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Nacional

El baño de los billetes

Escolta de Lozoya narra todo lo que vio relacionado con los sobornos

Abel Barajas
Agencia Reforma

sábado, 14 noviembre 2020 | 07:56

Tomada de internet

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Ciudad de México— Norberto Vargas tenía diez años de experiencia en el Estado Mayor Presidencial. Trabajó en la sección séptima dedicada a la Protección de Personas.

Al iniciar el sexenio de Enrique Peña fue asignado a la custodia de Emilio Lozoya y se convirtió en algo más que una sombra. Tenía derecho de picaporte para dejar pasar a los invitados de su jefe. Y también sabía dónde y cómo guardaban el dinero de los sobornos. La caja fuerte era un baño de las oficinas Montes Urales 425, en las Lomas de Chapultepec, de la Ciudad de México, la oficina alterna de Lozoya.

Relata, en su declaración ante la FGR, que la llave del baño la tenían solo tres personas: uno era José Velasco Herrera, jefe de ayudantes de Lozoya, y otro Francisco Olascoaga Rodríguez, jefe del departamento Administrativo en la Dirección de Pemex. El tercero no fue revelado.

Cuando abrían el baño él sabía que había trabajo. Y relata cómo él u otras personas de confianza llevaron dinero al domicilio de José Antonio Meade y de José Antonio González, y lo entregaban también a empleados de senadores panistas que, por la costumbre de las entregas, él conocía a la perfección.

"Aquí les mandan esto de parte del Jefe Videgaray", era la contraseña y entregaba la maleta repleta.

Un día desapareció una suma importante de dinero, lo que desató la cólera de Lozoya y la angustia de Velasco, quien ante la sospecha entró en depresión y en diciembre de 2013 murió de un paro cardiaco.

Si bien en la indagatoria no se aclara quién guardaba la tercera llave del baño, Norberto Gallardo Vargas, militar que se desempeñaba como jefe de escoltas de Lozoya, declaró a la Fiscalía General de la República (FGR) que él tenía el control del acceso a esta oficina de las Lomas.

De acuerdo con testimonios de sus colaboradores, Lozoya empezó a ocupar como sede alterna una oficina del edificio de Montes Urales, a raíz de la explosión del 31 de enero de 2013 en la Torre de Pemex, en la que perdieron la vida 37 personas.

El pasado 28 de agosto, Miguel Pérez Esquivel, chofer de Lozoya, relató a la FGR que en la segunda mitad de 2013, Velasco Herrera le pidió llevarlo a esa oficina de Las Lomas para recibir un dinero de parte de Fabiola Tapia Vargas, hermana de Juan Carlos Tapia, dueño de Construcciones Industriales Tapia (CiTapia), socia mexicana de Odebrecht.

Esta mujer falleció en 2014 por diversos padecimientos crónicos.

"Al llegar a Montes Urales el señor José Velasco se bajó del coche y yo lo estuve esperando en el vehículo, después de una hora bajó y no traía nada, por lo que le pregunté que si no habían llevado el dinero y me dijo que sí, pero que era mucho dinero y que mejor lo metió al baño de la oficina de Montes Urales 425", contó Pérez Esquivel a la Fiscalía.

"Aquí quiero señalar que, por mi puesto, yo sabía que había un baño en donde guardaban el dinero en efectivo, el cual sólo podía abrir José Velasco o bien Francisco Olascoaga, pero José siempre estaba preocupado porque existía otra persona que tenía llaves del baño donde guardaban el dinero".

A principios de diciembre de 2013, el chofer llevó a Velasco a la oficina alterna, donde dispondría de casi 14 millones de pesos para entregarlos a Rafael Caraveo Opengo, el colaborador del ex senador panista Jorge Luis Lavalle que fue vidoegrabado con fajos de dinero en efectivo.

Días después, Lozoya llamó a Velasco para comentarle que "los cabrones del PAN" le habían dicho que sólo les había entregado una parte del dinero acordado.

Por el tono de esa conversación, Pérez Esquivel recuerda que vio salir a Velasco muy preocupado de la oficina de Lozoya, "estaba sudando y se le veía profundamente estresado".

"Ante esto, (Velasco) me dijo consternado que él mismo había contado el dinero y que esta gente nos estaba engañando; horas después, el licenciado Velasco y yo pedimos ir a ver al licenciado Lozoya para explicarle que lo que decía la gente del PAN era una mentira y que por favor no dudara de la lealtad del señor José Velasco Herrera", cuenta Pérez.

"El licenciado Lozoya estaba fúrico, diciendo que jamás dudaría de la confianza del licenciado Velasco y que los panistas lo estaban extorsionando y que además, ni siquiera eran capaces de cumplir los acuerdos".

El director de Pemex les dijo que él resolvería el problema que había ocasionado el faltante de dinero y les pidió de favor que fueran muy cuidadosos en no mencionar nada y cuidarse, porque estaban "lidiando con gente muy peligrosa".

Según el chofer, a partir de entonces empezó a ver deprimido al jefe de ayudantes de Lozoya.

Entregas a domicilio

El jefe de escoltas de Lozoya aseguró ante la FGR haber entregado a domicilio 19 millones 190 mil pesos a cuatro políticos y ex funcionarios, pagos que el ex director de Pemex señala como sobornos por la aprobación de la reforma energética y las ventajas gubernamentales brindadas a una filial de Odebrecht.

José Antonio Meade, José Antonio González Anaya y Carlos Treviño Medina, políticos priistas, fueron algunos de los personajes a quienes Norberto Gallardo Vargas, militar del Estado Mayor Presidencial, dice haberles entregado maletas de dinero en efectivo.

Las entregas individuales fueron de 6 millones 800 mil, 4 millones, 4 millones 390 mil y 4 millones de pesos, a los personajes enlistados en el mismo orden.

"Aquí les manda esto el jefe Luis Videgaray", les dijo en la puerta de sus casas a la mayoría de ellos, según el testimonio que rindió ante la Fiscalía.

El 11 de agosto pasado, cuando Lozoya presentó su denuncia ante la FGR, todos los aludidos rechazaron en forma categórica haber recibido sobornos, como lo manifestó el querellante. Ahora su chofer repite la misma historia, pero con otros detalles como domicilios, teléfonos y fechas.

De acuerdo con su testimonio, rendido dos días después que la denuncia de Lozoya, Gallardo señala a Rodrigo Arteaga Santoyo, secretario particular de Lozoya, como la persona que le proporcionaba las maletas de dinero.

La primera entrega dice que fue a principios de 2014, cuando Arteaga lo llamó a su oficina en el piso 44 de la Torre de Pemex, para darle en mano una bolsa deportiva negra de unos 70 centímetros de largo.

"Contenía la cantidad de 6 millones 800 mil pesos, indicándome que fuera entregada de manera inmediata en la Cámara de Diputados al diputado Ricardo Anaya Cortés y su enlace, el señor Osiris Hernández, dándome Rodrigo Arteaga un número de celular de contacto, el cual es 4424 354856, para que me contactara con las personas a quienes les iba a hacer la entrega e indicándome que al hacerlo debía indicarles que 'era de parte del jefe Luis Videgaray'", dice.

"Llegó en 35 minutos a San Lázaro, en el estacionamiento ya estaban esperándolo Anaya y Hernández, junto a un vehículo negro. "Aquí les mandan esto de parte del jefe Videgaray", repitió.

Desde la difusión de la denuncia de Lozoya, en que señala los sobornos a Anaya, el panista litiga una demanda de daño moral contra el ex director de Pemex.

Gallardo dice que el particular de Lozoya lo requirió para otras dos entregas, las que llevó a cabo la noche del 15 de septiembre de 2014 y la madrugada siguiente. Fueron dos bolsas tipo portafolio de trabajo, color negro, de 50 por 40 centímetros.

Arteaga le precisó que la bolsa con 4 millones 390 mil pesos era para González Anaya, ex director del IMSS y de Pemex; y la de 4 millones para Meade, ex secretario de Hacienda y de Energía en el sexenio pasado.

El militar reproduce en su declaración los domicilios particulares de los ex funcionarios, el primero en la Colonia San Ángel, y el otro en Chimalistac, al sur de la Ciudad de México. Recuerda que después de la primera entrega, hizo 10 minutos a la casa de Meade.

Ambos recibieron el dinero con sus propias manos en la puerta de sus casas, según el dicho de Gallardo.

La última entrega ocurrió entre el 17 y 20 de septiembre del mismo año, fue un portafolio con 4 millones de dólares que afirma haberle llevado a Carlos Treviño Medina, último director de Pemex en el sexenio pasado, en su domicilio de Tecamachalco.

Controlaba la agenda

Gallardo llevaba 10 años en la Sección Séptima del Estado Mayor Presidencial cuando fue asignado a la seguridad personal de Lozoya, el 4 de diciembre de 2012.

Manejaba su agenda diaria y semanal, sabía quién lo iba a visitar, con quién comía, y asumió mayores responsabilidades a raíz de la muerte del jefe de ayudantes en 2013. Velasco antes había trabajado durante 20 años con Emilio Lozoya Thalmann, padre del ex director de Pemex.

"Yo tenía el control total del acceso a la oficina del señor Lozoya Austin (...) y no había forma de que yo no supiera quién lo visitaba", declaró el militar.

Por eso relata que los senadores Jorge Luis Lavalle, Salvador Vega Casillas, Francisco Domínguez y Francisco García Cabeza de Vaca, acompañados de David Penchyna, visitaban frecuentemente la oficina de Lozoya entre abril de 2013 y septiembre de 2014.

O que en abril de ese año había llevado al Lozoya al Hotel Four Seasons, para desayunar con el entonces senador Ernesto Cordero.

"En el contexto de la reforma energética el señor Lozoya Austin se quejaba constantemente cuando estaba en la camioneta que tenía asignada, de las extorsiones y las peticiones de dinero que legisladores, principalmente del PAN, y gente del Gobierno le exigían", contó.

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