

 La víctima comenzó a salir con sus amigos, a estudiar nuevamente, tocar música y visibilizar en México la violencia feminicida, pero ante la reciente resolución judicial y la próxima impugnación que presentará, expresa que siente que su vida se desmorona.

 

  "Siento que mis planes se están desmoronando, lo poquito que estaba haciendo cositas, se me revictimizó porque salgo con amigos, ¿No tengo derecho?. Es que no puedo creer que cómo está el País de cabeza, definitivamente las mujeres no les interesamos, y las mujeres que llegan a interesar son subordinadas para justificar una paridad, una equidad de género que realmente no se lleva a la realidad", reclamó.

 

 Aunque el Gobierno federal le regresó su seguridad a través del Mecanismo de Protección, María Elena pide también que la protección se extienda a sus padres, su hermano, y a otros cercanos que han sido amenazados por su lucha de justicia.

'Nunca me contactó el Gobernador Jara'

 La agresión a María Elena Ríos ocurrió en 2019, cuando estaba en marcha el Gobierno estatal del priista Alejandro Murat, al que señaló de omisiones en su caso, sin embargo, al morenista Salomón Jara también lo acusa de no buscarla y sólo emitir un mensaje a través de redes sociales.

 

 "En ningún momento tuve contacto con ellos. Al Gobernador se le estuvo buscando, dijo que la impunidad se iba a erradicar. Se nota su lazo de amistad con el Presidente del Tribunal de Justicia del Estado de Oaxaca, Eduardo Pinacho, entonces no entiendo qué quería con su mensaje en redes", cuestionó.

 

 "Quién está detrás de todo esto, porque fue algo nacional, quién protege a Juan Vera Carrizal, qué le garantizó al juez que podría proceder a lo que hizo, porque evidentemente alguien protege al juez y quiénes son las personas que protegen a Juan Vera".

 

 Además de Juan Vera Carrizal, también están dos personas detenidas como autores materiales del intento de feminicidio, y también está prófugo Juan Vera Hernández, hijo del detenido, por quien la Fiscalía estatal pide una recompensa de un millón de pesos. 

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