PUBLICIDAD

Nacional

Covid-19

¿Estamos ante el fin de la pandemia?

Se puede afirmar con un alto nivel de confianza que quienes se infectan con Ómicron desarrollan una enfermedad relativamente leve

Pablo Kuri Morales
Agencia Reforma

domingo, 30 enero 2022 | 07:45

Archivo El Diario de Juárez

PUBLICIDAD

Ciudad de México.- Para no caer en un optimismo desmedido o en un pesimismo abrumador, y tener una respuesta sensata a la pregunta, hay que tener en cuenta algunas consideraciones

Ómicron es una variante del SARS CoV 2 causante del Covid-19, NO es un virus nuevo que este causando otra enfermedad y por ello el exceso de optimismo puede ser peligroso.

Hay suficiente evidencia para poder afirmar que es una variante mucho más transmisible que las previas, que ha sustituido a las que predominaban, como Delta hasta finales de noviembre del 2021, y ya está causando la gran mayoría de las infecciones en México, que no necesariamente todas.

También se puede afirmar con un alto nivel de confianza que quienes se infectan con Ómicron desarrollan una enfermedad relativamente leve, particularmente si tiene anticuerpos, ya sea porque se vacunaron o se infectaron previamente, y por ello el exceso de pesimismo pudiera no estar justificado.

Sabemos que si bien, en general se presentan cuadros leves, sigue habiendo un porcentaje no menor pero si variable de personas que terminan en el hospital y que incluso mueren, y que hay factores que influyen en el curso y desenlace de la infección por Ómicron, destacan entre ellos, si la persona está o no vacunada, si tuvo una infección previa, si tiene alguna comorbilidad, asi como la edad, entre otras condiciones o situaciones.

Dada la facilidad de transmisión de Ómicron y el altísimo número de personas infectadas y que en su mayoría sobreviven, es de esperar que junto con el cada vez mayor número de personas vacunadas, lo que varía entre regiones y países, en algunas semanas se alcance un nivel de inmunidad que se acerque a la tan deseada inmunidad de rebaño o comunitaria.

Siguen, sin embargo, presentes dudas que llevan a la prudencia.

No está totalmente claro el periodo de trasmisibilidad, hasta el 13 de enero se afirmaba que Ómicron se podía trasmitir desde dos días antes del inicio de síntomas hasta dos o tres días despues de ese inicio, pero un estudio japonés mostró que el pico de trasmisión ocurre en el día 6 y baja a partir del día 10 (https://www.bmj.com/content/376/bmj.o89).

Por tanto puede debatirse la decisión de disminuir el número de días de aislamiento de un enfermo a solo 5 o 7. Se entiende que el alto número de casos ha ocasionado un incremento de ausentismo tanto laboral como escolar y sus implicaciones, así como la evidencia disponible llevaron a esta decisión, pero nuevos estudios, que tendrán que irse confirmando, pudieran tener un impacto en dicha decisión. (https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/your-health/quarantine-isolation.html)

No está claro si la infección por Ómicron dejará secuelas y cuáles pueden ser éstas. Con otras variantes, aun en casos que no ameritaron hopsitalización, se han presentado secuelas desde leves a relativamente graves que pueden durar varios meses. Y hoy no sabemos que pasará con quienes se enfermen por Ómicron.

Desconocemos si la inmunidad será permanente o se irá perdiendo con el tiempo, por ejemplo con SARS, aquella enfermedad que apareció también en China, a inicio de la primera década del milenio, hay estudios que muestran que la inmunidad mediada por células permanece por varios años, esto aun no se sabe con certeza en el caso del SARS CoV 2 porque esta enfermedad solo ha estado un poco más de dos años entre nosotros.

El virus causante del Covid-19 seguirá mutando y no sabemos si aparecerá una nueva variante capaz de sustituir a Ómicron, ni si será más agresiva, ni si podrá eludir la inmunidad previa, de hecho desde principios de enero se identificaron al menos dos subvariedades de Ómicron siendo una de ellas aún más transmisible que el Ómicron original.

Si bien ya tenemos varios tratamientos para pacientes ambulatorios autorizados en algunos países, incluido México para uso de emergencia como el Molnupiravir y Paxlovid y, desde el 24 de enero, en Estados Unidos, el remdesivir con su ampliación de uso para pacientes no hospitalizados (https://www.fda.gov/news-events/press-announcements/fda-takes-actions-expand-use-treatment-outpatients-mild-moderate-covid-19), ninguno es curativo o 100 por ciento eficaz.

Y lamentablemente se siguen recetando medicamentos que no sólo NO han mostrado utilidad, sino que en algunos casos se ha demostrado toxicidad asociada a su uso como ivermectina, azitromicina, oseltamivir, entre otros.

Para que termine la fase pandémica de Covid-19 deben cumplirse algunas condiciones a las que parece que nos estamos acercando:

la estabilización de la presencia de una variante que no cause mortalidad elevada; la presencia de inmunidad en una proporción elevada de la población, ya sea por vacunación o por infección natural y que ésta proteja de cualquier variante nueva que pudiera aparecer, y la aparición de medicamentos destinados a pacientes con enfermedad leve o moderada, que si bien no son curativos, sí disminuyen la posibilidad de hospitalización en pacientes de alto riesgo.

El inicio de la fase endémica de Covid-19 se puede estar acercando, es decir, que Covid-19 se convierta en una más de las enfermedades que la humanidad enfrenta diariamente sin que tenga efectos devastadores en la salud o en la economía.

Aun es prematuro afirmar cuándo llegará ese momento pero pareciera estarse acercando.

Seamos optimistas pero no desmedidos, Covid-19 en poco tiempo nos ha dado varias sorpresas y puede volvernos a sorprender, por ello debe prevalecer un optimismo prudente y en tanto no se termine la fase pandémica debemos seguir con los cuidados ya conocidos y vacunando a la mayor parte de la población posible.

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search